Otra vez os voy a hablar de una serie de NETFLIX. Aunque parezca lo contrario, la plataforma de streaming no me paga nada por hacerle publicidad (francamente, poca publicidad le podría hacer yo). En este caso se trata de uno de sus últimos estrenos de ficción, `Una serie de catastróficas desdichas´ que adapta la serie de novelas que Daniel Handler escribió bajo el seudónimo de Lemony Snicket y que ya fueron llevados a la gran pantalla en el año 2004 con Jim Carrey como protagonista.
`Los finales felices no existen´. Ese es el eslogan que NETFLIX está utilizando a la hora de promocionar los ocho capítulos de esta primera temporada. Y es que parece que el futuro no pinta muy bien para Violet, Klaus y Sunny Baudelaire quienes tras haber perdido a su padre y a su madre en el incendio de su casa pasan a depender de su despreciable tío, el Conde Olaf, un ególatra miserable que únicamente está interesado en la fortuna de los pequeños huérfanos. Estos intentarán por todos los medios librarse de su avaricioso tío, pero les va a resultar mucho más complicado de lo que creen ya que allá donde van, ahí aparecerá él con un nuevo y maquiavélico plan. Da igual que vayan a parar a manos de un tío de la familia especializado en la cría de reptiles o a manos de una tía con una tremenda fobia social que vive al borde de un precipicio.
La serie es un proyecto personal de Neil Patrick Harris, el Barney de `Cómo conocía a vuestra madre´, que además de ponerse en la piel del Conde Olaf (y de sus múltiples personalidades), ejerce aquí la tarea de producción junto con el propio escritor de la saga de novelas en la que se basa, Daniel Handler. Y lo cierto es que el actor cumple con nota el papel que en el cine vimos interpretar a Jim Carrey. Sabe impregnar al personaje de un patetismo despreciable que lo hace brillar en todas y cada una de sus escenas. Pero además de Harris, tenemos a Malina Weissman, Louis Hynes y Presley Smith interpretando muy solventemente a los tres niños, y ya en papeles más secundarios podemos encontrarnos a caras tan conocidas como Joan Cusack, Don Johnson, Alfre Woodard o Catherine O´Hara.
Lo cierto es que en `Una serie de catastróficas desdichas´ todo huele a una especie de mezcla entre el Tim Burton de las primeras películas (las mejores) y cualquiera de las obras cinematográficas de Wes Anderson. Tanto en la estética como en la manera de presentar y desarrollar los hechos. Y esto para unos puede resultar un aliciente, pero para otros (como es mi caso) en cambio puede convertirse en un escollo difícil de salvar. Personalmente nunca he sido muy fan de la manera de contar historias de Anderson y eso hizo que en ocasiones, el visionado se me hiciese un poco cuesta arriba. De hecho, es de las pocas serie de NETFLIX que no he “maratoneado”, y sus ocho episodios me han durado más de una semana.
Con esto no quiero decir que la serie no merezca la pena, sino que simplemente, si te gusta la manera de contar historia de estos dos mencionados directores, disfrutarás aún más de cada uno de los detalles que ofrece `Una serie de Catastróficas Desdichas´. El diseño de producción resulta realmente fascinante con una fotografía y unos escenarios tan lúgubres como atractivos visualmente y la dirección de Barry Sonnenfeld (director de `La Familia Adams´ o la saga `Men in Black´) es idónea para el tipo de historia que está contando. Esto demuestra que el equipo formado por Sonnenfeld, el escritor Daniel Handler y el actor Neil Patrick Harris es más que solvente.
Para aquellos que se pregunten qué diferencia a la serie de su adaptación cinematográfica hay que destacar que ya el simple hecho de contar con ocho episodios para contar la historia hace que la serie gane en profundidad argumental desarrollando no sólo los personajes sino cada una de las aventuras en las que estos se ven envueltos mucho más que en la película de Jim Carrey. Dos buenos ejemplos de ello son el narrador, que no es otro que el propio Lemony Snicket que en la serie (interpretado por Patrick Warburton) aparece continuamente rompiendo la cuarta pared mientras que en la película sólo aparecía entre sombras (difícil de reconocer a Jude Law), y el banquero Mr Poe que se convierte en albacea de los huérfanos y cuya presencia en la serie es mucho más notable que en la película.
Para terminar, permitidme una recomendación: ver los episodios de dos en dos, y es que estos ocho primeros capítulos adaptan cuatro de los libros de la saga, a razón de un libro por cada dos episodios, por lo que es recomendable verlos de dos en dos para así disfrutar al completo de cada una de las aventuras de los Baudelaire.
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