martes, 30 de agosto de 2016

"HALT AND CATCH FIRE": Mutiny se muda a San Francisco

La espera ha terminado y este pasado martes, la cadena de cable AMC estrenó por fin la tercera temporada de su serie más tecnológica, “Halt and Catch Fire”. Lo hizo casi tres meses después de su fecha habitual de estreno a principios de verano, pero la espera ha merecido la pena ya que a cambio nos ha dado un episodio doble con mucho que analizar. Vamos a repasar a continuación dónde dejamos las cosas tras el final de la segunda temporada y las primeras impresiones de esta recién estrenada tercera. 


(A partir de aquí, spoilers hasta el inicio de la tercera temporada de “Halt and Catch Fire”)

Conviene recordar que el final de la segunda temporada nos dejó a todos los miembros del equipo Mutiny a bordo de un avión con destino San Francisco con el objetivo de relanzar su pequeña empresa. No olvidemos que a pesar de que inicialmente su idea era el mundo de los videojuegos online, acababan de descubrir el filón de los chats online y las comunidades digitales. Pero todos ellos llevan consigo una pesada mochila que hace que su futuro penda de un hilo. Por un lado, el matrimonio entre Donna y Gordon está en la cuerda floja. Ella ha abortado sin decirle nada a su marido y él ha tenido un affaire. Pero a pesar de todo, deciden seguir juntos y se toman este cambio de ciudad como una nueva oportunidad de salvar su vida sentimental. Y por otro, tenemos a Cameron que a pesar de su caparazón de mujer fría e independiente, no puede evitar sentirse decepcionada después de que Tom, el compañero de Mutiny con el que estaba saliendo decidiera no aceptar la oferta de mudarse a San Francisco con ella y el resto del equipo.

Y si repasamos la situación sentimental de los protagonistas, no podemos olvidarnos de Joe McMillian. Y es que en la segunda temporada vivimos el auge y caída de su matrimonio con Sara. Presenciamos como esos primeros momentos de amor y pasión se iban al traste después de que él arruinase la empresa de su suegro con un virus creado por la propia Cameron. En el ultimo episodio, ya separado, vemos como se anticipa a Mutiny y llega a San Francisco también con el objetivo de vender su idea y lanzar su startup al mercado.


Si bien “Halt and Catch Fire” siempre ha sido una serie muy interesante, no fue hasta su segunda temporada cuando realmente se convirtió en una auténtica joya. ¿Y qué propició este cambio? Pues algo tan sencillo como ceder el protagonismo de las tramas a sus dos personajes femeninos. Bien es cierto que Cameron (francamente uno de los mejores personajes femeninos de la televisión actual) ya gozó de grandes momentos en los primeros diez capítulos, pero fue su inesperada alianza con esa gran secundaria que era Donna lo que hizo realmente interesante el seguimiento semanal de la serie desde el punto de vista de una pequeña empresa liderada por dos mujeres a mediados de los 80.

Y parece que esta tercera temporada tampoco va a dejar pasar la oportunidad de hacer brillar a sus dos personajes femeninos. De momento ya las hemos visto luchar contra financieros que no quieren apostar su dinero en un negocio tecnológico controlado por mujeres. Y también han tenido que ver como muchos de estos empresarios aprovechan su ingenuidad para intentar aprovecharse de ellas con proposiciones de dudosa moralidad. Todo ello mientras el pobre Gordon se encarga de las tareas de mantenimiento de Mutiny alejado de la posición de poder de la que gozó en la primera temporada y a la sombra de una esposa que parece llevar ahora las riendas del negocio y de la familia. Pero este no parece haber abandonado la idea de hacer valer sus conocimientos tecnológicos y aprovecha cada ocasión para intentar hacer algo productivo con su vida más allá de arreglar ordenadores. 


Además, como vemos en el segundo episodio, parece que la sombra de Joe es demasiado alargada y el recuerdo de aquella etapa que ambos compartieron en la primera temporada aún pesa demasiado en sus recuerdos. ¿Estarán Joe y Gordon condenados a trabajar juntos de nuevo? De momento ya hemos visto como Joe, centrado ahora en lanzar al mercado el primer antivirus para todos los públicos, contrata a Ryan tras la insistencia de este por formar parte de su equipo al sentirse menospreciado e infravalorado en Mutiny.

De momento estos dos episodios han servido para centrar a sus personajes en las que serán sus tramas en esta tercera temporada. Cameron y Donna luchando por sacar adelante su empresa, centrándose ahora en el intercambio y la compra-venta entre los usuarios de Mutiny y Joe con el objetivo de hacerse con el control del mercado de los antivirus. Quien parece que despierta más interés (e incógnitas) por ahora es el propio Gordon. Sabemos que su situación en Mutiny es insostenible y si a eso sumamos el “factor Joe”, la cosa apunta a un cambio radical de la situación.

Habrá que seguir de cerca “Halt and Catch Fire” para descubrirlo ya que si bien el primer episodio ha estado lleno de pequeños terremotos (algo común en la ciudad de San Francisco), parece que el verdadero seísmo está aún por llegar.


viernes, 26 de agosto de 2016

"TRAPPED": asesinato en la idílica Islandia

Cuando hace unos días os hablaba de la miniserie australiana “The Kettering Incident”, mencionaba otro gran descubrimiento que había hecho este verano, la islandesa “Trapped”. Una serie de diez episodios que ha vuelto loco a los británicos y a los franceses consiguiendo audiencias estratosféricas para una emisión en versión original con subtítulos y que consiguió el favor de la crítica tras su primer visionado el año pasado en el festival de Toronto. Y a continuación, os voy a explicar, sin spoilers,  el argumento y las impresiones que a mí me ha dejado una vez finalizado el visionado de esta primera (y hasta ahora única) primera temporada.


La historia arranca cuando una pequeña barca encuentra en las gélidas aguas que bañan el mar de Islandia un cuerpo mutilado que aparentemente proviene del ferry que sirve como única conexión entre el pequeño pueblo y el resto del país y el continente europeo. Inmediatamente, Andri Olafsson, jefe de la policía local decide detener la circulación del ferry por lo que el pueblo, sus habitantes, y los pasajeros se quedan literalmente atrapados sin más conexión con el exterior que la tecnología (siempre y cuando las continuas tormentas de nieve lo permitan, claro).

A partir de ahí vamos conociendo cada uno de los habitantes del pueblo y de los miembros de la tripulación del ferry mientras Andri y su fiel compañera Hinrika hacen todo lo posible para descubrir la identidad del cuerpo y su asesino. Además, veremos cómo cada uno de ellos lidia con sus complicadas situaciones personales, que distan mucho de la sosegada y aparentemente tranquila vida de los islandeses. Lo que en un principio se presentaba como un caso aislado va adquiriendo ramificaciones que involucran a más de un miembro aparentemente intachable de la comunidad y que abarcan temas tan dispares como el tráfico de personas, la corrupción política o los malos tratos. Todo ello en el momento previo al “milagro islandés” que convirtió al país nórdico en un ejemplo de cómo superar la crisis que azotaba (y aún azota) la economía mundial.


“Trapped” sigue la estela del más puro nordic noir como ya lo hicieran “The Killing (Forbrydelsen)” o “The Bridge (Bron, Broen)”. Con una premisa tan sencilla como la investigación de un asesinato vamos conociendo la vertiente más turbia de una sociedad aparentemente modélica que se vende al extranjero como un ejemplo de democracia y tolerancia. Un estilo heredado de la novela negra nórdica que cuenta con Stieg Larson y Asa Larsson como mayores exponentes y que tantos éxitos ha cosechado en su traslado a la televisión colocando los países nórdicos, especialmente Suecia y Dinamarca, como uno de los referentes de la televisión europea y mundial.

Si hay algo que ha sabido tratar magistralmente “Trapped” es cómo la situación se les va de las manos al no contar con los medios suficientes para poder controlar la situación de caos que se les viene encima. Hay que tener en cuenta que Islandia es un país con una tasa de criminalidad que ronda entre 0 y 1 víctima mortal anualmente, por lo que la aparición del cuerpo mutilado en un pueblo tan pequeñito es una situación más que excepcional que ninguno de los miembros del escueto cuerpo de policía de sólo tres miembros no saben controlar. Además, las continuas tormentas impiden que estos reciban refuerzos de la capital Reikiavik por lo que tienen que hacer frente en solitario a la investigación.


Lo mejor de este gran descubrimiento que ha sido “Trapped” es algo que tiene en común con “The Kettering Incident” y es que el hecho de ver cómo los habitantes van ataviados con abrigos para resguardarse del frío y de la nieve hace que el espectador experimente en casa esa misma sensación de frescor que con las altas temperaturas estivales no viene nada pero que nada mal (en serio, cuánto bien puede hacer la sugestión). Eso sí, si os animáis a verla os recomiendo que toméis nota de los nombres de todos los personajes porque francamente, son tan complicados que a veces es imposible saber a quién se están refiriendo. ¿Hjörtur es el capitán del barco o el dueño de la nave? ¿Pórhildur es un nombre de hombre o de mujer? ¿A quién demonios se refieren cuando mencionan a Trausti

Detrás de “Trapped” se encuentra uno de los más famosos directores de su país, Baltasar Kormákur, director de “101 Reikiavik” o “Everest”, que cuenta aquí con el mayor presupuesto de la historia de la televisión de su país, lo que ya supone un cierta garantía de a lo que nos enfrentamos (especialmente en el aspecto estético, impresionante). Y su protagonista principal es Ólafur Darri Ólaffson, al que hemos visto en pequeños papeles en series norteamericanas como “True Detective” o “Banshee” y que actualmente participa en “Lady Dynamite”, la disparatada comedia de Netflix. Y la banda sonora corre a cargo de Jóhann Jóhannsson, doblemente nominado al Oscar por las partituras de “La Teoría del Todo” y “Sicario” y ganador del Globo de Oro por la primera.

Por cierto, el pueblo se llama Seydisfjördour, por si os interesa apuntarlo como próximo destino vacacional. Fresquito, vais a pasar, os lo aseguro. Si saldréis vivos o no, ya no os lo puedo asegurar tanto...


martes, 23 de agosto de 2016

"THE KETTERING INCIDENT": sucesos paranormales en Tasmania

Si algo bueno tiene el verano, hablando en términos de series y televisión, es que el (cada vez más relativo) descanso de las series más importantes de la parrilla televisiva norteamericana te permite echar un vistazo a algún proyecto fuera de las fronteras USA que puede resultar una grata sorpresa. Es el caso de la serie islandesa “Trapped”, de la que espero hablaros muy prontito, y también de “The Kettering Incident”, una miniserie australiana con tintes sobrenaturales que merece al menos que le demos una oportunidad. De esta última es de la que os voy a hablar, sin spoilers, a continuación.


Anna trabaja como doctora en una clínica privada de Londres. Su vida es bastante caótica y desde hace tiempo sufre desmayos repentinos que le hacen perder la memoria y la noción del tiempo y el espacio. Y tras uno de esos desmayos aparece en Kettering, su pueblo natal en la isla de Tasmania, al sur de Australia, del que huyó cuando era tan solo una adolescente tras un suceso del que nunca pudo recuperarse del todo. ¿Qué hace de vuelta en Kettering? Eso es algo que tendremos que ir viendo a lo largo de los episodios. Y es que Anna decidió abandonar su lugar de nacimiento cuando su amiga desapareció en extrañas circunstancias mientras ambas daban un tranquilo paseo en bici. Unas extrañas luces blancas en lo alto de la montaña son lo único que Anna recuerda de lo sucedido. Además de que todo el pueblo pareció culparla a ella de lo que le pasó a su amiga, tiene que lidiar con las extrañas secuelas de tan inquietante suceso: sangra por la nariz, oye voces y sufre pitidos constantes en los oídos, además de las ya mencionadas pérdidas de consciencia y memoria.

Tras su regreso entabla cierta afinidad y confianza con Chloe, una joven del pueblo que sueña con seguir los pasos de Anna e irse de Kettering en cuanto reúna el dinero suficiente para poner tierra de por medio. Pero Chloe nunca va a lograr su objetivo ya que poco después de la llegada de Anna desaparece en las mismas extrañas circunstancias que la niña desaparecida años atrás. ¿Qué relación tienen las dos desapariciones? ¿Y por qué ambas están relacionadas Anna? Eso es algo que tendrá que ir investigando a lo largo de ese inicialmente corto período de tiempo que la protagonista iba a pasar en su pueblo natal y que finalmente se irá alargando indefinidamente. 


A ese ya de por sí truculento e inquietante suceso se unen una serie de acontecimientos que convertirán el pueblo en un núcleo de sucesos paranormales al más puro estilo “Expediente X”: pájaros que caen petrificados del cielo, polillas del tamaño de la palma de una mano, extraños sarpullidos en algunos de los habitantes y un sinfín de sucesos paranormales que harán que la aparente calma en la que viven los habitantes de Kettering se ponga en entredicho al ver que, unos más que otros, tienen mucho que ocultar y muy pocas ganas de que la verdad salga a la luz. 

Si por algo destaca “The Kettering Incident” es por sus paisajes. Una aurora austral preciosa que junto con unos planos bellísimos de bosques, mares y montañas, transmiten tal sensación de paz y armonía que si no fuese por lo truculento de la historia, darían ganas de mudarte allí sin duda (además de que ver a todos sus protagonistas pasando frío, hace que el propio espectador se olvide de los estragos de las altas temperaturas veraniegas). Pero claro, luego está ese pueblo que es como una mezcla entre “Fortitude” (esa serie británica que cuenta con la española Verónica Echegui) y “Twin Peaks” que da más mal rollo que la consulta del dentista. ¿”Twin Peaks”? Sí, y es que parece que todos los habitantes del pueblo tienen algo que esconder, esté o no relacionado con lo sucedido con Anna años atrás. Todos parecen ocultar la verdad sobre algo y ninguno recibe con buenos ojos el regreso de Anna ya que parece que esta puede hacer saltar por los aires su falsa apariencia de vida tranquila. Una sensación de inquietud y de falsa calma que no deja de estar presente en ninguno de los ocho episodios. Es más, se va acentuando según avanza el metraje.


El reparto está conformado por un buen puñado de actores australianos populares en su país pero desconocidos para aquellos que no seamos muy conocedores de la televisión de las antípodas. Pero el papel protagonista recae en la cada vez más popular Elizabeth Debicki de la que hablé en este blog tras su participación en “The Night Manager” y que en cine hemos podido ver en “Everest”, “Operación U.N.C.L.E.” o la última adaptación de “Macbeth”

A pesar de que “The Kettering Incident” ha sido concebida como miniserie, cada vez son más las voces que apuntan a una segunda temporada. Habrá que ver si los compromisos de su protagonista con el universo MARVEL por el que ha fichado recientemente (aparecerá en la segunda parte de “Guardianes de la Galaxia”) lo permiten. Yo, francamente, visto el octavo y último episodio, me he quedado con ganas de más.


viernes, 19 de agosto de 2016

Las series de mi vida (I): "THE O.C."

Así, como quien no quiere la cosa, he llegado al post número 100 del blog, y aprovechando que este pasado miércoles terminé mi revisionado de “The O.C.”, una de las series favoritas de mi vida, he decidido celebrar una cifra tan redonda inaugurando una sección en la que periódicamente iré repasando esas series que marcaron un antes y un después en mi vida seriéfila. Podré, al menos en el caso de “The O.C.” analizarla no sólo desde el punto de vista de los recuerdos que tengo de aquel primer visionado, sino también el contraste que supone volver a verla bastantes años después.


Voy a hablar libremente del argumento de “The O.C.” y aunque ha pasado ya más de una década de su emisión, por si acaso, os aviso de que habrá SPOILERS (por cierto, ¿cuando caducan los spoilers?)

Tengo el episodio piloto de “The O.C.” grabado a fuego en la mente (ese momento de Ryan en el coche de Sandy Cohen saliendo de la casa y cruzándose por primera vez con Marissa Cooper que está esperando en la calle, es realmente icónico), pero no recuerdo cómo y cuando lo vi. Supongo que sería en su emisión en Televisión Española en el verano de 2004. Sí que recuerdo perfectamente como el final de la segunda temporada nos dejó en shock a mi hermana y a mí al ver como Marissa Cooper disparaba al hermano de Ryan en medio de una pelea entre ambos. A partir de ahí ya perdí, por culpa en parte de la errática emisión en TVE, el hilo de la serie y no pude visionar esas dos últimas temporadas hasta un par de años después de su emisión cuando yo ya me encontraba viviendo en Madrid. Sí, por desgracia, tardé bastante en ver la muerte de Marissa, menudo fan de mierda.


Que difícil resulta elegir un personaje entre todos los protagonistas de “The O.C.” Todos y cada uno de ellos tiene algo interesante, y quizás esa haya sido una de las mejores bazas de la serie, el sabes conseguir un buen puñado de grandes personajes, que, cada uno en su estilo, han logrado enamorar al espectador (o por lo menos a mí). Desde el primer episodio me enamoré de Kirsten, esa madre protectora, noble y comprensiva que interpretaba Kelly Rowan. Y no pude evitar sentirme tan mal como lo hacía su familia en la ficción cuando tuvo que ingresar en una clínica de desintoxicación mientras veía como su matrimonio se iba al garete. Y después de este segundo visionado creo que sigo enamorado de ella. Pero si tuviese que quedarme con uno sólo de los personajes, este sería Seth Cohen

Lleno de inseguridades, fan de los cómics y del cine coreano y con ciertos problemas de adaptación, no se me ocurre ningún otro personaje que me haya dado más y mejores momentos a lo largo de la serie. Cierto es que en alguna ocasión podían resultar algo cargantes sus inseguridades con respecto a su novia Summer (ay, Summer, que AMOR), pero francamente, me enamoré de él en el primer episodio y sigo estándolo años después. ¿Cómo es posible que en un principio el actor Adam Brody se presentase al casting para interpretar a Ryan ?


Pero el momento que marcó un antes y un después fue la ya mencionada muerte de Marissa (esa mujer permanentemente pegada a una petaca), que hizo correr ríos de tinta fuera de la serie y que provocó el punto de inflexión de “The O.C.” que, si bien en la tercera temporada ya se había quedado sin tramas, a partir de entonces fue cuesta abajo con una cuarta temporada realmente peculiar que ya veía venir la cancelación tras la despedida del personaje principal por el que la mayoría del público veía la serie. Mischa Barton pensaba que se iba a comer el mundo después de dejar la serie pero su fama de poco profesional, alcohólica y poco equilibrada provocó que lo único que se comiese fuera la cola del paro. Pero volviendo al momento de la muerte de su personaje, visto ahora, resulta quizás algo flojo, o carente de emoción. Recuerdo que en su momento me emocionó, pero visto ahora me pareció un poco descafeinado. No sé, me estaré haciendo mayor.

Y desde luego, si recordamos lo mejor de la serie, no podemos olvidarnos de su estupenda banda sonora. McG, uno de los responsables de la serie ya había demostrado su buen gusto musical en las dos películas de “Los Ángeles de Charlie” y aquí coronó los mejores momentos de la serie con artistas que iban desde U2 a una por entonces desconocida Sia, antes de convertirse en uno de los mayores referentes de la música del siglo XXI. ¿Y quién no se emociona con ese “California” de Phantom Planet que sonó en el primer episodio y que se convirtió en cabecera de la serie?


Hay que reconocerle a "The O.C." el mérito de saber acercarnos a un mundo que de otra manera resultaría desconocido para nosotros. Esos bailes de presentación, esas mansiones con piscinas más grandes que nuestras propias casas y todo ese lujo que sin embargo no evitaba que tuvieses sus problemas, sus aprietos y sus miserias. Los ricos también lloran, dicen. Que maravillosa, por cierto, esa primera temporada en la que en cada episodio había una fiesta, y por tanto una ocasión para que Ryan se metiese en líos. Además, la serie nos presentó dos nuevos modelos de adolescente, por un lado el friki amante de los cómics y precursor del movimiento hipster y por otro, las típicas adolescentes ricas, ociosas y borrachas que posteriormente hemos visto reflejadas en personajes como Paris Hilton o Kim Kardashian. La Hilton, por cierto, hizo un cameo en uno de los episodios.

¿Qué ha sido lo mejor de volver a ver la serie una década después? Pues la demostración de que la serie está envejeciendo fenomenalmente (mejor que la mayoría de las series de género teen). Además ha servido para encontrarme con un buen puñado de caras conocidas que hicieron algunos de sus primeros papeles en “The O.C.” y que ahora son caras más o menos conocidas dentro del mundillo Hollywood, como Cam Gigandet, Olivia Wilde, Chris Pratt, Nikki Reed, Morena Baccarin (que años después se convirtió en pareja en la vida real del protagonista de la serie, Ben McKenzie gracias a otra serie de televisión, “Gotham”) o Shailene Woodley (¡que interpretó a la hermana de Marissa de pequeña!).


Realmente, la serie nos ha dejado momentazos que por tiempo y por espacio es imposible recordar en su totalidad, pero no puedo dejar de mencionar algunos como cuando los cuatro protagonistas queman la casa piloto de la empresa de Caleb Nichol. O ese viaje a un universo paralelo de Taylor y Ryan. O ese despreciable personaje de Oliver de la primera temporada. O el viaje a Tijuana en el que casi muere Marissa. O el cómico paso deese maravilloso personaje que es Julie Cooper-Nichol por el tráiler en el que vivió unos cuantos episodios. O el regreso de Caitlin hecha ya toda una adolescente rebosante de hormonas y maldad. O ese personaje de Anna que tan buena química tenía con Seth a pesar de sus escasas apariciones. Vale, ya lo dejo, pero es que realmente son muchos.

Por todas estas razones y por muchas más, a pesar de lo que puedan decir sus detractores, “The O.C.” se convirtió en un fenómeno pop en esa primera década del nuevo milenio. Incluso a día de hoy, podemos ver como la serie sigue generando información y artículos en medios televisivos que relatan curiosidades y recuerdan los mejores momentos de una serie icónica, por lo menos en lo que respecta a mi experiencia personal.¿Soy el único que, después de ver la serie, ha tenido ganas de celebrar Navidukah?


martes, 16 de agosto de 2016

"THE GET DOWN", Luhrmann y el nacimiento del hip hop

¿Cuántas veces habéis oído o leído en los últimos 10 años que la palabra “crisis” en tal o cual idioma significa “oportunidad”? ¿100? ¿1.000? Bueno, pues supongo que una vez más no nos hará daño y es que la nueva serie de NETFLIX, “The Get Down” tiene en este falso mito su lema principal. Pero no os preocupéis, que Baz Luhrmann, su director, lo hace con tal cantidad de colorido y de brilli-brilli que la historia, por momentos, parece original.


“The Get Down” nos acerca al nacimiento del hip hop en la Nueva York de finales de los 70 a través de un grupo de adolescentes con más sueños que recursos económicos. Con la ciudad sumida en una crisis económica que la convertía en la poseedora de la mayor tasa de paro de todo Estados Unidos, nuestros protagonistas se debaten entre luchar por cumplir su sueño y salir del anonimato o continuar con sus estudios y su vida destinada a heredar el humilde negocio de sus padres. El boom de los graffitis y del breakdance hacen del Bronx un hervidero social y cultural, que tiene su cara menos positiva en el auge de las drogas, la lucha entre pandillas rivales, el racismo  y la corrupción urbanística.

Pero no nos olvidemos de uno de los ejes argumentales de la serie: la historia de amor ¿imposible? al estilo Baz Luhrmann. Romeo y Julieta en la película homónima, Satine y Christian en “Moulin Rouge”, Lady Sarah y Drover en “Australia”. Cada proyecto de este director tiene una historia de amor entre dos personas diametralmente opuestas, de distintas clases sociales o  con diferentes aspiraciones vitales pero destinadas a vivir su amor. Y “The Get Down” no iba a ser menos. Aquí, Zeke y Mylene pertenecen a la misma sociedad deprimida y humilde, pero las aspiraciones de una de convertirse en una superestrella de la música disco y del otro de triunfar en ese nuevo movimiento musical y social posteriormente conocido como hip hop, ponen en peligro la fortaleza de su amor adolescente.


Todo esto salpicado con escenas de archivo que además de servirle al director para documentarse sobre la época, adornan muchos de los planos dando una sensación de mayor realismo al resultado final, que además incluye sucesos reales como el estreno de “Star Wars” o el apagón del 77 que dejó sin luz a la ciudad de Nueva York.

El primer capítulo, de nada menos que de hora y media de duración es tan caótico que parece como si no existieran otros once episodios (sólo seis se han estrenado ahora, el resto más adelante) para continuar la historia. Excesivo, sí, mucho. Muchísimo. Pero si te gusta la filmografía de este director, compras desde el minuto uno. Y si no te gusta el director siempre puedes deleitarte con la maravillosa selección musical, marca de la casa. Suenan desde el mítico “Disco Inferno” hasta el menos conocido “Do the Bus Stop” de The Fatback Band. Pasando por el “Bad Girls” de Donna Summer, el “Turn the Beat Around” de Vicki Sue Robinson (gran momentazo, uno de mis favoritos de los seis episodios) o “El Carbonero” de La Lupe. Además de, por supuesto, una maravillosa banda sonora original (os aseguro que una vez que escuchéis el "Set me Free" que interpreta la protagonista, no os la podréis sacar de la cabeza). Todo encaja en la idiosincrasia de un barrio compuesto por gente proveniente de mil nacionalidades y culturas distintas. 


Reconozco que yo me acerqué a estos seis episodios con bastantes reticencias. Y es que si bien “Romeo + Julieta” o “Moulin Rouge” me parecen obras maestras, sus últimos proyectos, “Australia” o principalmente “El Gran Gatsby” habían perdido esa magia tan propia del cineasta. Y aunque por momentos en “The Get Down” puede parecer que la forma se come un poco el contenido, con ese envoltorio tan peculiar, colorido y teatral, el hecho de contar con un metraje que multiplica por 10 al cinematográfico, ayuda a que esos personajes puedan brillan con la misma luz propia que lo hacen los decorados o las canciones. ¿Es perfecta? No, ni muchísimo menos. De hecho los detractores de Luhrmann se lo van a pasar pipa. Pero sí que podríamos decir que estamos ante uno de los must del 2016.

Y es que la serie ha costado más de 120 millones de euros. La más cara hasta ahora de la historia de NETFLIX. Y teniendo en cuenta que en el reparto sólo destacan por popularidad los nombres de Giancarlo Esposito (“Brealking Bad” u “Once Upon a Time”), Jimmy Smits (“Sons of Anarchy”) o Jaden Smith (hijo de Will Smith) podemos deducir que el presupuesto se ha ido a una producción y dirección artística realmente apabullantes.

“The Get Down” es por tanto un canto de amor a la música, a la nostalgia setentera y a la amistad. Aunque francamente, por muchas virtudes que le queramos buscar a “The Get Down” la principal siempre es y será que Baz Luhrmann ha conseguido que el hijo de Will Smith no parezca un ser pedante, repelente y hostiable. Luhrmann 1 - Shyamalan 0.



viernes, 12 de agosto de 2016

"ANIMAL KINGDOM", malotes de barrio rico

TNT emitió este pasado martes el décimo y último episodio de esta primera temporada de la serie “Animal Kingdom”, esa adaptación de la película homónima australiana de 2010 sobre una familia dedicada al mundo de los atracos y las extorsiones. Hace unas semanas daba mi opinión tras ver el primer episodio y ahora toca hacer balance de estos primeros diez capítulos.


Este post contiene spoilers de la primera temporada de “Animal Kingdom”.

A pesar de que toda la primera temporada ha estado muy centrada en la presentación de personajes (todo un acierto teniendo en cuenta que ya ha sido confirmada una segunda temporada para el año que viene), había que salir de dudas sobre un par de cuestiones importantes para sus protagonistas. La primera de ellas y más importante era el resultado del robo que habían cometido en el episodio anterior en la base militar en la que trabaja el padre de Nicky, la novia-ex novia de J. Después de tres días esperando que un camión por fin saque de la base los contenedores de aceite dentro de los cuales habían escondido el dinero, finalmente consiguen recuperar su botín, no sin antes tener que pringarse en aceite en un viaje en camión un tanto accidentado (y francamente hilarante en una season finale por otro lado bastante anodina). 

El plan había salido tal y como Baz lo había planeado, pero este está demasiado ocupado con la “desaparición” de Cat como para celebrarlo. Sin sospechar nada acerca del verdadero paradero de su pareja, ni mucho menos que Smurf y Pope se encontraban detrás del misterio, va poco a poco perdiendo los nervios con la gente que le rodea intentando averiguar lo sucedido. Hasta que Smurf le entrega en bandeja un falso culpable, Vin, el ex compañero de cárcel de Pope a quien acusa de haber estado amenazando repetidamente a toda la familia, especialmente a Catherine. Baz ya tiene al (falsamente acusado) culpable de la desaparición de su novia y Pope mata así dos pájaros de un tiro, quedar libre de sospecha y deshacerse de la amenaza de Vin.


Y lo que ninguno de ellos puede llegar remotamente a sospechar es lo que ocurre con J que lleva días siendo chantajeado por los detectives que pretender hacer caer el imperio de los Cody. Después de negarse a llevar un micro con el que pillar a la familia in fraganti, temen que el benjamín de la familia no les esté contando todo lo que sabe y deciden ejercer cada vez más y más presión sobre J provocando que al final este confiese ante Smurf la verdad justo antes de que la policía irrumpa en la mansión familiar en busca de pruebas de su último atraco. Una vez más, los Cody salen ilesos del atolladero.

Quizás el punto más positivo de esta primera temporada ha sido la excelente presentación de personajes que se nos ha planteado. Empezando por esa matriarca maravillosamente interpretada por Ellen Barkin que sabe transmitir perfectamente esa dualidad entre una madre protectora y una jefa firme y exigente o ese Pope roto por dentro después de su paso por la cárcel. Pero por otro lado, ha habido algunos asuntos que se han resuelto de manera torpe y básica. Empezando por la trama gay de Deran, un cliché tras otro, o la venganza de Smurf contra el causante de todos los traumas de su infancia. Y es que por muy bien que estén retratados los personajes (la mayoría, no todos), las tramas han sido de lo más predecible. El hilo conductor de la temporada, ese gran golpe que iban a asestar, ha resultado ser bastante flojo mientras que las historias personales de cada uno de ellos no aportan nada distintivo que no hayamos visto antes en televisión.


En un momento en el que el arquetipo de antihéroe se cuela en casi todas las series de prestigio (“Breaking Bad” y su secuela “Better call Saul”, “House” y muchas otras) los protagonistas resultan demasiado “blandos” para lo que se nos había planteado en un principio. Más que antihéroes son “malotes de barrio” únicamente motivados por hacerse tatuajes, celebrar fiestas en la piscina y comer siempre en casa para que mamá Smurf no se enfade. Tres (cuatro si contamos a Pope) niñatos caprichosos y malcriados. Poco más.

En cualquier caso, sin llegar a ser nada del otro mundo, “Animal Kingdom” ha sido un buen entretenimiento veraniego. ¿Podía haber sido mucho más violenta, oscura y profunda? Sí. Y como decía antes, la serie ya ha sido renovada para una segunda temporada, así que el año que viene volveremos a reencontrarnos con los Cody. Personalmente volveré a darle una nueva oportunidad aunque también espero que ahora que ya conocemos cada uno de sus protagonistas, en los próximos episodios pueda ver a los Cody dar un paso adelante con una trama a la altura de los personajes.

martes, 9 de agosto de 2016

Los fuegos artificiales de "UnREAL"

Parece que fue ayer cuando repasábamos el inicio de la segunda temporada de "UnREAL", pero no, ya han pasado las diez semanas y anoche Lifetime emitió el último capítulo de este año de su serie estrella. Un episodio a la altura de lo que nos tiene acostumbrados la serie, intenso y lleno de momentos estelares. El desenlace de “Everlasting” ha llegado y es hora de conocer a quién ha elegido nuestro codiciado soltero.


A partir de aquí spoilers de la segunda temporada de “UnREAL”.

El capítulo no ha tenido ni un solo momento para coger aire. Empezó con Rachel y Quinn entrando por la fuerza en la oficina de Coleman confiscando toda la documentación que este había recopilado acerca de los trapos sucios del show. Pero este no está dispuesto a dejarse vencer y a pesar de que hace pocos episodios sacó a Rachel de la institución mental en la que se encontraba recluida, amenaza ahora con ir a la prensa y contar todo lo que hasta ahora habían tratado de ocultar, incluido el “suicidio” de una de las participantes en la temporada anterior del show. Mientras Quinn manipula a las dos finalistas, Chantal y Tiffany, haciéndolas creer que cada una de ellas va a contraer matrimonio con Darius en el final de “Everlasting”, Coleman acude a Yael, la tercera finalista eliminada (después de, literalmente, cagarse encima delante de todo el país) para hacer caer el show. Entre los dos (esta última resultó ser una reportera infiltrada) y con la vuelta del desaparecido Jeremy, planean hacer pública a la prensa la verdad sobre el show justo cuando éste emita su final. 

Darius toma la decisión de no casarse con ninguna de las dos, obviamente, pero cambia de opinión cuando ve aparecer de nuevo a Ruby (recordemos, la negra activista y el único personaje con un poco de humanidad e integridad en toda la serie) que si bien rechaza su propuesta de matrimonio, acepta intentar tener una relación de verdad cuando finalice el programa. La enésima temporada de “Everlasting” ha terminado pero los problemas para Rachel y Quinn parecen no tener fin ¿o quizás sí? Y es que a pesar de que Jeremy finalmente se redimió de sus pecados acudiendo a Rachel para confesarle las verdaderas intenciones de Coleman y Yael, nuestra protagonista no logra pararles los pies. Y a pesar de haber avisado de spoilers, dejaré que descubráis por vosotros mismos ese último y torpe giro final de los acontecimientos.


Si hay algo que se le da bien a “UnREAL” son los finales de temporada. Y este segundo, a pesar de no haber conseguido el bombazo de hace un año, ha dado un cierre más que digno a una temporada que por otro lado ha tenido más errores que aciertos. Si bien en ningún momento ha dejado de ser el show adictivo que nos enamoró en su primera temporada, ha habido un buen puñado de decisiones erróneas que el show tomó y de las que ha sabido resarcirse con más pena que gloria. Por un lado está lo que podemos denominar, y perdonadme la expresión, el duelo de pollas rancias. Esos primeros capítulos con peleas continuas entre Rachel, Quinn, Chet y el recién llegado Coleman por ser el jefe del cotarro fueron realmente molestos y carentes de interés. Por otro, el escaso interés que ha despertado la historia de amor de “Everlasting” en esta segunda tanda de episodios. Empezando por un soltero carente de interés alguno (no como el maravilloso Adam que nos enamoró a todos en la primera temporada y que volvió brevemente esta segunda para levantar el show).

Tampoco podemos olvidarnos de la manía que tienen los guionistas por enfrentar a los personajes de Rachel y Quinn cuando todos sabemos que juntas funcionan infinitamente mejor juntas que por separado. De hecho, el mejor episodio de esta temporada, el primero, estaba cimentado precisamente en esa unión (MONEY. DICK. POWER, recordemos). Y si Quinn funciona mejor con Rachel, lo que no ha logrado ni remotamente el propósito deseado es la historia de amor de la primera con John Booth, el jefe de la cadena. Aparece, se enamoran, él quiere tener hijos, ella no puede, rompen y él desaparece. Todo muy natural en un personaje como Quinn, ¿verdad? ¡NO!


Pero a pesar de todo ello, “UnREAL” no ha dejado de ser en ningún momento entretenida ni adictiva. Cada capítulo terminaba dejándonos con ganas de más y eso es de agradecer. Aunque para ser sinceros, los puntos fuertes de esta temporada son directamente derivados de la primera. Todos y cada uno de los higlights funcionan a base de repetición: si en la primera temporada teníamos un suicidio, aquí tenemos un negro disparado por la policía. Y así podríamos nombrar varios ejemplos más de cómo lo mejor de la segunda temporada ha sido también lo mejor de la primera, sin aportar algo nuevo o distintivo. Y por cierto ¿cuando van a aprovechar el personaje del presentador del show, que puede dar muchísimo de sí?

Por último, os dejo una reflexión. “UnREAL” presume de ser uno de los shows más feministas de la televisión actual, pero ¿realmente podemos considerar feminista una serie que tiene dos (literalmente) personajes femeninos potentes y una veintena de papeles femeninos de mujer florero, estúpida y fácilmente manipulable e influenciable? Yo empiezo a tener mis dudas.

viernes, 5 de agosto de 2016

¿Por qué deberías ver "LOVE" de Netflix?

Hace unos días, cuando os hablaba de un puñado de series perfectas para maratonear este mes de agosto, os recomendaba “Love”, uno de los últimos estrenos de NETFLIX. Yo ya había visto la mitad de los capítulos y entre otras muchas virtudes, me parecía idónea para conocer desde un punto de vista particular las primeras fases de una relación. Ahora, que ya he visto los diez episodios que componen esta primera temporada, os voy a contar las razones por las que creo que no deberías perdértela.


Antes de nada, comentar cuál es el argumento de la serie, que en este caso va mucho más allá del chico conoce a chica. Gus es un joven que trabaja como profesor para los actores jóvenes de una serie de televisión y sueña con convertirse en guionista y Mickey trabaja en un programa de radio y en el pasado ha tenido problemas de adicción al alcohol. Ambos se encuentran por casualidad un día y si bien en un principio la cosa podía haberse quedado en una amistad, ya que francamente no tienen absolutamente nada en común, empieza a convertirse en atracción. Poco a poco, y con el telón de fondo de la ciudad de Los Ángeles, irán descubriendo cada uno los aspectos más positivos, y especialmente también los más negativos del otro lo que hará que el inicio de su relación sea de todo menos fácil. El miedo de él a la confrontación y al conflicto y la aparente frialdad de ella jugarán malas pasadas que los protagonistas deberán superar si quieren que la cosa siga adelante.

La serie está creada por Judd Apatow, director de “Virgen a los 40” y más recientemente “Y de repente tú” con Amy Schumer y co-creador junto a Lena Dunham de “Girls”. Ese es un dato importante ya que con “Girls” comparte ese acercamiento a la naturaleza de las relaciones entre la juventud millenial. Aunque también podríamos decir que “Love” puede ser una hermana pequeña de “You´re the worst”. Todas ellas tienen en común la presentación de unos personajes que si bien terminas por adorar, pueden resultar en algunos momentos algo cargantes o desquiciantes. 


Quizás lo más novedoso de “Love” es su enfoque. Esta no es una historia de amor al uso como las que estamos acostumbrados a ver en las comedias románticas de Hollywood. De hecho, a medida que avanzan los episodios no puedes evitar tener la sensación de que el resultado va a ser demasiado frustrante y que la cosa no va a acabar bien. Y es que se nos muestra sin ningún tipo de pudor todas las inseguridades y los miedos de los dos personajes protagonistas. Mickey es una mujer cínica e insegura a pesar de lo que transmite su imagen y Gus es un enamoradizo que no tiene nada absolutamente en común con ella. Pero además de verlos interactuar juntos, tenemos la posibilidad de conocer a cada uno de ellos por separado, en su día a día en su trabajo o con sus amigos. Algo que en una película sería imposible pero que el formato televisivo le viene de maravilla a “Love”. Conocer bien como es cada uno de ellos por separado es la clave para entender lo que sucede cada vez que se encuentran.

Y si tanto Mickey como Gus logran ser dos personajes maravillosos es en gran medida gracias al trabajo de sus actores, Gillian Jacobs y Paul Rust, que francamente, tienen aquí una química fabulosa. A la primera ya la vimos dándolo todo en “Community” y el segundo ejerce aquí además las tareas de guionista. Y además contamos con un gran reparto de secundarios como Claudia O´Doherty que interpreta a la compañera de piso de Mickey recién llegada desde Australia o Iris Apatow (la propia hija de Judd Apatow) haciendo de la alumna adolescente de Gus. Todos ellos ayudan a conocer el entorno que envuelve a los dos protagonistas además de ejercer de contrapunto cómico en muchas de las ocasiones.


En definitiva, “Love” no es una historia de amor al uso a pesar de su título, dejando en un segundo plano la duda de si sus protagonistas acabarán juntos o no para ceder el protagonismo a algo mucho más complejo e interesante: la incapacidad de lidiar con los miedos y las inseguridades y el hecho de intentar ser feliz o no a pesar de no haber logrado en la vida lo que estábamos buscando. Todo ello con un trasfondo de comedia que hace del resultado final un imprescindible análisis sobre las relaciones personajes de los millenials.

“Love” estrenó sus diez primeros episodios este pasado mes de febrero. Y la buena noticia es que, como viene siendo habitual en NETFLIX, la serie ya ha sido renovada por una segunda temporada que previsiblemente verá la luz en 2017. Así que de momento, Mickey y Gus van a seguir en nuestras vidas.


lunes, 1 de agosto de 2016

5 series para maratonear en agosto

Ay el verano. Ese momento perfecto para pasar más tiempo con los amigos. Esa época del año para disfrutar de playas, piscinas y terrazas. Y por qué no, para echar un vistazo a esas series que llevamos tiempo con ganas de ver pero que por una u otra razón hemos dejado aparcada. Hoy os traigo al blog un puñado de series con las que pasar un buen rato este mes de agosto, tanto si estáis de vacaciones y tenéis demasiado tiempo libre, como si os toca trabajar y necesitáis desconectar de la rutina.


Una comedia para hipsters: “LOVE”

Esta serie protagonizada por Gillian Jacobs y Paul Rust se centra en explorar las diferentes fases de la relación entre una joven descarada y malhablada y un chico dulce y educado. Las manías de uno y los problemas de inseguridad del otro que con el telón de fondo de la ciudad de Los Ángeles, crean una combinación perfecta para entender cómo son las relaciones de pareja en el siglo XXI. Eso sí, lejos de los cuentos de hadas románticos y pastelones como intentaron colarnos hace un par de años con “Manhattan Love Story” o “A to Z”. Aquí vemos no sólo los buenos momentos de los inicios sino también las dudas y las inseguridades de unos personajes tan imperfectos como cualquier espectador que pueda estar viéndolo desde el sofá.

Número de episodios: 10, una temporada. Ya renovada para una segunda.
Alternativas: la serie está creada entre otros por Judd Apatow, también detrás de la maravillosa “Girls”, así que si no has visto esta última, no sé qué narices haces con tu vida. Y hablando de relaciones de pareja, no podemos olvidar “You´re the worst”.


Una de superhéroes: “DAREDEVIL”

Hace un par de años o tres, la plataforma de streaming NETFLIX decidió lanzarse al mercado de las series de superhéroes firmando un acuerdo con MARVEL para la adaptación televisiva de uno de sus personajes más conocidos. Matt Murdock, un joven abogado que perdió la vista tras un accidente que sufrió en su infancia, ha logrado desarrollar de una manera sobrenatural los otros cuatro sentidos con los que cuenta. Eso le permite crear una identidad secreta que se dedica a luchar contra el crimen en el barrio neoyorquino de Hell´s Kitchen. Además de un gran reparto (Deborah Ann Woll es la definición de la palabra AMOR), lo mejor de esta serie es que al emitirse en NETFLIX puede permitirse un nivel de violencia impensable para cualquier network. Las mejores escenas de acción de la televisión actual.

Número de episodios: 26 divididos en dos temporadas. La tercera llegará, pero habrá que esperar hasta 2018.
Alternativas: la más obvia, su hermana pequeña seriéfilamente hablando  “Jessica Jones”, o si buscas algo más ligero y de fácil digestión, “Agents of SHIELD” o “Agent Carter”


Una europea: “HAPPY VALLEY”

Pensada inicialmente como miniserie con una única temporada, el éxito de estos primeros seis episodios animó a la BBC a hacer una segunda. Ambas cuentan el día a día de Catherine, una policía experimentada y de fuerte carácter que tiene que hacer frente al dolor que supone encontarse diariamente por la calle con el instigador del suicidio de su hija. Con algunos toques de humor negro de estilo muy brittish, “Happy Valley” es una auténtica joya por tener un guión y unos personajes que destacan por encima de cualquier cosa que podamos ver ahora mismo en televisión. La BBC suele ser garantía de calidad, pero en este caso lo es aún más. El resultado: una serie imprescindible para cualquier fan de la mejor televisión. 

Número de episodios: 12, en dos temporadas. La tercera, ya confirmada.
Alternativa: Las también británicas “London Spy”, “And then there were None”, “Prey” o “Southcliff”. Aunque tampoco debe pasar desapercibida “The Fall”, la caza de un asesino protagonizada por Gillian Anderson y Jamie Dornan.


Un clásico: “LOST”

No viene mal emplear el tiempo libre estival para echar un vistazo a esa serie de la que todo el mundo habla y que todos ha visto pero que tú te avergüenzas en reconocer que no lo has hecho. Bien sea porque te pilló fuera de órbita en su momento o porque tu adicción a las series es posterior. Ese puede ser por ejemplo el caso de “Lost”. La historia de los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic Airlines es ya historia de la televisión moderna. Un episodio Piloto que en su momento fue el más caro de la historia de la televisión y un final que tiene tantos admiradores como detractores. Entre medias, seis temporadas, múltiples flashbacks y flashforwards, escotillas escondidas, Iniciativas Dharma y mucho misterio. Poco más que decir de un clásico moderno que cambió la manera de hacer y ver series tras su estreno en uno de los mejores años para la cosecha televisiva que se recuerdan, 2004.

Número de episodios: 121 capítulos en 6 temporadas
Alternativas: No por temática, pero sí por haberse convertido en un clásico de la cultura seriéfila moderna, otras opciones podrían ser “Breaking Bad” o “Los Soprano”. Pero si te va el rollo ciencia ficción, puedes echarle un vistazo a “Fringe”.


Mi recomendación personal: “THE 100”

En este caso hablo de manera literal, ya que acabo de terminar el visionado de estos 45 capítulos en menos de un mes. El resultado ha sido una de las mejores experiencias seriéfilas en mucho tiempo. La historia de este grupo de jóvenes delincuentes que en un futuro post apocalíptico son enviados a la Tierra desde la nave en la que viven los pocos supervivientes de la humanidad con la intención de comprobar la viabilidad de la vida en nuestro planeta, engancha desde el primer episodio. Y es que una vez sobrepasados los prejuicios que puede suponer acercarse a una serie juvenil de la CW, cada uno de los capítulos nos demuestra que estamos ante una de las mejores series de ciencia ficción en emisión actualmente. Y lo que es más destacable, con unos personajes femeninos tan valientes y arriesgados que hacen de “The 100” una de las series más feministas que puedes ver.

Número de episodios: 45, divididos en tres temporadas, pero que no te asuste la cifra porque una vez que empiezas, es imposible parar. Te lo aseguro.
Alternativa: francamente, no hay nada como “The 100” ahora mismo en televisión. Pero si ya la has visto, “Wayward Pines” acaba de terminar su segunda temporada y puede funcionar correctamente como entretenimiento veraniego ligero y olvidable.