viernes, 10 de junio de 2016

"UnREAL": lo que no se ve de la TV


Una de las series más esperadas de toda la temporada ha regresado por fin a nuestras pantallas. “UnReal”, que relata los pormenores de un dating show al estilo “The Bachelor” (una especie de “¿Quién quiere casarse con mi hijo?”) estrenó su segunda temporada este pasado lunes. Y lo hizo por todo lo alto con toda una declaración de intenciones sobre lo que nos deparan los próximos episodios.

Si no quieres saber cómo ha arrancado la temporada, no sigas leyendo.

El episodio arrancó situando sobre el tablero las actuales situaciones de nuestras protagonistas después de cómo había terminado la temporada anterior. Nos encontramos ahora con Rachel como showrunner de la nueva temporada de “Everlasting” mientras que Quinn es ahora la “jefa suprema”. Y juntas planean hacer de la nueva edición del dating show la más exitosa de la historia. ¿Cómo? Pues con un soltero negro. Algo que a Brad, uno de los ejecutivos de la cadena, le parece una idea brillante pero a Gary, presidente de dicha cadena, no tanto. No les resulta difícil convencerle usando la carta de conseguir pretendientas que, o bien sean activistas por los derechos de la comunidad negra, o bien todo lo contrario, sean unas racistas de tomo y lomo. El tema racial les ayudará a superar las estratosféricas audiencias de la temporada anterior.


Una vez encontradas las candidatas perfectas, a base de mentiras, engaños y falsas promesas, a Rachel le toca lidiar con varios de sus hombres a la vez. Por un lado vemos como sigue ignorando las llamadas de Adam, el soltero de oro de la primera temporada con el que mantuvo una relación (y que hemos sabido que también aparecerá de manera episódica en esta segunda temporada. ¡BRAVO!), mientras su otro ex, Jeremy que trabaja como director de fotografía del programa promete no hacerle nada fácil su nueva posición de “jefa”. Pero además le toca lidiar con las dudas de Darius, el soltero de oro, que no está muy seguro de si quiere realmente ser el protagonista del reality (cuando lo que realmente quiere es estar en la playa descansando) y con su manager Romeo (con el que Rachel mantuvo un encuentro sexual al inicio del episodio). Y por si la ecuación no fuese lo suficientemente numerosa, también entra en juego Chet, el creador del programa que no está dispuesto a ver como Quinn le quita la silla y que promete una guerra que va a dar mucho que hablar a lo largo de los diez episodios de esta temporada. ¿Será la alianza entre Quinn y Rachel lo suficientemente fuerte como para resistir las puñaladas de cada uno de ellos?

Cuando decía al inicio del post que “UnReal” había vuelto por todo lo alto, me refería básicamente a que han regresado reforzando ese lema de “el fin justifica los medios” del que tanto provecho habían sacado la temporada anterior. Tanto Rachel como Quinn están desatadas y harán lo que sea para salirse con la suya y conseguir que dos mujeres pueden conseguir hacer de esa, la edición más exitosa del dating show. Al fin y al cabo, ambas llevan años viendo cómo los hombres lo hacen, así que ¿por qué ellas no? (ese tatuaje que se hacen ambas con su particular lema de “Money. Dick. Power” es mucho más que un leit motiv). Todo esto hace que nos encontremos ante dos de los personajes femeninos más estimulantes de la televisión actual. No son unas santas, y la serie tampoco quiere vendérnoslas como tal. Algo que estábamos poco acostumbrados a ver ni en cine ni en televisión.

Gran parte del mérito lo tienen las dos actrices que interpretan los personajes protagonistas, Shiri Appleby y Constance Zimmer a las que ya habíamos visto en múltiples apariciones en series de televisión pero que aquí han conseguido sin duda sus mejores interpretaciones hasta la fecha. Parecen haber nacido para ser Rachel y Quinn, sin duda.


Y es ahora cuando debemos sacar a colación el tema de los guilty pleasures. Y es que tanto la temporada pasada como el inicio de esta, han sido muchos los críticos (los mismos de siempre y varones, que casualidad) que han calificado “UnReal” de guilty pleasure. ¿Por qué guilty pleasure? ¿Porque está protagonizada por dos mujeres? ¿Porque se emite en un canal con un amplio target femenino? ¡De eso nada! “UnReal” no tiene nada de guilty. Es un pleasure de los pies a la cabeza. Un serión con todas sus letras, señores.

Por si no hubiese sido poca alegría un regreso tan potente como el que la serie nos ha regalado, también esta semana hemos sabido que incluso antes del estreno de la segunda, la serie ya ha sido renovada por una tercera temporada. Algo arriesgado teniendo en cuenta que el estreno de esta segunda tanda de episodios ha conseguido algo menos de medio millón de espectadores y un 0,21 en los ratings (un 39% y un 27% menos que la temporada anterior). Pero sin duda, la gran atracción mediática que está consiguiendo la serie tanto dentro como fuera de sus fronteras ha sido clave a la hora de tomar tal decisión. Y nosotros nos alegramos de ello, por supuesto, ya que queremos “UnReal” durante mucho tiempo.


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