miércoles, 23 de enero de 2019

"POSE": una parte de la historia LGTBI+

La semana pasada comentaba en el post de “Heridas Abiertas” que había un puñado de series de 2018 que se me habían quedado en el tintero y que estas navidades, gracias a las listas de lo mejor del año, había decidido recuperar y comprobar si verdaderamente se encontraban entre los más destacado de la prolífica oferta seriéfila del recién terminado año. Además de la ya mencionada serie protagonizada por Amy Adams, se encuentra “Pose”, el penúltimo proyecto de Ryan Murphy, que ya prepara no sólo uno, sino dos proyectos para NETFLIX.


Y es que “Pose” lo tiene todo para enamorarme pero la falta de tiempo en verano por culpa del trabajo hizo que la tuviese que aparcar hasta hace escasas semanas. Y vaya si me ha enamorado, hasta las trancas. Enamorado de unos personajes llenos de corazón que cobran vida de la mano de un Ryan Murphy que decidió contar con el mayor elenco de actores trans y homosexuales de la historia de la televisión. Murphy demostrando nuevamente ser un pionero de la pequeña pantalla como ya hizo incluyendo personajes de muy diversa sexualidad en series como “Glee”, “The New Normal”, “The Normal Heart” o las sagas de “American Crime Story” y “American Horror Story”. Por algo es uno de los productores más cotizados de Hollywood.


La serie está protagonizada por un grupo de personajes que en circunstancias normales no suelen tener cabida en televisión (y muchísimo menos en papeles protagonistas). Son homosexuales, transexuales, latinos, negros... Son, en resumen, ese estamento de la jerarquía social que suele ocupar las posiciones más bajas pero que en su entorno, aquel Nueva York de los 80 tan gris y sombrío de día como resplandeciente de noche, se convierten en seres brillantes y sobre todo, felices.


En ese ámbito nocturno lleno de ritmo conocemos a Blanca (interpretada por MJ Rodriguez), una mujer transgénero que, tras descubrir que tiene VIH (recordemos que por aquel entonces la sociedad se empeñaba en calificar esta enfermedad como un castigo divino para los “desviados”), decide tomar las riendas de su vida y crear su propia Casa ¿Y qué es una Casa? Pues un grupo de personas bajo el “mandato” de una madre, que cada noche se bate en duelo de baile y “voguing” contra los miembros de otra casa en los denominados Balls. Bajo su cobijo, Blanca, una de las mejores personas que vas a ver actualmente en televisión, acoge a un grupo de personas con muchas ganas de triunfar en la vida pero con muy poco dinero en sus bolsillos.

Angel (interpretada por la maravillosa Indya Moore) es una mujer trans que se gana la vida ejerciendo la prostitución y bailando en cabinas de striptease y que acaba enamorándose de uno de sus clientes, Stan, un eminente ejecutivo de Wall Street interpretado por Evan Peters, uno de los actores fetiche de Murphy. Damon (Ryan Jamaal Swain) es un chico negro al que sus padres han echado de casa por ser homosexual y que sueña con triunfar en el mundo de la danza. LilPapi (Angel Bismark Curiel) es un joven latino que se gana la vida trapicheando en los muelles de Nueva York con un futuro bastante incierto. Los tres verán como su presente y sobre todo, sus opciones de futuro, cambian cuando entran a formar parte de la recién creada Casa Evangelista.


De esta manera “Pose” se convierte en una serie tan reivindicativa, como divertida y entretenida, aunque algunos detractores se han apresurado a criticar que resulte demasiado positiva o “demasiado blanda”. Y sí, es cierto, la serie es mucho más amable de lo que podría parecer a simple vista teniendo en cuenta los temas que trata, pero ¿es que acaso todos los relatos sobre aquel crucial momento tienen que ser emocionalmente devastadores? ¿Acaso no puedes contar la misma historia desde un punto de vista de unos personajes que en lugar de llorar deciden poner al mal tiempo buena cara? Porque eso es lo que hacen Blanca y compañía, aprovechar la vida al máximo y luchar por ser felices y darle a su vida multitud de colores cuando todo el mundo se empeña en que sea en blanco y negro. 

Y ahí precisamente es donde “Pose” me resulta más emocionante y motivadora. En esos personajes que viven el SIDA en sus propias carnes o en las de las personas que aman pero que cada fin de semana al ponerse el sol se visten, se maquillan, bailan, hacen “voguing” y disfrutan como si fuese su última noche en la tierra. Ya tendrá muchas horas el día siguiente para enfrentarse a toda una sociedad que los mira despectivamente. Porque quizás no todos vayan a tener el final feliz en el que nos ha educado Hollywood, pero mientras tanto, show must go on

La serie ya está renovada para una segunda temporada así que haced el favor de darle una oportunidad a esta auténtica joya que ha estado nominada en la última edición de los Globos de Oro y que se puede ver en HBO España. Todos deberíamos verla, pero especialmente aquellos a los que “Vogue” sólo les suena a la canción de Madonna


No hay comentarios:

Publicar un comentario