lunes, 26 de noviembre de 2018

"ARDE MADRID": a favor y en contra

“Arde Madrid” se ha convertido en uno de los fenómenos televisivos de estas últimas semanas de 2018. La serie creada por Paco León y Anna R. Costa que narra el paso de la superestrella de Hollywood Ava Gardner por España ha vivido una intensa campaña promocional que nada tiene que envidiar a la del nuevo disco de Rosalía (quien también colabora con su voz en la serie) que ha hecho que las expectativas de los espectadores estuviesen por las nubes. Unas expectativas que, en mi caso, se han cumplido en determinados aspectos, pero que no lo ha logrado en algún otro. Es por eso que os doy una serie de argumentos a favor y en contra de esta serie que está en boca de todo el país.


A FAVOR: LA ANA MARI DE INMA CUESTA

Que Inma Cuesta es una actriz como la copa de un pino ya lo sabíamos todos. Que funciona divinamente tanto en drama (“La Novia”, “La Voz Dormida”) como en comedia (“Tres Bodas de Más”), también. Y eso es lo que la hace estar brillante aquí. Porque ha sabido clavar un personaje que en apariencia puede parecer nada empático. Una Ana Mari recién salida de la Sección Femenina con el objetivo de espiar a Ava Gardner y que poco a poco va descubriendo en primera persona que ser mujer no es eso que le habían enseñado bajo el yugo del Generalísimo. Y todo manteniendo una química maravillosa con su compañero de reparto y marido ficticio, el propio Paco León.


EN CONTRA: NO ES UNA SERIE SOBRE AVA GARDNER

Aquellos que como yo se acerquen a “Arde Madrid” con el objetivo de descubrir cómo fue el paso de Ava Gardner por Madrid se llevarán una decepción tan grande como la que me llevé yo. Por mucho que quieran redimir al Ava en el último episodio (sin lugar a duda el mejor de toda la temporada), el personaje está construido a base de los cuatro tópicos que ya sabíamos de antemano. El trabajo de inmersión en la verdadera personalidad de Ava ha sido escaso y aquellos que no conozcan a la histórica actriz se van a llevar la impresión de que simplemente era una borracha y una vaga. Debi Mazar está más que solvente, pero poco puede hacer con lo que le han dado.


A FAVOR: EL MATRIMONIO PERÓN (Y SU CRIADA)

El gran alivio cómico de la serie viene de la mano de los personajes de Juan Domingo Perón y su esposa Isabelita Perón (maravillosamente interpretados por Osmar Núñez y Fabiana García Lago) que tienen la mala suerte de residir justo debajo de la Ava y por tanto, sufrir las continuas fiestas y entradas y salidas de gente del apartamento de la actriz. Dos personajes absolutamente divertidísimos por los que el espectador no podrá evitar sentir cierta lástima y que además se ven apoyados además por Rosario (Helena Dueñas), una empleada de servicio que parece sacada de un gag de Tip y Coll y que conforma junto a los Perón un trinomio de lo más divertido

EN CONTRA: EL ESCASO DESARROLLO DE SUS SECUNDARIOS

Por el contrario, el resto de secundarios están demasiado desdibujados, lo que provoca cierta decepción ya que en la mayoría de los casos están interpretados por actores de gran calibre que podrían haber dado mucho más de sí de disponer con el material adecuado. Desde una Carmen Machi excesivamente caricaturizada a una Anna Castillo que aparece y desaparece continuamente con un personaje que si funciona, lo hace precisamente porque lo interpreta Anna Castillo, pero que el cualquier otra actriz habría pasado sin pena ni gloria. Por no mencionar a Julián Villagrán, cuyo papel como hermano de Ana Mari es absolutamente prescindible. No aporta nada, absolutamente nada. Una verdadera lástima.


A FAVOR: LA REPRESENTACIÓN DE AQUELLA ESPAÑA

“Dios está en el extranjero, pero Franco no”. Así de rotunda se muestra Ana Mari con su compañera Pilar. Y es que si hay algo que está bien representado en “Arde Madrid” es esa España cateta y mojigata pero con un sentido de la picaresca más que desarrollado. La prueba de la rana para saber si estás embarazada, el trapicheo con whisky o las falsas fotos firmadas por la actriz contrastan con la presencia de Ava Gardner a la que el régimen dejó hacer y deshacer a su antojo al considerar que transmitía una imagen del régimen mucho más abierta y tolerante. 

EN CONTRA: SU PRETENCIOSIDAD

“Arde Madrid” funciona, eso es innegable. Es entretenida, divertida y está bien ambientada y dirigida. La fotografía en blanco y negro le sienta de maravilla (aunque personalmente he echado de menos ese contraste de colores para representar las dos Españas). Pero más allá de eso, “Arde Madrid” no es ni de lejos la genialidad que algunos se empeñan en calificar (posiblemente porque formen parte de la campaña promocional de Movistar +). No es ni tan original ni tan transgresora como nos quiere hacer ver. Ni la fotografía en blanco y negro, ni los desnudos ni la representación de la España cateta (hola Paco Martínez Soria) o su picaresca (hola Tony LeBlanc) resultan excesivamente transgresores.

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