Hace unos cuantos días que “How to get away with Murder” echó el cierre a su cuarta temporada, dando carpetazo por fin a las tramas que han dado forma a estos quince episodios, que al igual que en las tres temporadas anteriores, nos ha tenido pegados a la televisión. Una temporada que ha dado mucho de sí, como viene siendo habitual, y que después un buen puñado de volantazos y giros de guión, parece marcar un antes y un después en la vida de sus personajes.
¡Cuidado! A partir de aquí, spoilers de la cuarta temporada de la serie.
Toda la trama de estos quince episodios ha girado alrededor del personaje de Laurel, la gran protagonista de entre todos los que componen el reparto joven. Comenzó la temporada con un elaborado plan contra su propio padre para vengar la muerte de Wes mientras sacaba adelante su complicado embarazo. Y entre el primer y el último capítulo la hemos visto ser madre, ver como su padre le arrebataba la custodia del bebé, reencontrarse con su madre, ser cómplice de las complicadas decisiones que el grupo ha tomado, recuperar a su hijo y conseguir su tan ansiada venganza. Todo ello, como es tónica habitual en la serie, con bastante sangre por el camino. Y además, nos hemos despedido con la duda de si ella es realmente quien se encuentra o no tras la desaparición de su madre. Las heridas en sus brazos apuntan a ello, pero ya sabemos que no nos podemos fiar lo más mínimo.
Pero otra cuyo protagonismo ha brillado en estos quince episodios ha sido el personaje interpretado por Aja Naomi King, Michaela. La evolución de niña rica indefensa a mujer sin escrúpulos (digna aprendiz de su maestra Annalise) que hemos ido viendo desde el inicio de la serie, se ha acentuado esta temporada, sobre todo en estos últimos episodios, siéndole infiel a Asher primero, y después con su cuestionada decisión sobre el futuro de Simon, que ha provocado que su visado haya sido revocado y tenga que volver a su país natal después de pasarse media temporada con un tiro en la cabeza. Una nueva Michaela se aproxima de cara a la siguiente temporada.
Pero por mucha sangre (ese parto en el ascensor fue demasiado), por mucho sexo (esta temporada mucho menos del habitual) y muchas lágrimas (nadie llora como Annalise), lo más destacado de esta temporada ha sido el cara a cara entre Annalise y Olivia Pope, gracias al crossover del personaje que Kerry Washington interpreta en “Scandal”. Yo nunca he visto “Scandal” en mi vida y he disfrutado viendo a las dos actrices elaborar su caso contra la Corte del Tribunal Supremo como un niño pequeño, así que me imagino lo disfrutable que ha tenido que ser para aquellas personas que ven ambas series. Por un episodio tuvimos la oportunidad de dejar de lado el caso Wes para centrarnos en lo que mejor se le da a ambos personajes, los juzgados. Ojalá ahora que “Scandal” encara su recta final, Olivia Pope se pase de vez en cuando por “How to get away with Murder”.
También hemos tenido que lidiar esta temporada con algunos elementos menos positivos que la serie ha sabido eliminar en su Season Finale. Denver está muerto (afortunadamente), el padre de Laurel en la cárcel (esperemos que por mucho tiempo) e Isaac fuera de juego en rehabilitación (con diferencia, el personaje que más he odiado esta temporada) así que ahora que por fin hemos dado carpetazo al caso Wes, por fin podemos dejar atrás todas estas tramas ya un poco cansinas de cara a iniciar una quinta temporada con aire fresco y renovado.
La principal diferencia del final de esta cuarta temporada con respecto a las tres anteriores ha sido que por una vez hemos atisbado un final feliz para nuestros protagonistas. Laurel ha recuperado su bebé, Annalise conseguía por fin limpiar su imagen (y de qué manera), Connor tiene de nuevo la motivación que había perdido por la abogacía mientras continúa con los preparativos de su boda y Bonnie ha conseguido reconciliarse con su jefa y todo apunta a que encontrará un nuevo interés amoroso. Pero ya sabemos que los finales felices duran poco, especialmente si perteneces al entorno de Annalise Keating, y en los últimos minutos hemos visto cómo entra en juego un nuevo personaje llamado Gabriel Maddox que promete dar mucho que hablar en la quinta temporada (temporada que por cierto no ha sido confirmada aún, pero que damos por hecho).
A pesar de sus altos y sus bajos, de algunas tramas demasiado estiradas y de un puñado de personajes demasiado antipáticos, en ningún momento me he aburrido con “How to get away with Murder”, y pese a ser muy consciente de que esta ha sido la peor temporada de la serie, estoy deseando que se confirme la nueva tanda de episodios para reencontrarme con Annalise. Y si puede ser para verlos trabajar a todos juntos de nuevo, mucho mejor.
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