martes, 20 de febrero de 2018

"COUNTERPART", espionaje y realidades paralelas

En un mundo seriéfilo en el que cada semana llegan a nuestras pantallas decenas de series nuevas (entre estrenos y nuevas temporadas) es inevitable que se nos pase de largo esa serie de la que nadie habla pero de la que todo el mundo debería estar hablando. Y es una verdadera lástima porque podemos perdernos pequeñas joyas que merecen mucho la pena. Eso es precisamente lo que ocurre con “Counterpart”, un estreno del canal americano Starz! que ha llegado a España de la mano de HBO y que va estrenando cada lunes un nuevo episodio. De momento ya llevamos cinco capítulos de los diez con los que va a contar esta primera temporada.


“Counterpart” nos traslada hasta Berlín para presentarnos al personaje de Howard Silk, un empleado de una especie de ministerio de inteligencia y espionaje en el que, a pesar de no llegar a entender del todo en qué consiste su labor, lleva trabajando desde hace más de tres décadas. Está desesperado por un ascenso que no acaba de llegar ni parece que llegará (“después de 30 años, si fueses a conseguir un ascenso, ya lo habrías hecho” le espeta su jefe) y en el terreno familiar tiene que lidiar con una esposa en coma tras haber sido atropellada por un coche que se dio a la fuga.


Pero la aparente vida aburrida y gris que lleva Howard va a dar un vuelco cuando por una carambola del destino descubre la existencia de otro Howard Silk y con él un mundo exactamente igual que el suyo en una realidad paralela que se separó de la suya tras unos experimentos ¿fallidos? en los años 60 en la Alemania del Este. Desde esa separación cada uno de los mundos se ha ido desarrollando de una manera totalmente distinta y la rivalidad entre ambos es más que evidente. Howard tendrá entonces que ayudar a su otro yo que pasa de un mundo a otro con el objetivo de detener a una asesina a sueldo que tiene como objetivo matar a, entre otros, su propia mujer hospitalizada y que amenaza con volar por los aires la frágil paz entre ambos mundos.


Para encarnar a ese doble protagonista, la serie cuenta con J.K. Simmons, el actor que consiguió el Oscar por interpretar al tiránico Fletcher en “Whiplash”, que borda ambos papeles, el del Howard principal aburrido, anodino y con una vida de lo más sedentaria y rutinaria y el Howard de la realidad alternativa, un tipo duro, acostumbrado a resolver conflictos entre ambos mundos y que sabe empuñar un arma cuando es necesario. Dos personajes totalmente idénticos en lo físico pero que gracias a los pequeños detalles en la interpretación de Simmons diferenciamos en todo momento.

La serie está creada por Justin Marks, guionista del remake en acción real de “El Libro de la Selva” que lo petó en la taquilla hace un par de años y además cuenta en la dirección con, entre otros, Morten Tyldum, nominado al Oscar por “The Imitation Game”. Estos dos nombres unidos al del protagonista hace que la serie resulte aún más atractiva de lo que ya de por sí hace su argumento.

Personalmente no suelo disfrutar de las series de ciencia ficción (salvo evidentemente “Expediente X”), pero lo cierto es que el hecho de que la acción esté narrada desde un punto de vista tan realista hace que en ocasiones se nos olvide esto para meternos de lleno en la sensación de que nos encontramos ante un puro relato de espías de la Guerra Fría. Y ahí es donde me gana por completo, en ese ritmo pausado pero en el que en todo momento tienes que estar alerta porque cualquier detalle puede hacer que todo salte por los aires. Algo así como ocurre en “The Americans” si a esta serie le añades además una realidad alternativa como la de “Fringe” (¡Uy mira! otra serie de ciencia ficción que me apasiona). Una combinación en apariencia imposible pero que funciona en todo momento.


No obstante, este ritmo sosegado en aparente calma puede hacer que a algunos les resulte demasiado aburrido. En un mundo en el que cada película de Marvel nos tiene acostumbrado a más de una docena de explosiones por minuto cuesta acostumbrarse a un relato más cercano a los relatos de espionaje de John Le Carré que a los espías de la saga Bourne o “Misión Imposible”. Pero merece la pena, totalmente. Y es que a veces no son necesarios millones de euros invertidos en efectos visuales para construir un buen relato de ciencia ficción.

Aprovecho para reconocer que si no fuese por el podcast de “Yo disparé a J.R.” (de los periodistas televisivos Pere Solà Gimferrer y Marina Such) yo nunca le habría dado la oportunidad a “Counterpart” así que os lo recomiendo fervientemente si queréis escuchar opiniones y recomendaciones seriéfilas. De momento, es mi podcast de series favorito, y con mucha diferencia.

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