viernes, 29 de julio de 2016

"THE NIGHT MANAGER": la doble vida de Tom Hiddleston

El miércoles inicié mi particular repaso de las series que están nominadas en la próxima edición de los EMMY con “Master of None”, la comedia de Aziz Ansari presente en varias categorías importantes. Y hoy continúo el repaso con “The Night Manager”, la miniserie de la BBC británica de seis episodios dirigida por la oscarizada Susanne Bier y que en Estados Unidos emitió AMC.


“The Night Manager” está basada en una novela de John Le Carré (que ya ofrece ciertas garantías del producto al que nos estamos acercando) y nos acerca al personaje de Jonathan Pine, un ex soldado británico que durante la primavera árabe trabaja como gerente del turno de noche de un importante hotel de la capital egipcia. Eso le permite obtener cierta información sobre Richard Roper, un traficante de armas que está aprovechando la situación de inestabilidad política y social para hacer su particular agosto. Pine, con un gran sentido del deber y de la responsabilidad, pone dicha información en manos de una agencia inglesa de investigación, que le pide que se infiltre en el grupo de colaboradores cercanos de Roper con el objetivo de hacerlo caer y entregarlo a la justicia británica. 

Los tres primeros episodios están destinados a las presentaciones, el primero de ellos al personaje de Jonathan Pine, el segundo a Richard Roper y el tercero nos presenta la idea general de lo que cada uno de ellos se trae entre manos. Pero ninguno de los capítulos se olvida de ir construyendo poco a poco el resto de personajes, esa Angela  Burr obsesionada con hacer caer a Roper y esa Joel que parece no ser todo lo transparente que su pareja cree. Los otros tres episodios son los que realmente concentran el desarrollo de la trama y de los acontecimientos, con el telón político, social y económico que ejercen aquí casi de un personaje más. Roper tiene un trato para vender un cargamento de armas con el que espera obtener más de 300 millones de beneficios y Pine va a ser su as en la manga para conseguirlo. 


Todo esto está contado con buenas dosis de acción, muy al estilo James Bond (inevitable la comparación); y además, Bier sabe administrar la tensión y el suspense con cuentagotas de tal manera que es imposible dejar de verla a la mitad. Sin entrar en spoilers, en uno de los últimos episodios vemos tal despliegue de armamento y material pirotécnico militar que es imposible no quedarse con la boca abierta. Y no sólo por lo notable de la escena en sí sino por lo que cuenta entre líneas. 

Quizás el mayor gancho que ofrece “The Night Manager” es su reparto. Unos estupendos Tom Hiddleston (que parece vivir en un anuncio de Emidio Tucci constante) y Hugh Laurie secundados por unas no menos estupendas Olivia Colman y Elizabeth Debicki. La primera, una de las grandes actrices británicas a la que vimos en “Broadchurch” y la segunda está actualmente brillando con su papel protagonista en “The Kettering Incident” de la que hablaré aquí en el blog dentro de unas semanas cuando termine su primera temporada. Y ya en papeles más secundarios nos encontramos a Tom Hollander, David Harewood, Tobias Menzies o los españoles Antonio de la Torre, Marta Torné y Hovik Keuchkerian.


La serie destaca además, como no puede ser menos por parte de la BBC, por su cuidada estética. Una ambientación que presta especial atención a los detalles y una banda sonora compuesta por el español Víctor Reyes hacen del producto final una serie a la altura de las expectativas, que cumple no sólo en el apartado artístico sino también en el técnico y que además presenta una autopsia minuciosa de la sociedad capitalista y del funcionamiento de las agencias de inteligencia gubernamentales. Perfecta la sintonía de esta con otras series de espías que poco a poco se están poniendo de moda en televisión como “Homeland” o la maravillosa “The Honourable Woman”.

Reconozco que en su momento no vi “The Night Manager” por pereza más que por falta de tiempo. No me llamaba la atención ni su trama ni su reparto y la dejé en la carpeta de para después hasta que los EMMY se acordaron de ella en sus nominaciones (he de reconocer que el nuevo personaje de Tom Hiddleston como novio feliz de Taylor Swift también ayudó a que me animase). Y sinceramente, no sé si porque la serie es realmente buena (que lo es) o que yo inicialmente me acerqué a ella con más dejadez que entusiasmo, la disfruté desde el primer episodio hasta el último llegando a ver los seis episodios en un mismo día. Tiene un ritmo que sin ser frenético no da respiro ni un solo segundo y sus personajes están tan bien construidos que hacen que te metas en la historia de lleno desde el primer minuto. 

Una de las mayores sorpresas personales de la temporada que además ya tiene confirmada por parte de la BBC una segunda temporada. Esperaremos ansiosos. 


miércoles, 27 de julio de 2016

"MASTER OF NONE" y la generación Tinder

Cada año, cuando se anuncian las nominaciones a los EMMY, aprovecho para ponerme al día con esa series que han logrado llamar la atención de los votantes pero que por una u otra razón, yo no he podido ver. Como además dicho anuncio siempre se produce en época estival, el momento parece idóneo para ello. Y de entre las novedades de este año a las que aún no había podido echar un ojo, destaca “Master of None”, la serie creada y protagonizada por Aziz Ansari que NETFLIX estrenó hace ya ocho meses. Vistos ya los diez capítulos que componen la primera temporada, os cuento las razones por las que debemos al menos darle una oportunidad una de las comedias revelación de la temporada.


“Master of None” sigue las vivencias personales de Dev, un actor treintañero, con más pena que fortuna tanto en el terreno profesional como personal. Como actor lo único destacable que ha conseguido es un anuncio de TV y en el terreno amoroso no parece haber encontrado a la mujer con la que desea compartir su vida. Junto a sus amigos, nos va desgranando los aspectos más destacados de su experiencia vital, desde sus castings para hacer una película hasta las primeras citas con Rachel, la “chica perfecta”. Y eso precisamente es lo que hace única a “Master of None”, el hecho de tratar un tema distinto en cada capítulo, todos ellos, por supuesto, relacionados con las propias vivencias del protagonista. De este modo podemos encontrarnos un episodio entero centrado en el tema de la familia y su herencia india, otro en la búsqueda de su media naranja, otro en el feminismo, otro en la situación de las personas mayores y así hasta diez temas que van haciendo acto de presencia en cada episodio y que ayudan a hilar la historia general de Dev. Diferentes temas sobre los que, de manera apenas perceptible, Ansari nos hace reflexionar. 

Además presenta un retrato muy interesante sobre su generación y el modo en que los treintañeros de hoy en día se encuentran tan perdidos en el mundo actual como nunca había ocurrido en nuestra generación. Con el telón de fondo de la ciudad de Nueva York, que como siempre, ejerce de un personaje más en esta historia, descubrimos las carencias de una juventud, entre la que me incluyo, acomodada pero desorientada a la vez. Una generación, la de los millenials, tan centrada en YouTube, iTunes y WhatsApp que ha perdido la noción de la realidad y de lo que verdaderamente importa. Pero todo está planteado de una manera ligera y sin juicios, simplemente con escenas y diálogos que invitan a la reflexión de cada episodio.


Además del ya citado Aziz Ansari, la serie cuenta con Kelvin Yu, Eric Wareheim y Lena Whaite interpretando a los tres mejores amigos de Dev. Pero de todo el reparto, quien resulta más destacable es Noël Wells, actriz procedente del Saturday Night Live y que aquí encarna al interés amoroso de Dev. Una interpretación llena de frescura que hace que nos enamoremos del personaje en cuanto aparece en pantalla y que, con más miradas que diálogos, compone un personaje absolutamente enamorable. Mención aparte merecen los propios padres del protagonista que a pesar de no ser actores profesionales, resultan rematadamente entrañables.Además cuenta con gran cantidad de cameos de actores televisivos conocidos como Claire Danes y Noah Emmerich que interpretan a un matrimonio un tanto peculiar o Lynn Cohen, secundaria de lujo de la televisión y el cine norteamericano y que aquí hace de la abuela de Rachel encerrada en un geriátrico.

Sin llegar a ser desternillante, “Master of None” es de esas series que se ven con una sonrisa continua. Aquí no hay gags cada contados segundos como puede ser el caso de otra de las grandes comedias de NETFLIX, “Unbreakable Kimmy Schmidt" (también presente en los EMMY de este año), sino que el tono es mucho más ligero, más fresco y más simpático. Y además incluye ciertas pinceladas de crítica social, apenas perceptibles que hacen del producto final una serie fácil de ver y muy muy entretenida.


En la próxima gala de los EMMY, “Master of None” cuenta con un buen puñado de nominaciones. Las más importantes a mejor comedia y a mejor actor para su protagonista Aziz Ansari. También a mejor guión y mejor dirección por el episodio “Parents” centrado en su familia (sin duda, el mejor de todos). Y como decía al inicio del post, la primera temporada cuenta con diez episodios que con NETFLIX puedes maratonear a tu gusto ya que la duración de los capítulos es de menos de media hora, lo hace a la serie perfecta para su visionado del tirón. Además, ya está renovada por una segunda temporada, por lo que la historia de Dev y sus amigos aún tiene mucho que contar.


lunes, 25 de julio de 2016

Las preguntas de "LOOKING:THE MOVIE"

Cuando hace un año HBO anunció la cancelación de “Looking” tras sólo dos temporadas, muchos fuimos los que nos llevamos las manos a la cabeza. Vale que sus audiencias lo venían anunciando desde hacía tiempo, pero no por ello la noticia dejaba de ser dolorosa. Por eso cuando el canal anunció que al menos, la serie contaría con una TV movie final para dar cierre a las tramas de Patrick y sus amigos, respiramos tranquilos al saber que al menos, “Looking” contaría con un cierre digno y sin dejar las tramas a medias. Pues bien, dicha TV movie se emitió este pasado sábado y vamos a repasar ahora los mejores momentos de esta casi hora y media de capítulo final. Un repaso que va a estar lleno de preguntas, casi tantas como nos planteó este especial. Algunas de ellas tienen su respuesta. Otras tendremos que responderlas nosotros.


A partir de aquí, spoilers sobre si Patrick eligió a Kevin o a Richie.

EL NUEVO PATRICK

Patrick estaba de nuevo en San Francisco después de nueve meses. Tras los dos fracasos amorosos con Richie primero y Kevin después, Paddy tomó la decisión de cambiar de ciudad para empezar de cero lejos de los fantasmas de sus ex. Y el cambio parece haberle venido bien porque nos reencontramos con un protagonista totalmente renovado. Más maduro y más independiente, parece haberse despojado de la mojigatería de su viejo yo. Y buena prueba de ello es su encuentro sexual con un joven que, curiosamente, meses antes había optado al puesto que Patrick había dejado vacante. En una de sus conversaciones post sexo (las conversaciones y los diálogos siempre han sido lo mejor de la serie) el joven le aconseja quedar con Kevin para dejar atrás esa etapa. Y es que a la pregunta de ¿Funcionó lo de irte de San Francisco para olvidar? Patrick no sabe qué responder. 

LAS DUDAS DE AGUSTÍN

Uno de los personajes con una evolución más marcada a lo largo de estas dos temporadas ha sido el de Agustín. Hasta el punto de tener un pie en el altar. Pero a pesar de de haber sentado la cabeza tanto sentimental como profesionalmente, pocas horas antes sufre una crisis que pone en peligro la boda. ¿Qué pasa si a pesar de sentirse feliz al lado de Eddie tiene la sensación de no haber cumplido los objetivos y las expectativas que había puesto en sí mismo cuando era más joven? Y es que Agustín tiene miedo de haberse convertido en todo aquello que rechazaba en el resto de parejas gay: esa aproximación a la tradición heterosexual alejada de la libertad que él ideaba cuando era adolescente. Algo que Patrick intenta sacar de su mente con la idea de que su matrimonio no tiene por qué ser una película de Katherine Heigl sino que tiene la posibilidad de dar la forma que desee a su nuevo estatus sentimental. 


¿PATRICK Y DOM?

Dom, al que por fin empiezan a irle bien las cosas en el terreno profesional con su negocio de cocina, no puede decir lo mismo en el terreno sentimental. Su trabajo apenas le deja tiempo libre y el poco que tiene no está dispuesto a invertirlo en fracasos amorosos. Incluso cuando las oportunidades aparecen en bandeja como ese amigo de Eddie que está en la ciudad para la boda. ¿Pero qué pasaría en una hipotética relación entre este y Patrick? Al fin y al cabo ya habían mantenido un encuentro sexual antes de convertirse en mejores amigos. Y además de la atracción física, varios años de amistad a sus espaldas demuestran que son compatibles y que la cosa no podría salir del todo mal. ¿O acaso no compensa poner esa amistad en riesgo por algo que podría funcionar o no?

EL REENCUENTRO CON KEVIN

Tal y como su joven amante le había aconsejado, si verdaderamente Patrick quería cerrar las viejas heridas tenía que enfrentarse a uno de los momentos más dolorosos. Con la excusa de ceder los derechos sobre la aplicación que tenían juntos, Paddy queda con Kevin antes de ir a la boda de Agustín. Kevin le cuenta que ha retomado su relación con Jon tras haber acudido a terapia para solucionar sus problemas. Y además está pensando en dejar atrás su etapa de San Francisco para volver a Londres, tras lo cual ofrece su puesto de trabajo a Patrick (y con él la posibilidad de volver a la ciudad). Descubrimos entonces a un Kevin aún dolido por la marcha de Patrick que no duda en echarle en cara que lo que este hizo no fue irse para empezar de cero, sino huir. Huir de él y huir de la posibilidad de tomar los riesgos necesarios para que lo suyo saliese bien. 

- ¿Realmente crees que lo nuestro habría funcionado?
- Realmente creo que al menos deberíamos haberlo intentado.

Pero Patrick, demostrando que verdaderamente ha dejado atrás su etapa con Kevin, se despide de él con la certeza de que ese capítulo se ha terminado.


LA DECISIÓN DE PATRICK

Ya casi al final, vemos una de las mejores escenas de este especial. En la celebración de la boda de Agustín y Eddie todos bailan agarrados a su pareja mientras Patrick, pensativo, tiene la mirada puesta en la puerta esperando lo imposible. Pero cuando lo imposible aparece por la puerta, comprendemos que Patrick y Richie estaban destinados a acabar juntos y que a pesar de que este último tiene pensado dejar también la ciudad para intentarlo lejos de donde lleva viviendo toda la vida, ambos están dispuestos a hacer que lo suyo funcione. 

“Looking: The Movie” ha dado un cierre a la altura de lo que los fans esperábamos. Un final, como decía antes, lleno de preguntas y reflexiones. Acerca de lo difícil que es saber cuando se está haciendo lo correcto o de lo fácil que es dejar que el pasado llene de mierda el presente. Acerca de cómo a veces por error encontramos algo que ni siquiera estábamos buscando o de cómo un error nos ayuda a encontrar la respuesta de algo que ni siquiera nos estábamos preguntando. O creíamos que no nos estábamos preguntando. Porque tal y como dice uno de los personajes en una de las escenas finales: “sólo porque tengas la sensación de que no necesitas algo, no quiere decir que verdaderamente no lo necesites”.

viernes, 22 de julio de 2016

Las claves de "STRANGER THINGS"

El pasado viernes NETFLIX ponía a disposición de sus abonados los ocho capítulos que componen la primera temporada de “Stranger Things” y pocas horas después, esta serie creada por los hermanos Duffer (guionistas de “Wayward Pines”) ya se había convertido en el fenómeno seriéfilo del verano. Unos atraídos por lo retro de la propuesta y otros por el reclamo de una actriz protagonista convertida en icono de la cultura pop de hace un par de décadas. Repasemos ahora estas y otras razones por las que “Stranger Things” es la serie de la que todo el mundo habla. Y lo hago, sin spoilers.


NOSTALGIA

En un momento en el que lo ochentero y lo noventero empieza a reivindicarse tanto cultural como social, musical o estilísticamente, era cuestión de tiempo que alguien pusiese sobre la mesa un proyecto tomando por un lado las referencias pop de la década de los ochenta y por otro, una de las actrices más icónicas de los noventa. “Stranger Things” tiene todo lo que nos atrajo de “Los Goonies”, “The Breakfast Club”, “E.T. el extraterrestre” o “Poltergeist”. Como si metiésemos en una coctelera los ochentas de Robert Zemeckis, Stephen King y por supuesto Steven Spielberg. Algo que ya intentó JJ Abrams hace unos años con “Super 8” pero cuyo resultado ahora parece más completo, más disfrutable. 

Bien es cierto que entre tanto homenaje, hay pocas cosas en “Stranger Things” que resulten enteramente novedosas u originales, pero es que los hermanos Duffer tampoco lo pretenden. Y eso es uno de los grandes aciertos de la propuesta, el hecho de ofrecer un producto entretenido, honesto y disfrutable desde el primer episodio hasta el último.


REPARTO

A ver, siendo sinceros, Wynona está horrorosa. Mueve los ojos como una Marujita Díaz puesta de crack hasta las orejas y mueve las manos como cuando Esperanza Gracia te cuenta lo que te inquieta, te atormenta o te perturba. Pero cuando digo que los actores están fantásticos me refiero principalmente al reparto infantil y juvenil. El grupo de niños, al más puro estilo “Los Goonies” es realmente sensacional. Cada uno de ellos tiene asumido su rol, bien sea el de gracioso, el de líder o el sensible. Pero todos ellos encajan perfectamente a la hora de crear una sensación de camaradería y amistad verdadera que traspasa la pantalla. 

Mención aparte merece la pequeña Millie Bobby Brown, que con una mirada expresiva y media docena de palabras le aguantaría el primer plano al mismísimo Clint Eastwood. Su personaje, Eleven, es uno de los aspectos mejor elaborados de “Stranger Things” y el hecho de contar con una joven con tanto talento hace elevar la nota media del resultado final.


SELECCIÓN MUSICAL

En Spotify ya proliferan las listas que recogen las canciones que aparecen el los diferentes episodios de la serie. Algunas de ellas con casi 5000 seguidores. Y es que no puede haber serie ambientada en los ochenta que no utilice adecuadamente la banda sonora de aquella época. Si no que se lo digan a “The Americans”.

Desde el “Africa” de Toto al “Waiting for a girl like You” de Foreigner. Pasando por “Atmosphere” de Joy Division o la versión de Peter Gabriel del “Heroes” de Bowie. Algunas de ellas forman parte incluso de las tramas como el “Should I stay or should I go” de The Clash. Y ese “When it´s cold I´d like to die” de Moby que suena de manera extra diegética en una de las escenas claves de la serie y que te deja literalmente los pelos de punta.


COMBINACIÓN ENTRE CIENCIA FICCIÓN Y AVENTURA

Con una premisa tan sencilla como la búsqueda de un niño desaparecido por parte de su madre, su hermano o su grupo de  amigos, la serie establece un ritmo que sin ser frenético tiene buen pulso a la hora de ir intercalando escenas en las que monstruos a lo “Alien” campan a sus anchas por los bosques de la ciudad con escenas de persecuciones sobre ruedas a lo “E.T. el extraterrestre”. Y entre medias algún que otro susto para que no te relajes.

Y si bien podemos decir que los ocho episodios tienen momentos memorables, son los dos últimos los que van a hacer que “Stranger Things” se convierta en una de tus series favoritas de la temporada. Buen ritmo, escenas emotivas que te hacen llorar para acto seguido sacarte una sonrisa y un buen puñado de guiños retro para despedir la historia de unos personajes a los que acabas de conocer (en mi caso hacía horas, teniendo en cuenta que me vi la serie prácticamente del tirón) pero con los que ya no puedes evitar simpatizar o directamente, sentirte identificado.

Por todas estas razones (además de francamente, una potente campaña publicitaria que hace casi imposible evitar en YouTube alguno de los tráilers de la serie), “Stranger Things” se ha convertido en uno de los productos preferidos por el público para esta temporada estival. Público que por cierto ya pide una segunda temporada y que a pesar de que NETFLIX aún no se ha pronunciado de manera oficial, parece que el canal de streaming no va a tardar en confirmar teniendo en cuenta el buen funcionamiento del boca-oreja que ha tenido.


miércoles, 20 de julio de 2016

La revolución continúa en "MR ROBOT"

Después de una eterna espera de casi un año (reconozco que en mi caso ha sido menor ya que no me acerqué a la serie hasta su triunfo en la última edición de los Globos de Oro) “Mr Robot” regresó el pasado miércoles a nuestras vidas con un episodio doble y sin perder un ápice de la paranoia con la que nos dejó el final de su primera temporada. Y además, lo hace revalidando su título de serie revelación del año pasado con varias nominaciones a los EMMY, entre ellas a mejor actor para Rami Malek y a mejor serie dramática.


A partir de aquí, spoilers del estreno de la segunda temporada de “Mr Robot”.

Recuperamos a nuestro protagonista un mes después de que FSociety ejecutara su plan. Este ha tomado la decisión de volver a vivir con su madre para recuperar el equilibrio que había perdido y para ello establece una férrea rutina con el objetivo de retomar el control sobre su vida. Acudir dos veces por semana a un grupo de terapia religiosa, mantenerse totalmente alejado de cualquier conexión con la tecnología o los medios de comunicación, escribir un diario con todos sus movimientos y sensaciones y comer diariamente con su nuevo amigo Leon son algunas de sus rutinas para poder devolver la normalidad a su vida y sobre todo para poder mantener a Mr Robot fuera de su mente. No le resultará nada fácil ya que este no está dispuesto a dejarse arrinconar y aprovecha cada una de las debilidades de Elliot para dispararle en la cabeza con el objetivo de hacerle ver que aún sigue ahí, dispuesto a hacerle ver su presencia.

Por otro lado tenemos a Darlene que, aún dolida por la repentina desaparición de Elliot, se ha hecho con el liderazgo de FSociety y que sigue dispuesta a acabar con E Corp cueste lo que cueste. Los medios de comunicación aún se hacen eco del caos generado por su ciberataque y el presidente Obama recalca una y otra vez el estado de emergencia en el que se encuentra la economía del país. El siguiente paso es un nuevo ataque que consiste en obligar a un directivo de E Corp, en este caso Scott Knowles, a entregar 5,9 millones de dólares en un parque para luego obligarlo a prender fuego al dinero delante de todos los transeúntes que circulan por los alrededores y que se convierte en noticia de portada de todos los informativos. Pero sin duda el peor parado es el pobre Gideon, jefe de AllSafe, la empresa de seguridad que trabajaba para E Corp en el momento del ataque ejecutado por FSociety y que tenía entre sus empleados al propio Elliot. Con el FBI pegado a su culo, no duda en acudir al propio protagonista en busca de respuestas y de ayuda, pero tras la negativa de este, es abatido de un tiro en la cabeza por un desconocido en un bar.


Y como cada uno tiene su propia manera de reflejar el dolor, Joanna, ante la desaparición de su marido Tyrell decide refugiarse en el sadomasoquismo para mitigar su desgracia mientras que su marido, a pesar de no aparecer físicamente en pantalla en ningún momento, parece salpicar cada una de las escenas del episodio. ¿Es él quien deja esa caja de música en la puerta de la casa de su esposa? ¿Es él quien llama a Elliot en la última escena del capítulo (si es que esa llamada no es fruto de la imaginación del propio Elliot?

“Mr Robot” ha vuelto haciéndonos dudar de la realidad más incluso de lo que había conseguido en su primera temporada. ¿Cuál de las supuestas verdades que se nos cuentan a lo largo del doble episodio es la cierta? ¿Es Leon real o es fruto de otra de las paranoias del protagonista? Llegados a este punto no nos queda más remedio que dudar de todas y cada una de las historias que rodean al personaje de Elliot. Por si fuera poco, tenemos a una Angela totalmente irreconocible que ha dejado de ser la dulce e inocente cuidadora de Elliot en la primera temporada, y a un nuevo personaje, Dominique DiPierro (interpretado por Grace Gummer, hija de Meryl Streep a la que hemos visto en “Extant”, “American Horror Story” o “The Newsroom”) interpretando a una agente del FBI dispuesta a llegar a cualquier precio al fondo del asunto del ciber ataque de FSociety.


Y es de agradecer que Sam Esmail construya alrededor de la complicada mente de Elliot un drama tan estimulante y tan lleno de conspiraciones, paranoia (sí, lo sé, repito mucho esta palabra para referirme a “Mr Robot”), reflexiones sobre los límites de nuestro consumismo y críticas acerca del sistema de sociedad en la que vivimos. El propio Christian Slater, el Mr Robot en la mente de Elliot, en una entrevista afirmaba que esta serie ha hecho que se haya planteado muchas cosas acerca del mundo que le rodea. La pregunta que nos hacemos nosotros ahora es ¿también lo haremos nosotros?


lunes, 18 de julio de 2016

Vivir al margen de la sociedad: "OUTSIDERS"

Hace un par de semanas encontré por casualidad un reportaje de Vulture escrito hace unos cuantos meses en el que intentaban explicar la razón por la que un canal como WGN America que acaba de iniciarse en el mundo de la ficción, había conseguido en tan poco tiempo productos de tan notable calidad como “Manhattan”, “Underground” u “Outsiders”. Básicamente contaban que el canal había optado por contar historias que no se habían contado antes o que apenas se habían visto reflejadas en televisión, utilizando para ellos dos potentes armas: los guiones y el diseño de producción (si os interesa podéis leerlo aquí). Por ello decidí acercarme a las dos últimas series antes mencionadas. De la primera ya os hablé hace unos días, y de la segunda, a continuación.


“Outsiders” nos cuenta la historia de los Farrell, un clan que vive en una colina de los Apalaches desde hace varios siglos, apartados del resto de la ficticia ciudad de Blackburg. Tienen su propia sociedad jerárquica montada de tal manera que no necesitan de ningún tipo de conexión con el exterior para poder sobrevivir. De hecho son extremadamente celosos de su privacidad y no aceptan que sus miembros mantengan contacto con la sociedad foránea. Por ello, el regreso de Asa Farrell, quien abandonó el clan hace años pero que ahora está dispuesto a regresar no va a ser bien visto por casi ningún miembro de los outsiders.

El regreso de Asa coincide con el interés de una compañía minera por los terrenos en los que se asienta el clan. Pero para ello, obviamente, necesitan que estos abandonen su localización, algo contra lo que están dispuestos a luchar con uñas y dientes. Por si fuera poco, la matriarca del clan, Lady Ray Farrell está viviendo sus últimos días y su hijo Big Foster está deseando alzarse con el mando utilizando la violencia o la extorsión en caso de que sea necesario. Y entre tanta lucha de ambición y poder, Kyle, uno de los más jóvenes del asentamiento, vive su primera historia de amor al estilo “Romeo y Julieta” con Sally-Ann una afroamericana que trabaja como dependienta en uno de los supermercados de la ciudad al que Kyle acude a robar. 


El reparto cuenta está encabezado por David Morse, actor con un amplio recorrido en cine (“La Milla Verde”, “La Roca” o “En Tierra Hostil”) y televisión (“Treme”). Le acompañan Ryan Hurst, visto en “Sons of Anarchy” o más recientemente en “Bates Motel”, Kyle Gallner (“Veronica Mars”), Joe Anderson (el Mason Verger de “Hannibal”) y Thomas M Wright (“The Bridge”, “Top of the Lake”). Este último interpreta, literalmente, al sheriff más inútil que se ha visto nunca en televisión. Todos ellos, además de un amplio reparto de secundarios consiguen reflejar fielmente esa dualidad entre el mundo de los outsiders y de los ciudadanos de Blackburg.

“Outsiders” recuerda desde el minuto uno a “Sons of Anarchy”, en su estructura, en su tratamiento de la testosterona, de la ambición y del sentido de grupo más cercano al clan que a la concepción tradicional de familia. Y es que a pesar de vivir sin internet, sin móviles, sin televisión y ni siquiera agua corriente, los elementos diferenciadores entre esa sociedad civilizada en la que vivimos y la que ellos mismos han creado, guarda más similitudes que diferencias. Por mucho que decidan vivir ajenos a la sociedad, el clan vive sus propias luchas de poder, sus rivalidades, sus disputas familiares y sentimentales igual que lo que ellos denominan “sociedad corrompida”. Y ese es un tema en común que tienen ambos shows.


Si bien en un inicio el planteamiento me resultó realmente original, el desarrollo de los episodios demostró que “Outsiders” es bastante más convencional de lo que me esperaba. La lucha de poder ya la hemos visto en múltiples ocasiones y la historia de amor imposible es de lo más manido en cualquier serie de televisión. Quizás lo más interesante resulta ver ese conjunto de tradiciones y de ritos que mantienen los Farrell y compañía. Pero lo que es peor es que a pesar de contar con un amplio reparto, ninguno de los personajes femeninos tiene entidad ni carisma. Están ellas absolutamente desdibujadas frente a un grupo de personajes masculinos realmente notables. No deja, a pesar de todo esto, de ser “Outsiders” un notable entretenimiento con un buen ritmo y unas interpretaciones a la altura de lo esperado. Destacable también la estética de la serie que crea una entidad propia para el clan a base de retazos de hippies, moteros y vikingos.

Cuando se estrenó allá por finales de enero, “Outsiders” consiguió batir el récord de audiencia del canal logrando unos notables 1,5 millones que alcanzaron los 5,5 sumando el Live+7. Esto confirma el buen camino que está tomando el canal a la hora de desarrollar sus proyectos de ficción. “Outsiders” ya ha sido renovada por una segunda temporada pero antes de eso, seguiremos atentos a ver qué novedades nos trae después del verano, entre ellas la tercera temporada de “Salem”.


jueves, 14 de julio de 2016

Nominaciones EMMY 2016

Hace unas pocas horas que se anunciaron las nominaciones a los EMMY y aquí en el blog os repasamos a continuación los nominados en las principales categorías. Si queréis la lista completa de candidaturas y sus respectivos nominados pinchad aquí.



MEJOR SERIE DE COMEDIA

Modern Family (ABC)
Veep (HBO)
Black-ish (ABC)
Silicon Valley (HBO)
Master of None (Netflix)
Transparent (Amazon)
Unbreakable Kimmy Schmidt (Netflix)

MEJOR SERIE DE DRAMA

Downton Abbey (ITV)
The Americans (FX)
Juego de Tronos (HBO)
House of Cards (Netflix)
Mr. Robot (USA Network)
Better Call Saul (AMC)
Homeland (Showtime)

MEJOR MINISERIE

Fargo (FX)
American Crime (ABC)
The People vs OJ Simpson (FX)
The Night Manager (BBC One)
Roots (History Channel)

MEJOR PELÍCULA PARA TELEVISIÓN

A very Murray Christmas (Netflix)
All the Way (HBO)
Confirmation (HBO)
Luther (BBC One)
Sherlock: The Abominable Bride (BBC)

MEJOR ACTOR DE COMEDIA

Anthony Anderson por Black-ish
Aziz Ansari por Master of None
Thomas Middleditch por Silicon Valley
William H. Macy por Shameless
Will Forte por The Last Man on Earth
Jeffrey Tambor por Transparent

MEJOR ACTRIZ DE COMEDIA

Ellie Kemper por Unbreakable Kimmy Schmidt
Julia Louis-Dreyfus por Veep
Laurie Metcalf por Getting on
Lily Tomlin por Grace and Frankie
Amy Schumer por Inside Amy Schumer 
Tracee Ellis Ross por Black-Ish

MEJOR ACTOR DE DRAMA

Rami Malek de Mr Robot
Kevin Spacey por House of Cards
Mattthew Rhys por The Americans
Bob Odenkirk por Better Call Saul
Kyle Chandler por Bloodline
Liev Schreiber por Ray Donovan

MEJOR ACTRIZ DE DRAMA

Viola Davis por How to get away with Murder
Traraji P. Henson por Empire
Claire Danes por Homeland
Tatiana Maslany por Orphan Black
Keri Russell por The Americans
Robin Wright por House of Cards

MEJOR ACTOR DE REPARTO DE COMEDIA

Ty Burrell por Modern Family
Andre Braugher por Brooklin Nine-Nine
Louie Anderson por Baskets
Tony Hale por Veep
Keegan-Michael Key por Key & Peele
Tituss Burgess por Unbreakable Kimmy Schmidt
Matt Walsh por Veep

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO DE COMEDIA

Judit Light por Transparent
Allison Janney por Mom
Anna Chlumsky por Veep
Kate McKinnon por Saturday Night Live
Niecy Nash por Getting On
Gaby Hoffmann por Transparent

MEJOR ACTOR DE REPARTO DE DRAMA

Peter Dinklage por Juego de Tronos
Jon Voight por Ray Donovan
Kit Harington por Juego de Tronos
Jonathan Banks por Better Call Saul
Ben Mendelsohn por Bloodline
Michael Kelly por House of Cards

MEJOR ACTRIZ DE REPARTO DE DRAMA

Lena Headey por Juego de Tronos
Maura Tierney por The Affair
Maisie Williams por Juego de Tronos
Emilia Clarke por Juego de tronos
Constance Zimmer por UnREAL
Maggie Smith por Downton Abbey

MEJOR ACTRIZ DE MINISERIE

Kerry Washington por Confirmation
Felicity Huffman por American Crime
Sarah Paulson por The People vs OJ Simpson
Kirsten Dunst por Fargo
Lily Taylor por American Crime
Audra McDonald por Billie Holiday: Lady Day at Emerson´s Bar and Grill

MEJOR ACTOR DE MINISERIE

Cuba Gooding Jr por The People vs OJ Simpson
Bryan Cranston por All the Way
Benedict Cumberbatch por Sherlock: The Abominable Bride
Idris Elba por Luther
Tom Hiddleston por The Night Manager
Courtney B Vance por The People vs OJ Simpson

MEJOR ACTRIZ SECUNDARIA  EN MINISERIE O TV MOVIE

Sarah Paulson por American Horror Story: Freak Show
Jean Smart por Fargo
Kathy Bates por American Horror Story: Hotel
Regina King por American Crime
Melissa Leo por All the Way
Olivia Colman por The Night Manager

MEJOR ACTOR SECUNDARIO EN MINISERIE O TV MOVIE

Sterling K Brown por The People vs OJ Simpson
Hugh Laurie por The Night Manager
Jesse Plemons por Fargo
David Schwimmer por The People vs OJ Simpson
John Travolta por The People vs OJ Simpson
Bokeem Woodbine por Fargo



CURIOSIDADES
  • Por fin, los EMMY reconocen la calidad de The Americans, que suma nominación en Mejor Drama junto con sus dos intérpretes principales: Matthew Rhys y Keri Russell, además de la ya habitual a mejor actriz invitada para Margo Martindale.
  • Juego de Tronos reafirma su condición de favorita ganado nominaciones interpretativas para Kit Harington, Max von Sydow y Maisie Williams. Dinklage, Headey y Clarke repiten.
  • No ha habido suerte para Outlander a pesar de la intensa campaña promocional que habían llevado a cabo. Ni Caitriona Balfe a mejor actriz  ni la propia serie a Mejor Drama han conseguido la nominación.
  • La campaña que sí parece haber funcionado es la de Mr Robot que ha conseguido las nominaciones a Mejor Drama y Mejor Actor para Rami Malek.
  • Pleno total para The People vs OJ Simpson que ha arrasado tanto en las categorías interpretativas como en las de dirección y guión. Ya va siendo hora de darle a Sarah Paulson ese EMMY que tanto se lleva mereciendo desde hace años.
  • Ni Penny Dreadful ni Crazy Ex-Girlfriend han conseguido las tan merecidas nominaciones para sus actrices principales Eva Green y Rachel Bloom, Una verdadera lástima.
  • Juego de Tronos consigue la friolera de 23 nominaciones, convirtiéndose en la más nominada de este año. Le sigue de cerca The People vs OJ Simpson con 22 y Fargo con 18.
  • HBO sigue siendo la cadena que consigue más nominaciones, un total de 94, seguida por FX con 56 y Netflix con 54.
  • The Good Wife se despide por la puerta de atrás fuera de las nominaciones en las categorías principales. Christine Baranski se despide de uno de sus mejores personajes sin lograr la estatuilla para su Diane Lockhart. En cambio, consigue la nominación a actriz invitada en comedia por The Big Bang Theory.
  • Constance Zimmer consigue la nominación a mejor actriz de reparto en drama por su magnífico papel en UnREAL. Sin embargo, la serie, y su protagonista Shiri Appleby se quedan fuera. 

miércoles, 13 de julio de 2016

"THE NIGHT OF": la noche en cuestión

Hace tres años conocíamos que el canal HBO y James Gandolfini, mundialmente conocido entre otros papeles por haber interpretado a Tony Soprano en la serie de ese mismo canal, estaban preparando un nuevo proyecto en común, la adaptación estadounidense de la serie “Criminal Justice” de la BBC británica. Desgraciadamente, la repentina muerte del actor impidió que llegásemos a ver el resultado de esa nueva unión. Pero el canal decidió seguir adelante con el proyecto cubriendo la baja del recién fallecido Gandolfini con John Turturro, habitual del cine de los hermanos Coen. El resultado, que lleva el nombre de “The Night of”, por fin se estrenó este pasado domingo.


En una misma noche, Naz pasa de ser un joven de origen pakistaní inocente y de intachable expediente académico a presunto culpable de asesinato. Todo empieza cuando toma prestado el taxi de su padre sin su consentimiento para dar una vuelta por la ciudad. Ahí conoce a Andrea, una joven de aire melancólico que se sube al taxi con la intención de salir de la ciudad. La conexión entre ambos es evidente y Andrea lleva a Naz a su casa donde tras una serie de juegos de dudosa diversión, mantienen relaciones sexuales. A la mañana siguiente, cuando Naz se despierta con la intención de regresar a su casa antes de que sus padres descubran que se ha ido con el taxi, descubre que la joven ha sido acuchillada en múltiples ocasiones. Y ahí es donde empieza la pesadilla del protagonista.

Naz decide huir, sin darse cuenta que por mucho que huya, hay cantidad de pruebas que llevan hasta su nombre: huellas dactilares, restos de sangre, cámaras de vigilancia en gasolineras y peajes y testigos que han visto a la pareja en varios puntos de la ciudad. Poco después es detenido por la policía por conducción temeraria y cuando ya iba a ser trasladado a comisaría (seguramente para una amonestación y poco más), la patrulla recibe el aviso de un allanamiento de morada. Precisamente la casa donde él pasó la noche con Andrea. Tras varias horas, es finalmente llevado a comisaría donde no tardan en descubrir la relación de este con el asesinato de la joven. Ya en el calabozo conoce a Jack Stone, un taciturno abogado de oficio que no tarda en aceptar su caso sin saber apenas de qué se le acusa. 


El episodio piloto logra conseguir una sensación de desasosiego e incomodidad como pocas veces había logrado una serie de televisión. Desde el principio sabes que algo malo va a pasarle a Naz. Y según van pasando los minutos esa sensación se va confirmando con un montón de decisiones que va tomando el protagonista que, quizás en su misma situación nosotros también habríamos tomado, pero que visto desde fuera, como espectador, resultan de inocente principiante. Quizás eso, esa inocencia a punto de terminar por culpa de estar en el lugar equivocado en el momento equivocado sea lo que provoca mayor agobio en el espectador. Y si a ello sumamos la burocracia de un sistema corrupto y el racismo tan presente ahora en la sociedad norteamericana, no hay duda de que nos encontramos ante una bomba a punto de estallar. Y el pobre e inocente Naz tiene todas las papeletas para ser el portador de dicha bomba en el momento de la explosión.

Es inevitable pensar en “American Crime” al hablar de “The Night of”. Crudeza y frialdad son dos adjetivos que se pueden aplicar a ambas series de televisión. Y además las dos narran la historia prestando especial atención a los detalles, de forma aséptica, tomándose su tiempo y con sumo cuidado para que el espectador no pierda ningún detalle dejándose llevar por sentimentalismos lacrimógenos. Sin embargo, “The night of” cuenta además con ese toque HBO (del buen HBO) que le otorga al resultado final cierto aire de grandeza que puede jugar como arma de doble filo. Desde luego, si el resto de capítulos están a la altura, puede que estemos ante uno de los mejores proyectos del año de la cadena.


Además del ya citado Turturro, el reparto cuenta con un grupo de caras menos conocidas. Nasir Khan, al que hemos visto en “Nightcrawler” y “The road to Guantanamo” (y que estará en “Rogue One”, la próxima de “Star Wars”) interpreta al joven Naz. Max Casella (“Los Soprano”, “Boardwalk Empire”), Paul Sparks (“House of Cards”, “The Girlfriend Experience”) y Sofia Black D´Elia (“Gossip Girl”, “Skins”) completan el reparto principal de esta miniserie que contará inicialmente con ocho episodios. Detrás de la cámara nos encontramos a Steven Zaillian, guionista y director ganador del Oscar por el guión de “La lista de Schindler” y que aquí ejerce labores de dirección y acompaña en la producción a Richard Price, guionista entre otros proyectos, de “The Wire” y “El color del Dinero”.

Si bien HBO nunca ha dejado de ser referencia de calidad televisiva, es cierto que en los últimos años no ha tenido buena fortuna en sus últimos proyectos, especialmente en el terreno del drama. La recién cancelada “Vinyl” y los descalabros de “True Detective” y “Luck” han pasado factura al canal que espera como agua de mayo los estrenos de “Westworld” para este otoño y de “The Deuce” (lo nuevo de David Simon) para el año que viene para revitalizar su parrilla televisiva teniendo en cuenta que a su serie estrella “Game of Thrones” le quedan nada más que 13 episodios. De momento parece que “The night of” ayuda a tomar algo de aliento a la cadena. 


lunes, 11 de julio de 2016

La batalla de Culloden llegó a "OUTLANDER"

Después de un parón de una semana (que ha supuesto una total crueldad por parte de STARZ y sus programadores) “Outlander” despidió este pasado sábado su segunda temporada con un capítulo especial de hora y media de duración que sirvió para despedirnos de Claire y compañía hasta su regreso en 2017. Un episodio que ha cerrado una parte importante de la trama (y ha planteado las bases para la siguiente) y que ha servido de despedida para uno de los personajes claves hasta ahora.

A partir de aquí, spoilers del final de la segunda temporada de “Outlander”.

El capítulo, narrado en dos tiempos, se centró por un lado en los momentos previos a la ya famosa batalla de Culloden (eje argumental de esta segunda temporada) y por el otro en la situación familiar, vital y sentimental de Claire dos décadas después de que el círculo de piedra de Craigh na Dun la llevasen de vuelta al siglo XX. Y este segundo enclave temporal ha sido el que ha hecho de “Dragonfly in amber”, el nombre de este episodio que sirve como season finale, uno de los capítulos más emocionantes de la serie.

Nos encontramos a Claire y su ya veinteañera hija Brianna acudiendo al funeral del reverendo Wakefield donde se reencuentran con Roger (al que conocimos fugazmente de niño en el inicio de temporada). Este las convence para pasar la noche allí en lugar de emprender el camino de vuelta de noche. Así, al día siguiente, mientras Claire recorre alguno de los enclaves que marcaron su paso por la Escocia del siglo XVIII, los dos jóvenes que parecen haber hecho muy buenas migas aprovechan para conocer los rincones más bonitos de esta tierra. Brianna le cuenta a Roger su preocupación sobre el pasado de su madre y juntos deciden investigar acerca de la vida de esta antes de mudarse a Boston con Frank. Por el camino conocen a Geillis Duncan que recordemos que es la mujer que fue acusada de brujería junto con Claire en la primera temporada y que murió quemada en la hoguera. 


En dichas pesquisas, Brianna descubre la desaparición de su madre durante tres años. Fecha que coincide con el momento en el que fue engendrada, por lo que no duda en acusar a su progenitora de adúltera. En ese momento, Claire que hasta ahora había guardado total secreto sobre lo ocurrido en su viaje en el tiempo por respeto a la memoria de Frank, se sincera con su hija y le cuenta todo lo sucedido, algo que esta no duda en tachar de invención y de deshonra a la memoria de su padre. Claire que acababa de descubrir a la joven Geillis, decide llevar a su hija a Craigh na Dun no solo con la intención de demostrar su verdad sino con la de detener el viaje en el tiempo de Geillis. Fracasan en lo segundo pero por fin Claire logra demostrarle a su hija que todo lo que le había contado es cierto. Esta por su parte, le confiesa que en las investigaciones que ha llevado a cabo con Roger, ha descubierto que Jamie logró salir de vida de la batalla de Culloden.

Por su parte, en el siglo XVIII tanto Claire como Jamie son plenamente conscientes de que la batalla de Culloden está perdida tras el fracaso por cambiar el curso de la historia a lo largo de esta temporada. Por ello toman la decisión de matar al príncipe Carlos Estuardo. De esta manera evitarán la masacre contra los Fraser y el resto de clanes. Pero en su camino se interpone el propio Dougal que al escuchar la traición que Claire y Jamie están planeando, ataca a este perdiendo la vida en la pelea. Jamie decide entonces velar por la seguridad de su esposa y la lleva de nuevo a Craigh na Dun devolviéndola al siglo XX. Justo al momento en que se inició el primer capítulo de esta temporada. 


A pesar de que en un principio no consideré necesario una season finale de 90 minutos, lo cierto es que al episodio no le sobra ni un solo segundo. Todas las piezas puestas sobre la mesa durante estas dos temporadas, acaban encajando a la perfección y a pesar de algún momento pueda estar algo forzado (como ese polvo en las ruinas justo antes de la despedida), el episodio tiene una fuerza y una naturalidad que resultan sencillamente sensacionales. Y gran parte de ese mérito es sin duda el personaje de Claire y obviamente la actriz que lo interpreta, Caitriona Balfe. Si bien nunca he puesto en duda la idoneidad de esta para el papel, este capítulo sirve para desbaratar cualquier tipo de argumento que se puede establecer en su contra. Cada escena, cada primer plano y cada lágrima rezuman verdad y eso es algo que como espectador resulta emocionante. Esa despedida de Jamie frente a la lápida de los Fraser nos hace ver a una mujer que desde entonces ha vivido atrapada por el recuerdo de un amor del que no ha sabido desprenderse. Y eso es algo que Balfe ha conseguido expresar magistralmente. 

Esta segunda temporada ha tenido sus altibajos. Sus momentos buenos y sus momentos que no lo han sido tanto. Quizás la trama de Francia fue algo decepcionante (probablemente más por el resultado del plan de Claire y Jaime que por la calidad del episodio en sí) , pero lo cierto es que esa parte era inevitable si se quería ser fiel al original de Diana Gabaldón en el que se basan. Las tramas han estado algo dispersas en esa primera mitad y el exceso de personajes provocó que el algún momento perdiésemos la magia que suponen los dos personajes de Claire y Jamie juntos. Pero incluso en esos momentos, “Outlander” ha sabido regalarnos grandes escenas como la pérdida del bebé de Claire o la fiesta en casa de la pareja protagonista que acaba en cómica batalla campal. Una muy notable segunda temporada en mi opinión. 


Como ya sabemos desde hace varias semanas, “Outlander” ya está renovada no solo para una tercera, sino también para una cuarta temporada, por lo que la espera hasta el año que viene merecerá la pena. Y después de haber visto la espectacular recreación de Francia de la primera mitad de esta segunda temporada, no cabe duda que la tercera (cuya trama transcurre principalmente en un barco en alta mar) mantendrá el nivel de lo vivido hasta ahora. No nos falles, Claire.

viernes, 8 de julio de 2016

"PAQUITA SALAS": abracemos el paquitismo

En 2013, Javier Ambrossi y Javier Calvo, conocidos ya como los Javis y curtidos en proyectos televisivos como “Sin Tetas no hay Paraíso”, “Arrayán” o “Física o Química” se lanzaron al mundo de la producción teatral con “La llamada”, un musical que empezó en el off del Teatro Lara y que acabó convirtiéndose en una de las revelaciones del teatro musical de la temporada y que a día de hoy aún se sigue representando cada fin de semana en el mismo teatro. No sólo eso sino que además ha saltado el charco a Méjico y están preparando la adaptación cinematográfica. ¿Su argumento? María acude con su mejor amiga Susana a “La Brújula” un campamento cristiano de verano. Ambas son adictas al reggaetón y tienen un grupo llamado “Suma Latina”. Durante las noches que pasa allí empieza a recibir las apariciones de Dios, que se le presenta a ritmo de Whitney Houston


Con este argumento tan peculiar era de esperar que su siguiente proyecto levantase precisamente la expectación que ha levantado. Los pocos que habían tenido la oportunidad de ver “Paquita Salas” antes de su estreno se encargaban de elevar el hype por las nubes hasta tal punto que Flooxer, la plataforma online de contenidos de Atresmedia decidió adelantar el estreno del primer episodio inicialmente previsto para septiembre a este pasado miércoles. Paquita llegó a nuestras vidas coronándose como trending topic. Algo que seguramente ella desconozca lo que es.

Antes de seguir leyendo, y si aún no has visto el primer episodio de “Paquita Salas”, pincha aquí y vuelve dentro de media hora. Me lo agradecerás.

Paquita es representante. En su agencia “PS” lleva desde los 90 representando a artistas e intérpretes y lanzando al estrellato a las caras más conocidas del panorama actual español. O eso dice ella. Ahora, desde su pequeña oficina y con la inestimable colaboración de su ayudante Magüi, lleva a actrices como Lidia San José o Macarena García. Poco amiga de las nuevas tecnologías, con la excepción de un teléfono móvil que no deja de sonar (el momento carpeta spam es glorioso) Paquita se mueve con mano firme y corazón de oro en un mundo que la dejó atrás hace años pero del que ella no está dispuesta a desprenderse. La boda de su ex y un viaje express a la SEMINCI (léase seminchi) marcan el punto de partida de este relato a modo de falso documental de una parte de su vida.


El reparto está encabezado por un Brays Efe que no es que interprete a Paquita, sino que se mimetiza con ella. Durante los 30 minutos de ese primer episodio Brays deja de ser él mismo para meterse en la piel de esa cincuentona rechoncha pero coqueta. Arrogante, pero noble. Le acompaña Belén Cuesta demostrando que lo suyo no ha sido un golpe de suerte y que ha aparecido en nuestras pantallas para quedarse. Después de “Buscando el norte”, “Ocho apellidos catalanes” y “Kiki, el amor se hace”, Cuesta borda aquí el papel de la sufrida Magüi, ayudante (y saco de boxeo particular) de Paquita. Alex de Lucas, cantante de “The Parrots” interpreta a un repartidor que una vez que entra, no logra salir de la oficina de Paquita; y Lidia San José se interpreta a sí misma como una de las representadas de la agencia. Además, varios cameos de rostros televisivos y la colaboración de la maravillosa Macarena García amadrinando el estreno (en serio, el talento, el carisma y el ángel de esta chica no son ni medio normales).

La principal razón para verla no es otra que la propia Paquita. Un cruce a medio camino entre la Carmina de Paco León y la Loles León de “La niña de tus ojos”. Con tintes de ese concejala antropófaga que Almodóvar creó para Carmen Machi. Un personaje absolutamente entrañable que en una escena te hace llorar de la risa para emocionarte unos pocos fotogramas después. Apoyada por un acertadísimo reparto, el resultado final es el de una sitcom irreverente y moderna pero con los elementos de la comedia de situación más clásica: humanidad y emoción. 


Construido con una preciosa sensibilidad por parte de los dos creadores (y por supuesto por su actor Brays Efe), “Paquita Salas” viene a demostrar que no hace falta mirar hacia fuera a la hora de hacer televisión de calidad, fresca, novedosa, original y divertida. Con un primer capítulo lleno de gags, referencias kitsch y autoparodias (Lidia San José riéndose de sí misma y de su carrera es un absoluto puntazo), la serie y el personaje llevan camino de convertirse en un icono pop español del mismo modo que la ya mencionada Carmina hizo hace cuatro años. Si por aquel entonces me lancé a abrazar el carminismo, hoy me declaro profundamente paquitista (¿os imagináis un encuentro entre ambos terremotos? Sería un placer maravilloso).

El resto de episodios, a partir de septiembre.

miércoles, 6 de julio de 2016

"UNDERGROUND": Los 7 de Macon

En la ceremonia de los Oscar de 2014 “12 years a slave” se llevó el premio a la mejor película por su retrato de 12 años de la vida de un esclavo del sur de Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Tras alzarse con el galardón se abrió el debate de si realmente la Academia había premiado la cinta por su valor cinematográfico o por saldar una deuda que ésta (y por ende todo el cine de Hollywood) había contraído con la comunidad negra tras décadas de ninguneo a uno de los episodios más trágicos de la historia reciente de los Estados Unidos. Tan sólo dos años después, este 2016, pudimos obtener respuesta a dicho debate con el ya histórico #OscarSoWhite que criticaba la no inclusión de ningún actor afroamericano entre los 20 candidatos en las categorías de interpretación. Películas posteriores como “Selma” o las próximas “The Birth of a Nation” y “Loving” demuestran que el tema se encuentra más de moda que nunca.


Por lo tanto era inevitable que la esclavitud, o cualquiera de los aspectos que la rodea llegase a la televisión tarde o temprano. Y ya no sólo por el remake que “Raíces” que History Channel emitió a finales del mes de mayo en formato miniserie, sino por “Underground”, una serie cuya primera temporada consta de 10 episodios y que el canal norteamericano de cable WGN America terminó de emitir hace un par de meses. 

Nos encontramos aquí en el año 1857 en una plantación de algodón del estado de Georgia en la que un grupo de esclavos toman la decisión más importante de sus vidas: escapar en busca de libertad, apoyados por lo que por aquel entonces se llamaba el ferrocarril subterráneo (underground railroad en inglés, de ahí el título de la serie), que no es otra cosa que una red clandestina que ayudaba a los esclavos a huir a Canadá o algunos de los estados que ya habían abolido la esclavitud en Estados Unidos. Conocemos entonces a los conocidos como “los 7 de Macon”, que son los siete que logran escapar encabezados por Noah, uno de los esclavos de la plantación de algodón y Rosalee, esclava doméstica. Conocemos también al resto de esclavos de la finca y a los dueños de la plantación, el autoritario Tom Macon y su déspota esposa Suzanna; al hermano de este John y su esposa Elizabeth, de los que poco a poco vamos descubriendo sus motivaciones abolicionistas y a August, un cazarecompensas dispuesto a cualquier cosa con tal de dar caza al grupo de huidos. 


El amplio reparto está encabezado por Jurnee Smollet-Bell a la que hemos visto en “True Blood” o “Parenthood” (y hermana del también actor Jussie Smollet, el Jamal Lyon de “Empire”), Aldis Hodhe, visto en “Leverage” o “Straight Outta Compton” y Jessica de Gouw, conocida por sus intervenciones en “Arrow” y la adaptación televisiva de “Drácula”. También destacan Alano Miller (“Jane the Virgin”), Amirah Vann, Reed Diamond, Marc Blucas o James Lafferty (protagonista de “One Tree Hill”).

Si algo destaca de estos primeros episodios es su buen ritmo. Especialmente una vez que el grupo de esclavos consigue escapar e inicia su particular run for your life en busca de la tan ansiada libertad. Cada una de las escenas se empeña en mostrarnos la determinación de unos personajes que son capaces de sufrir, llorar o matar con tal de no volver a vivir como esclavos. Y todo con un ritmo y un acompañamiento musical realmente notable. Es más, aparte de las work songs clásicas que cantaban los esclavos para amenizar las horas y horas de trabajo bajo el sol y que aparecen frecuentemente en los episodios, de manera extra diegética suenan un buen puñado de canciones actuales que van desde el “The Girl got BLKKK” de Kanye West hasta el “Paranavigar” de Janira de Marco (de hecho la primera de ellas se utiliza en todas y cada una de las escenas de persecuciones). 


Pero a pesar de que en sus primeros episodios (aquellos en los que  aún no habían escapado) la serie ejerce un retrato perfecto de la situación de los esclavos en aquella época, dicho mensaje pierde algo de valor una vez iniciada la carrera por la libertad. El alegato sobre las libertades de los esclavos se ve algo empañado por una escapada que le otorga al resultado final un carácter más cercano al relato de aventuras que al mensaje anti esclavista. Aunque seguimos viendo las condiciones del día a día de aquellos que no lograron escapar parece que se empecina demasiado en mostrarnos todas esas trabas, esos inconvenientes que se van encontrando por el camino aquellos que sí escaparon. Incluso la figura del villano encarnado por ese amo de la plantación de algodón se diluye cuando muestra una humanidad que en aquella época sería fácil de encontrar en alguien de su clase social.

Pero al final, el sabor de boca general que deja el final de la temporada es el de un buen producto. Interesante por lo que cuenta y muy entretenido por cómo lo cuenta. Diez episodios que se disfrutan (¿se puede utilizar este término cuando la serie trata un tema tan delicado como éste?) en su totalidad y que hacen de ésta una de las sorpresas más agradables de la temporada.


lunes, 4 de julio de 2016

"ORANGE IS THE NEW BLACK": la nueva Litchfield


Hace un par de semanas leía un tweet en el que un fan de “Orange is the New Black” que decía algo así como que desde que le había quitado a la serie la vitola de obra maestra, la serie era mucho más entretenida y disfrutable. El tuitero en cuestión, cuya identidad soy incapaz de recordar, parecía expresar exactamente lo que yo sentía en ese momento y que nunca me había parado a pensar. La progresiva pérdida de interés por lo que ocurre en la prisión de Litchfield tras una tercera temporada bastante coñazo hizo que me enfrentase a esta cuarta tanda de episodios con más desgana que pasión. Y quizás eso ha sido lo que ha provocado que haya disfrutado de estos últimos 13 capítulos como no lo hacía desde el primer año

A partir de aquí, spoilers de la cuarta temporada de “Orange is the New Black”.

Esta cuarta temporada de la serie se inició con un buen puñado de capítulos más cercanos a la comedia de situación que al drama carcelario. Unos episodios que retratan de manera fidedigna lo que podría ser el día a día de una prisión de mínima seguridad cualquiera y que nos sirvieron para reconciliarnos con algunos de los personajes que nos habían dejado con mal sabor de boca tras la errática tercera temporada. La llegada de un buen puñado de nuevas reclusas y de un nuevo equipo de seguridad ayudaron a crear un dinamismo en las tramas como hacía tiempo que no veíamos. Aunque salpicado del dramatismo de la situación de Sophia Burset en aislamiento injustamente, la comicidad de algunas de las tramas, como por ejemplo el nuevo empleo de Taystee como secretaria de Caputo o la llegada de una nueva reclusa celebrity al estilo Martha Stewart, interpretada por Blair Brown (a la que siempre recordaremos como la Nina Sharp de “Fringe”), acercó estos primeros episodios a la sitcom más clásica. La inesperada alianza entre Alex y Lolly y el nuevo rol de Piper como la autodenominada gangsta de Litchfield (con guardaespaldas hawaiana incluida) ayudaron a reforzar ese punto cómico.


Pero algunas de esas tramas que al inicio resultaban agradablemente cómicas fueron ganando en dramatismo y oscuridad. El problema psicológico de Lolly se fue agravando a medida que la sospecha sobre la identidad del causante de la muerte del matón camuflado de guardia de seguridad se iba aproximando hacia ellas y el nuevo equipo de seguridad, lejos de ser la salvación para una prisión superpoblada se erigió como el villano que la temporada necesitaba. El click que lo cambió todo fue la caída en desgracia de Piper, que tras haber jugado con fuego, había llegado la hora de quemarse. Y vaya si lo hizo. A partir de ahí, todo fue a peor el Litchfield, como si de un efecto dominó se tratase. Lolly acabó en el área psiquiátrica de la prisión y una revuelta de las reclusas provocada por las malas artes de los nuevos agentes de seguridad provocó el momento más trágico de los cuatro años de la serie, la muerte de Poussey, finiquitando así esa preciosa historia de amor con Brook. El particular homenaje que la serie le brinda (a ella y a toda la comunidad negra oprimida) en el último episodio es sencillamente, de lo mejorcito que he visto en TV en lo que llevamos de año.

A todo esto tenemos que sumar dos regresos. Por un lado el de Nicky, que desde mediados de la tercera temporada permanecía en una prisión de máxima seguridad y que gracias a Luschek consigue regresar a Litchfield. Y por el otro a Sophia, quien se reencuentra con sus compañeras tras un pequeño acto de humanidad del calzonazos de Caputo. La primera vuelve con las mismas inseguridades y adicciones que antes mientras que la segunda ha sufrido un viaje vital del que sale destrozada, pero también reforzada. Dos personajes secundarios, pero absolutamente imprescindibles para entender el mensaje global feminista de la serie y que en esta temporada han sabido aprovechar magistralmente sus pocas escenas en pantalla (especialmente la segunda, a la que unos pocos minutos más en pantalla no le habrían venido nada mal). 


Otros de los aciertos de la temporada, siempre según mi punto de vista, han sido los flashbacks a la vida anterior de las reclusas. En mayor o menor medida todos han funcionado maravillosamente bien. Especialmente el de Crazy Eyes que sirvió para re-enamorarse del personaje que se había mantenido algo perdido en los primeros episodios. Y también el de Maritza, que ha brillado como nunca en estos nuevos episodios y que ha convertido su personaje en uno de los más queridos de la serie. Pero obviamente, si repaso lo mejor de la temporada, no puedo dejar de mencionar a la robaescenas Lorna Morello (Maravillosamente interpretada por Yael Stone) que sigue regalándonos momentos absolutamente deliciosos, ahora como mujer casada que no logra dejar atrás esas inseguridades que tanto se acercan a la sociopatía.

El otro lado de la balanza se lo llevan algunos personajes que no han tenido el peso ni el material suficiente para brillar como se merecen. Ese es el caso de Red, que no ha tenido trama propia y que a pesar de haber aprovechado divinamente los retales de las historias en las que se iba metiendo, debería haber gozado de más protagonismo. 


Pero a pesar de estos pequeños defectos, no puedo sino reconocer que esta cuarta temporada ha hecho que me re-enamore de todos y cada uno de los personajes. Y francamente, no sé si “Orange is the New Black” es una obra maestra o no. O si se merece todos los premios del mundo o no. Lo que sé es que he disfrutado estos últimos 13 episodios como si de una golosina se tratase. Lo demás, francamente, no me importa.