Anoche se produjo el esperado
estreno de la segunda temporada de “Vis a Vis”, la que con permiso de “Orange
is the New Black” es nuestra serie carcelaria favorita. Y lo hizo por todo lo
alto, que es a lo que nos tiene acostumbrados desde su estreno el año pasado:
con buenas dosis de acción y violencia y con un ritmo que ya quisiesen para sí los
mejores thrillers de Michael Mann o Michael Bay. Además, deja entrever que esta
segunda temporada ahondará un poco más en el dramatismo y profundizará en la
personalidad de cada uno de los que de una u otra manera viven alrededor de
Cruz del Sur, ya sean presas, familiares o empleados. De momento en este primer
episodio ya hemos visto en algunos personajes aspectos de su personalidad que
nos eran desconocidos hasta ahora (maravillosamente poético y casi onírico el
momento de Zulema en la playa).
(A partir de aquí, spoilers del desarrollo de este primer capítulo de
la segunda temporada).
El capítulo retoma la acción
exactamente donde la dejamos, en esa fuga que Zulema está llevando a cabo con
Saray y otras dos presas random. Fuga a la que accidentalmente se les une la
propia Macarena que pasa de tener un pie en la calle de manera legal a tener
los dos fuera pero de manera menos lícita. A partir de ahí empieza una huida en
la que, al más puro estilo “10 negritos” de Agatha Christie, cada vez irán
quedando menos. Y es que en un forcejeo para intentar escapar, Maca mata
accidentalmente a una de esas presas random, algo que ya hemos visto como le
pasa factura en el aspecto psicológico y que seguro volverá a hacerlo más
adelante. Al fin y al cabo, por mucho que la cárcel haya hecho madurar a nuestra
protagonista, la maldad de esta dista mucho de la de una Zulema a la que le
cuesta muy poco empuñar un arma. Algo que hemos visto en la despiadada manera
de deshacerse de la siempre desgraciada Casper.
Pero en la cárcel las cosas no
parecen mucho más halagüeñas, ya que tras la fuga del “Team Zulema”, Miranda se
ve contra la espada y la pared y, manipulada por un doctor Sandoval sediento de
venganza, toma la decisión de convertir la cárcel en un campo de concentración adoptando
medidas extremas como restringir las visitas y las llamadas del exterior o
prohibir las salidas nocturnas de las celdas y los paseos por los patios. Y lo
que es peor, confiando la seguridad de la prisión a un Valbuena deseoso de hacer
valer su testosterona de macho alfa. Y la primera en pagar las consecuencias es
la contestataria Rizos, que en su empeño por conocer la evolución de Sole tras
el trasplante, no se da cuenta que su rebeldía y su actitud se van a dar de
bruces contra el nuevo puño de acero que gobierna los pasillos de la prisión. Un
descenso a los infiernos el que parece que vivirá Rizos en esta segunda
temporada.
Los que parecían más tranquilos
eran los familiares de Macarena tras deshacerse de “El Egipcio” que tantos
quebraderos de cabeza les causó en la primera temporada. Tranquilidad que durará
poco al conocer la fuga de Maca y que parece ser que se acentuará en próximos
episodios con la venganza que “Karim el Sirio” planea sobre aquellos que causaron
la muerte de su sobrino. De momento, ya hemos visto en el avance del próximo
episodio que les va a tocar empuñar la escopeta de nuevo. Y si estos no tendrán
ni un momento de respiro, tampoco parece que lo vaya a tener Fabio, que tras un
regreso a su puesto de trabajo un tanto accidentado, parece que se convertirá
en el único apoyo de Maca cuando esta regrese a la cárcel tras el fallido
intento de fuga. ¿Durará esta alianza?
Quizás para mí el único aspecto
que no me ha convencido (sin poder decir que me ha desagradado) es la rapidez
con la que la fuga llega a su fin. Una trama que podían haber alargado uno o
dos capítulos más ya que es un recurso que no van a poder utilizar tan frecuentemente
(no puedo evitar emocionarme ante la posibilidad de una “road movie” con
Zulema, Macarena y Saray de protagonistas). Pero es algo nimio en un episodio
brillante y sobre todo, entretenidísimo, que al fin y al cabo es la razón por
la que nos sentamos frente al televisor, ¿no? Y esto es lo que hicieron
2,8 millones de personas (un 16,2% de
los espectadores) dándole al capítulo de anoche un injusto mínimo histórico de
audiencia que parece que acentúa esa tendencia general de Antena 3 de errar a
la hora de programar sus platos fuertes en prime time. Algo que ya ha pasado
factura a la cadena en el acumulado del mes de marzo: un 12,8%, más de un punto
menos que el mismo mes del año pasado.
Son muchos los interrogantes que
se nos plantean para esta temporada: ¿cómo se vengará Zulema de Maca tras la
ruinosa fuga? ¿Sobrevivirá Rizos a la ira de Valbuena? ¿Volverá pronto Sole a
la prisión? Pero quizás la pregunta cuya respuesta más me aterra es ¿qué nos
tienen preparados los guionistas para el personaje de la pérfida Anabel en esta
segunda temporada?
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