martes, 4 de septiembre de 2018

"JUEGOS SAGRADOS", el thriller indio de NETFLIX

Con septiembre llega la vuelta al cole, y con esta, mi regreso al blog después del parón veraniego. Y hasta que empiecen a llegarnos los primeros estrenos de la nueva temporada voy a ir haciendo un repaso a esas series que me han animado el verano y que merecen, al menos, mi recomendación aquí en el blog. Y una de las que mejores momentos me ha dado en esta temporada estival ha sido “Juegos Sagrados”, la primera serie de producción propia de NETFLIX en India.


Estrenada el pasado 6 de julio, “Juegos Sagrados” se basa en la novela de mismo  nombre escrita por Vikram Chandra y nos traslada directamente a los suburbios de Bombay, una de las ciudades más pobladas del mundo donde un tercio de la población sobrevive en condiciones de extrema pobreza. Sartaj Singh (interpretado por la superestrella india Saif Ali Khan) forma parte del cuerpo de policía de la ciudad, uno de los más corruptos del mundo, siendo él uno de los únicos resquicios que bondad y honradez que quedan en el equipo. Su vida transcurre entre las burlas de sus compañeros hasta que un día recibe la llamada de Gaitonde (Nawazuddin Siddiqui), uno de los criminales más buscados del país que llevaba años sin dar señales de vida.

A partir de ahí se inicia una narración a dos tiempos, una en el presente, donde Sartaj intenta dar al traste con los planes de Gaitonde en una cuenta atrás que promete acabar con la ciudad de Bombay en un plazo de 25 días, y una en el pasado, relatándonos como Gaitonde pasó de ser un don nadie al mayor traficante del país. Sartaj, que a medida que avanza el relato, irá descubriendo la relación del criminal con la de su propia familia, contará con la ayuda inesperada de Anjali Mathur, una agente de la RAW, el servicio de inteligencia indio, que ve en este caso la oportunidad de demostrar su valía en un mundo tradicionalmente dominado por los hombres. 


Uno de los puntos fuertes de “Juegos Secretos”, el desarrollo de la acción nos viene relatado por el propio Gaitonde, lo que se convierte en algo inusual al poner al villano como protagonista de uno de los relatos y al “hombre bueno” de Sartaj haciendo lo propio con el presente. Esto hace que empaticemos con ambos de igual manera, al igual que ya ocurría en “Narcos” (las comparaciones entre ambas series de NETFLIX han sido constantes desde un principio) donde el poder de Escobar hacía que el espectador se debatiese entre su maldad y su carisma. 

Al final, lo que inicialmente es un thriller sobre la captura de un asesino, algo que ya hemos visto centenares de veces, se convierte en un relato sobre la influencia de la religión, desigualdad social, la corrupción política y policial y el sistema de castas que genera en la India una de las mayores desigualdades del planeta entre ricos y pobres. Y ese precisamente es el elemento diferenciador de “Juegos Sagrados”, el saber acercarnos a una cultura que no estamos acostumbrados a ver tan frecuentemente en nuestros televisores y que nos resulta, cuanto menos, “exótica”. 

Aunque para algunos, a tenor de lo leído estas últimas semanas en redes sociales, no les ha resultado tan adictivo, yo reconozco que entré en el juego desde el primer momento y si bien no pude hacer maratón por motivos laborales, de buena gana lo hubiese hecho de haber contado con el tiempo necesario. Sí que es cierto que la serie cuenta con muchos elementos que pueden resultar confusos para el espectador, como las alusiones tanto a deidades indias como a figuras relevantes de la política y la sociedad del país, pero en ningún momento resultan vinculantes para el desarrollo de la historia, así que el espectador no se pierde nada si no los conoce (como fue mi caso).


Y como no hay mejor promoción que una buena polémica, “Juegos Sagrados” viene con la suya incorporada, ya que un político opositor indio ha interpuesto una demanda contra la serie ya que considera que contiene ataques políticos injuriosos contra el antiguo Primer Ministro Indio Shri Rajiv Gandhi. Algo que ha abierto un (necesario) debate en la sociedad india acerca de la libertad de opinión y la censura en el subcontinente asiático y que NETFLIX de momento ha conseguido salir indemne. 

Eso sí, como no todo en esta vida puede ser perfecto, tengo que ponerle un “pero” a esta primera temporada de “Juegos Sagrados”, y no es otro que contar con un final quizás excesivamente abierto, de esos que te dejan con la boca abierta durante minutos mientras mentalmente maldices el tiempo que queda hasta la segunda temporada. Y eso si hay segunda temporada, porque NETFLIX aún no se ha pronunciado al respecto. De cualquier modo, recomiendo “Juegos Sagrados” para pasar un buen rato entre gangsters y mafiosos. 

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