miércoles, 20 de abril de 2016

La redención de Hannah y sus amigas: "Girls"

La serie creada por Lena Dunham emitió este pasado domingo los dos últimos episodios con los que remataba esta quinta temporada. Una temporada con un pulso y una determinación que ha conseguido el aplauso de la crítica y que seguro que aparecerá entre lo más destacado de este aún incipiente (seriéfilamente hablando) 2016. A falta de un año para su despedida, Hannah y su grupo de amigas nos han mostrado abiertamente aspectos de sus personalidades que hasta ahora solo habían insinuado, regalándonos así momentos y episodios que sin duda, pasarán a la historia de la serie.  


(A partir de aquí detalles de la Season Finale de Girls)

En el primero de los dos episodios finales, titulado “Love Stories” y tras los hechos que acontecieron el capítulo pasado en la caravana en la que Hannah y Fran se disponían a hacer sus vacaciones, ella decide cortar radicalmente con su novio al que pide que deje el piso que comparten. No le importa que él aún la ame, sólo quiere que él se vaya para romper cuanto antes con esa etapa y volver la vista atrás. Y tras dejar también su empleo como profesora se encuentra con su amiga Tally (a la que no veíamos desde la primera temporada) que hace despertar en Hannah celos debido a su éxito como escritora, algo que nuestra protagonista había dejado de lado al empezar a trabajar como profesora. Por su parte, Marnie y Elijah deciden confesar sus sentimientos hacia Ray y Dill respectivamente, aunque con resultados muy distintos. Mientras que Marnie consigue de nuevo ganarse la confianza (y algo más) de Ray, Elijah ve como su declaración de amor hacia el presentador de informativos cae en saco roto. Y Shosanna, ya de vuelta de Japón se topa con el bar de Ray totalmente vacío, y al ver que toda su clientela se ha pasado al bar hipster de enfrente decide poner en marcha sus peculiares métodos para atraer un público nuevo hacia su negocio. ¿El resultado? Un bar anti-hipsters.

Ya en el último episodio, llamado “I love you baby”, Hannah confiesa en una sesión de relatos abiertos y ante un público desconocido sus verdaderos sentimientos acerca de la relación que mantiene su amiga Jessa y su ex Adam. Y dispuesta a demostrarles que, en el fondo, muy en el fondo se alegra por ellos decide acercarse a su casa para sellar la paz dejando una cesta de fruta en la puerta de su piso. Pero dentro, Jessa y Adam estaban manteniendo, precisamente por culpa de la omnipresencia de Hannah una discusión en la que los objetos volaban por los aires hasta estrellarse contra la pared. Gritos, insultos, incluso agresiones. Una especie de catarsis que sirvió para que los verdaderos sentimientos de ambos salieran a la luz, aunque fuesen camuflados bajo el enfado y la ira.


Sin lugar a duda, y siempre bajo mi personal perspectiva, nos encontramos ante la mejor temporada de “Girls”. Todos los personajes han vivido unas tramas que han hecho evolucionar a sus personajes (sin que esto signifique que hayan madurado, claro está). Cada una de ellas ha tenido su propio viaje, incluso Jessa, que siempre había sido el personaje peor dibujado, y por lo tanto, peor entendido de la serie, ha sabido mostrarnos una verosimilitud que hasta ahora no habíamos visto. Su relación con Adam ha sido lo mejor que podía haberle pasado a su personaje (y a la actriz Jemina Kirke que esta temporada se ha salido). Aunque si alguien continúa robando corazones, esa es Shoshanna, que parece haber nacido para vivir en Tokio. Su carácter, su peculiar personalidad, sus manías y su excentricidad, que en Estados Unidos le hacían sentir un bicho raro incluso dentro de su grupo de amigas, ha encajado a la perfección con la cultura popular y la idiosincrasia japonesas. 

Cuando vimos el primer episodio de la temporada, ya sabíamos que el matrimonio entre Marnie y Desi estaba destinado al fracaso. Como si esa capa de excesivo maquillaje en la cara de Marnie el día de su boda nos indicase que los verdaderos sentimientos de uno y otro se encontraban bien escondidos, guardados en lo más oculto de dos personas que no han sido sinceros ni con el otro ni con uno mismo.Y ella, Marnie (maravillosa Allison Williams) nos ha regalado el mejor episodio de la temporada y, me atrevería a decir que de la serie. Ese encuentro con Charlie después de tanto tiempo desde su ruptura, supuso una catarsis para el personaje, y también para nosotros, que empezamos a ver de una manera muy distinta a un personaje que hasta ahora se nos antojaba caprichoso e interesado. Quien menos parece haber evolucionado a lo largo de estos diez episodios ha sido Hannah. O si lo ha hecho ha sido en una dirección totalmente opuesta a la que esperábamos. Su carácter egoísta, egocéntrico y caprichoso le impiden ver más allá de sus narices, y eso es algo que la madurez no parece estar mejorando. Pero algo ha cambiado esta temporada y es que si algo ha conseguido Dunham con su personaje es que hemos conseguido entender sus decisiones, lo que nos ha hecho (ocasionalmente) sentir compasión por ella. Ha logrado que además de abofetearla en muchas ocasiones, también queramos abrazarla y mimarla.


No son pocos los que siempre han opinado que “Girls” era una serie bastante antipática. Y quizás no les falte razón. Pero lo cierto es que lo es por razones distintas a lo que creemos. Lo que resulta antipático de Hannah y sus amigas no es que sus protagonistas nos caigan mal, sino que todos nosotros, en algún momento, en algún episodio, en algún personaje, nos hemos sentido identificados. Todos habríamos tomado la mismas decisiones erróneas que ellas están tomando y que desde la tranquilidad de nuestros sofás nos atrevemos a juzgar y criticar. Todos somos Hannah. Todos somos “Girls”.

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