viernes, 9 de septiembre de 2016

La caza de Escobar en "NARCOS"

Hoy hacemos un alto en el repaso que estamos llevando a cabo en el blog de las novedades de la temporada 2016/2017 para comentar lo que ha dado de sí la segunda temporada del último estreno de NETFLIX, “Narcos”. La serie que ya ha sido renovada para unas tercera y cuartas temporadas, estrenó su segunda tanda de capítulos el pasado viernes con la premisa de contarnos el ocaso de Pablo Escobar y su imperio de la droga. Analizamos a continuación lo que han dado de sí estos diez episodios.


Como siempre, aviso que este post contiene spoilers de las dos temporadas emitidas hasta ahora.

La primera temporada estrenada en agosto de 2015 se centró en acercarnos a la figura de Pablo Escobar, el mayor capo de la droga de la historia y, durante años, uno de los hombres más ricos y poderosos del mundo. Vivimos el ascenso de una figura tan magnética como despreciable que contaba con una particular percepción de la justicia y que llegó incluso a intentar un acercamiento al mundo de la política que se vio frustrado antes de lo que a él le hubiese gustado. También vivimos sus primeros atentados criminales (incluida la bomba en el avión de Avianca en pleno vuelo) y sus primeras aventuras amorosas al margen de su esposa Tata (la más conocida, con la periodista y presentadora Valeria Vélez cuya historia de amor va a ser llevada a la gran pantalla de la mano de Fernando León de Aranoa y con las interpretaciones de Penélope Cruz y Javier Bardem).

Ahora, en esta segunda temporada, con los personajes ya bien conocidos por todos los espectadores, llegaba el momento de contarnos ese descenso a los infiernos que acabó con la muerte del propio Escobar. Hemos visto cómo su figura pasaba de ser prácticamente un ídolo nacional con un aura a lo Robin Hood, a ser uno de los mayores y más temidos criminales de la historia de su país. Una progresión que ha estado realmente bien construida y desarrollada y que junto al creciente número de enemigos que le iban saliendo a Escobar ha constituido el eje argumental principal de la temporada. Escobar ya no tenía que luchar sólo con la policía o con la DEA norteamericana, sino que dentro del propio negocio de la droga empezaban a surgir los primeros enemigos. Algunos para vengarse de los crímenes que este iba cometiendo sin piedad alguna, sino también por aquellos que querían sacar tajada del creciente negocio de la droga colombiana.


La tarea que tenían los guionistas para esta segunda temporada era más que complicada. En la primera, vivimos los mejores momentos de la historia de Escobar: sus inicios, sus escarceos con el mundo de la política, sus primeros crímenes y el desarrollo de una personalidad que resultaba terriblemente magnética. Sin embargo, en esta segunda, ya conocíamos todos los agentes que intervienen en la ecuación por lo que el efecto sorpresa radicaba en la premisa de saber quién había matado a Escobar. Y ahí es donde NETFLIX supo aprovechar la campaña de promoción centrando en esto toda su maquinaria publicitaria par atraer al espectador.

Esto ha tenido sus puntos positivos y sus aspectos más negativos. El lado positivo es que la serie no ha dejado en ningún momento de ser entretenida. Cada capítulo se consumía en un suspiro y eso es de agradecer teniendo en cuenta que NETFLIX cuelga los diez episodios de la temporada del tirón. Sin embargo, el hecho de no tener un argumento tan potente como en la primera temporada ha hecho que en ocasiones el espectador tenga la sensación de estar viendo un continuo “corre, corre que te pillo” en el que en cada capítulo parecía que iban a atrapar a Escobar pero al final este se escapaba en el último suspiro. 


Y por otro lado, no podemos dejar de recalcar el grave problema interpretativo que tiene la serie. Quizás para el público anglosajón esto resulte imperceptible, pero para la comunidad latina resulta realmente chirriante contar con actores de diferentes nacionalidades dando vida a personajes colombianos, provocando que el algunas ocasiones, los acentos den verdadera vergüenza ajena. Empezando por ese Escobar interpretado por Wagner Moura, que a pesar de los esfuerzos (y de su solvencia como actor), en ocasiones resulta ridículo forzando un acento colombiano mientras se le escapan algunos dejes de su portugués/brasileño natal. Algo que ocurre prácticamente con todos los actores principales. De nada sirve vender la serie diciendo que se grabó en castellano y no en inglés para dar verosimilitud a la historia para luego contratar a cientos de actores norteamericanos de origen latino que han hablado español cuatro veces en su vida. 

Como ya he dicho al inicio del post, la serie está renovada para otras dos temporadas, y teniendo en cuenta que la figura de Pablo Escobar ya no podrá estar presente nunca más, parece que el testigo lo va a recoger el líder del cartel de Cali (y uno de los grandes rivales de Escobar) Gilberto Rodríguez Orejuela. Y por lo que hemos visto en los últimos momentos del episodio final, el personaje interpretado por Pedro Pascal, Javier Peña, será el encargado de darle caza. 


Y si queréis indagar un poco más en la historia, el hijo de Pablo Escobar ha publicado un listado con las diferencias entre lo que ha contado la serie y lo que él cuenta acerca de la realidad de su padre (podéis leerlo aquí). Muy interesante.

2 comentarios:

  1. ¡Trepidante segunda temporada, no defrauda!

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  2. Acabo de terminar la primera temporada (la he visto en una semana) ¡¡¡y ya estoy ansiosa por empezar la segunda!!!

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