viernes, 15 de diciembre de 2017

"ALIAS GRACE" y el efecto Atwood

No hay duda que “The Handmaid´s Tale” se ha convertido muy merecidamente en una de las series del año. Su cuidada producción y sus grandes interpretaciones son sólo algunas de sus virtudes, pero lo realmente notable de esta serie, lo que hace que pase de ser buena a una joya es el magnífico material en el que se basa. Y ese material no pertenece a otra persona que a Margaret Atwood, ganadora del Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2008. La escritora canadiense tiene una amplia carrera a sus espaldas con decenas de ensayos, libros de poemas y novelas. Una de ellas es la ya mencionada “The Handmaid´s Tale”, pero no la única, ya que desde hace unas semanas podemos disfrutar de otra de sus obras maestras llevada a la pequeña pantalla, “Alias Grace”.


“Alias Grace” es una miniserie de seis episodios coproducida entre la cadena canadiense CBC y la plataforma NETFLIX, encargada de su distribución internacional y gracias a la cual podemos disfrutarla en nuestro país. Está escrita por la actriz y directora Sarah Polley (actriz fetiche de Isabel Coixet a la que hemos visto en “Mi Vida sin Mí” o “La Vida Secreta de las Palabras”) y dirigida por Mary Harron (que ya dirigió episodios de “Oz” o “A dos metros bajo tierra”). Sí, la serie está escrita y dirigida por una mujer. Y eso no ha provocado ningún apocalipsis, ¿verdad? Pues que cunda el ejemplo. 


Dejamos a un lado aquí el futuro distópico de la serie protagonizada por Elisabeth Moss para trasladarnos al Canadá del siglo XIX. La protagonista, que da título a la serie y que se trata de un personaje real, es Grace Marks, una joven que se encuentra cumpliendo cadena perpetua en prisión desde hace más de una década acusada de haber matado a la ama de llaves y al señor para quién estaba trabajando como criada. Allí recibe la visita de un psiquiatra que se va a encargar mediante una serie de entrevistas personales de evaluar la salud mental de Grace y de paso la veracidad de las declaraciones que la llevaron a la cárcel. A partir de ahí empezamos a conocer de boca de la propia Grace el relato de los hechos que la han llevado a la cárcel. Desde la llegada a Canadá en barco desde la desolada Irlanda junto a una madre que perece en el viaje, un padre abusivo y alcohólico y sus hermanos pequeños. 


En una de las casas en las que empieza a trabajar como criada conoce a la que será su mejor amiga, Mary, una joven rebelde y contestataria de la que Grace aprenderá multitud de valores. Ella se convertirá en una especie de ídolo para la joven e inexperta Grace que verá como se abre ante ella un mundo completamente distinto que hasta entonces le era desconocido. Y a partir de ahí es mejor no desvelar más detalles para evitar spoilers

Lo realmente fascinante (y perturbador a la vez) de “Alias Grace” es su personaje protagonista. Una magnética Grace (maravillosamente interpretada por Sarah Gadon) que en todo momento siembra la duda acerca de la veracidad del relato ya que únicamente contamos con su palabra y en ningún momento conocemos nada que desvele si ella está diciendo la verdad o simplemente manipulando al doctor (y al espectador, claro). Este narrador no fiable tan poco común, hace que la serie sea absolutamente adictiva y perfecta para devorar sus seis episodios de un tirón.


No es fácil adaptar una novela a la gran o la pequeña pantalla. Pero Atwood puede estar satisfecha de que dos de sus mayores obras maestras hayan sido adaptadas con tanto acierto (también ayuda que ella haya formado parte del equipo encargado de la adaptación, claro). “The Handmaid´s Tale” no para de recibir premios, entre ellos el EMMY a la mejor serie dramática hace unos meses. Y ese puede ser el problema al que se enfrente “Alias Grace”, que pueda quedar eclipsada por “su hermana mayor”. Pero lo cierto es que ambas series funcionan a la perfección juntas, como un relato de la figura femenina desde diferentes perspectivas temporales pero ambas igual de potentes y perturbadoras.

Los personajes femeninos que nos muestran ambas series son mujeres complejas y con aristas, muy lejos del retrato que hasta ahora habíamos visto. Y precisamente el hecho de tratarse de una mujer es lo que convierte a Grace es un personaje tan fascinante para la sociedad de la época que la consideraba toda una celebridad y que con posterioridad la convirtió en una especie de leyenda. 

Ahora os toca a vosotros elaborar vuestra propia opinión. ¿Es Grace una inocente víctima del sometimiento y la injusticia de la sociedad de la época? ¿O por el contrario es una mujer fría y manipuladora capaz de cometer semejante atrocidad? En cualquier caso, un personaje femenino fascinante.

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