lunes, 2 de noviembre de 2015

Retratos de la familia del siglo XXI


“Life in pieces” es una serie que estrenó su primera temporada hace unas semanas en la CBS y a la que instantáneamente etiquetamos como la nueva “Modern Family”. Bien es cierto que ser considerada como tal no puede ser más halagador teniendo en cuenta que los Dunphy, Pritchett y compañía acaban de regresar a la pantalla con su séptima temporada y con una salud que ya quisiesen muchas otras comedias después de tantos años. Pero, ¿es justo esa comparación para cada una de las dos series?, ¿no puede resultar contraproducente para “Life in Pieces” ser comparada con una serie tan respetada y valorada tanto por la crítica como por el público?Y al contrario ¿no puede ser injusto que una recién llegada (y con aún poco “rodaje”) sea etiquetada como la sucesora de una “Modern Family” a la que muchos se empeñan en pasar a un segundo plano?

Vayamos por partes. Para aquellos que aún no la conozcáis, “Life in Pieces” nos cuenta la historia de una familia con la particularidad de que cada capítulo está dividido en cuatro segmentos. Uno de ellos protagonizado por los patriarcas del clan John y Joan y los otros tres por cada uno de sus tres hijos y sus respectivas familias o parejas. Tenemos a Greg y Jen, padres primerizos bastante inexpertos, a Matt que acaba de volver a vivir a casa de sus padres y a Heather y su peculiar marido que se niegan a ver que sus hijos ya se van haciendo mayores poco a poco. Todo tan disfuncinal que hacen que la familia de “Pequeña Miss Sunshine” parezca la de “Médico de Familia”. En el reparto tenemos a Colin Hanks, Thomas Sadoski y a Dianne Wiest, ganadora de dos Oscar por “Hannah y sus hermanas” y “Balas sobre Broadway”, ambas de Woody Allen.



El Piloto es correcto, sin más. En algunos momentos se ve todo un poco forzado y ligeramante caricaturesco y artificial. Los gags son los que habíamos visto en el tráiler, ni uno más. Pero todos sabemos que una buena comedia necesita varios episodios para encontrar su sitio y es que donde realmente empieza a hacerse interesante la historia de esta familia es a partir del segundo capítulo. Los personajes resultan más carismáticos y a los actores se les nota más a gusto y menos forzados que en el primero. Todo más natural y más orgánico. Y además esta comedia cuenta con la gran ventaja de que si alguno de los gags resulta fallido o poco divertido, solo hay que esperar cuatro o cinco minutos para volver a darles otra oportunidad.

En el otro lado del ring, por así decirlo, tenemos a “Modern Family” que no necesita más presentación que decir que es una de las comedias más famosas de los últimos tiempos. Personajes como Gloria o Cam ya se han convertido en iconos de la TV actual. Y acaba de estrenar una temporada en la que, a pesar de que ya es obvio el desgaste sufrido después de siete años, mantiene el tipo de una manera envidiable. Y es que, incluso en los capítulos más “correctos”, la serie sigue resultando genuina, entretenida y sobre todo divertida. Que ese es su objetivo, ¿no? Y no podemos olvidar que de vez en cuando nos regala alguna joya como aquel “Connection Lost” de la sexta temporada que, particularmente, considero uno de mis capítulos favoritos de la serie. Además, parece que por fin están dando a sus personajes más jóvenes, especialmente Hayley y Alex, tramas más adultas, maduras e interesantes. De una manera muy tímida, eso sí.


Es decir, “Life in Pieces” tiene una muy buena materia prima y óptimas posibilidades de convertirse en uno de los estrenos en comedia más firmes de esta temporada mientras que “Modern Family” goza del  carisma, la veteranía y la comodidad que da la experiencia. Resumiendo, ¿por qué comparar? ¿y por qué elegir?

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