viernes, 25 de mayo de 2018

"TOP OF THE LAKE: CHINA GIRL": Sidney, prostitución y bajos fondos

Si hace unas semanas os comentaba cómo no me explicaba por qué había pasado tanto tiempo sin echarle un ojo a la segunda temporada de “The Good Place”, algo similar me ha ocurrido con los nuevos episodios de “Top of the Lake” que se estrenaron hace ya meses y que hasta hace pocos días tenía en la lista de “pendientes”. Bajo el subtítulo de “China Girl”, estos seis nuevos episodios nos han ofrecido un punto de vista complementario, y muy necesario, a lo que habíamos visto en la ya de por sí destacable primera temporada.


En los primeros episodios conocíamos algunas pinceladas del traumático bagaje emocional de la detective Robin Griffin interpretada maravillosamente por Elisabeth Moss (que haga lo que haga siempre está más que solvente), y ahora, en esta segunda temporada, nos ha ayudado a conocer más detalles sobre su pasado. Griffin regresa a su Sydney natal para investigar la aparición del cadáver de una chica de origen asiático dentro de una maleta en la playa de Bondi Beach (sí, la misma playa que tanto protagonismo tuvo en la miniserie “Deep Water”, que comenté aquí en el blog hace tiempo). Pese a no ser bien recibida ni por sus jefes ni por sus nuevos compañeros, Robin no tardará en volcarse profesional y emocionalmente en el caso.


Para ello contará con la ayuda de una policía novata, Miranda Hilmarsson (interpretada por Gwendoline Christie, la Brienne de Tarth de “Juego de Tronos”) quien en un principio ejercerá como “vigilante” ante la preocupación que existe sobre la salud mental de la detective, pero que poco a poco irá ganándose su confianza hasta convertirse en cómplice. Todo ello mientras vamos descubriendo cómo Robin investiga qué fue de la niña que dio en adopción cuando era una adolescente (descubrimiento que conocimos al final de la primera temporada). La niña ha ido a parar a manos de un matrimonio adinerado formado por Pyke (Ewen Leslie) y Julia (Nicole Kidman), que no está precisamente pasando por su mejor momento.


De manera paulatina iremos descubriendo que el pasado y el presente de Robin están sospechosamente relacionados con el caso de la joven asiática que ha aparecido muerta en la playa y la recuperación mental de esta irá poniéndose en peligro a medida que se va tejiendo una tela de araña que involucra a la propia Robin, la familia de su hija, la joven hallada muerta y un burdel regentado por un alemán emigrado con una salud mental aún más inestable que la de la propia protagonista.

La primera temporada de “Top of the Lake”, emitida en un principio como miniserie para confirmar posteriormente que contaría con segunda temporada, se ganó el aplauso unánime de la crítica por su fotografía y su delicada sensación de tensa calma, y esta segunda parece haber dado un giro importante dejando atrás los inmensamente verdes paisajes de Nueva Zelanda para acercarse a un entorno más “urbano” pero sin perder un ápice de esa atmósfera que nos conquistó en sus inicios, aunque es justo reconocer que este entorno urbano lo hemos visto en mil y una ocasiones en producciones de este corte, por lo que ha perdido algo de originalidad.


También hay que ser honestos al hablar del decepcionante papel de Nicole Kidman, ya que había mucha expectación por la participación de la actriz en la serie (recordemos que estos nuevos episodios habían sido estrenados en el Festival de Cannes). Unas expectativas que no se han cumplido al tratarse de un papel excesivamente genérico que podría haber sido interpretado por, literalmente, cualquier actriz del mundo. Para hacer esto, Nicole podría haberse quedado en casa perfectamente, ya que su talento como actriz está muy por encima de la calidad del personaje que le han dado. No cabe duda que su fichaje se trató de una orquestada herramienta publicitaria para dar bombo a estos nuevos episodios más que para darle el papel de su vida.

Pero a pesar de estos dos pequeños handicaps, la serie ha ganado en muchos aspectos. Principalmente en su ritmo ya que, reconozcámoslo, la primera temporada era excesivamente lenta. No es que ahora se haya convertido en una película de la saga Bourne, pero sí que ha acelerado un poco su evolución. También hemos conocido aspectos del pasado y la personalidad de la protagonista que nos han ayudado a entender mucho mejor el personaje. Y si hablamos de personajes, también es de agradecer que las nuevas incorporaciones hayan ganado en naturalidad dejando atrás esos personajes secundarios excesivamente excéntricos que poblaron la primera temporada (no olvidemos a esa Holly Hunter comandando una secta histriónica hasta el ridículo).

De momento, la serie no ha sido ni renovada ni cancelada por Sundance TV, así que no hay noticias de que vaya a contar con una tercera temporada, pero teniendo en cuenta que hay casi cuatro años de separación entre la primera y la segunda, ¿quién sabe? Por cierto, que tanto la primera como la segunda temporada se pueden disfrutar en HBO España.

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