“En los años 80, Galicia se convirtió en la principal entrada de droga en Europa. Su peculiar orografía con miles de kilómetros de costa hizo de la Ría de Arousa el punto estratégico ideal para que se establecieran en España los principales cárteles de la droga. La manera con la que se entiende hoy el narcotráfico es bien distinta a como la entendieron los gallegos en aquellos años; vieron en ella una oportunidad para hacerse ricos y prosperar en una tierra que ofrecía pocas alternativas. La industria pesquera en Galicia estaba en decadencia, el reinado de la droga se extendió y provocó su velada aceptación por parte del pueblo, haciendo que muchos mirasen hacia otro lado y que otros se lucrasen con un negocio en auge”.
Con un arranque muy al estilo de “El Hombre de las Mil Caras” (la película dirigida por Alberto Rodríguez hace un par de años) dio comienzo el pasado miércoles la emisión del primer episodio de “Fariña” que Antena 3 decidió estrenar para aprovechar el tirón mediático tras el secuestro del libro homónimo en el que se basa la serie y escrito por Nacho Carretero. Acompañado de un debate posterior para aprovechar también la audiencia residual en el late night, este primer episodio nos presentó a Sito Miñanco (interpretado aquí por Javier Rey), el protagonista de nuestra historia (lo de “nuestra historia” suena más acertado que nunca) , un joven que se encuentra faenando ilegalmente por la noche con su padre cuando una patrullera de la Guardia Civil les da el alto. En la huida entre las bateas, dan por casualidad con una barca de contrabandistas de tabaco, quienes se deshacen de su alijo ante la cercana presencia de las autoridades.
A partir de ahí, y para saldar la deuda contraída con los narcotraficantes al haberles hecho perder más de 20 millones de pesetas, Sito comienza a “trabajar” para ellos como conductor de las lanchas que cada noche se encargan de recoger los alijos ilegales de tabaco. Pero pronto descubre que el negocio da muchísimo dinero y que montándoselo por su cuenta puede llegar a convertirse en uno de los “gordos” para los que trabaja. Aunando sus fuerzas con las de Oli (Fran Lareu) y Roque (Tamar Novas), Sito irá creando su propio imperio, haciéndose cada vez más poderoso (y más rico, lo que para la Galicia de la época, era básicamente lo mismo) y que le llevará hasta América del Sur, lugar en el que descubrirá que el futuro del narcotráfico no se encuentra en el tabaco ilegal, sino en algo mucho más rentable, y por lo tanto más peligroso, la cocaína.
A pesar de lo denso de la historia y de la amplitud de contenido que hemos conocido en tan poco tiempo, lo cierto es que este primer episodio está narrado con pulso firme y con ritmo ágil, combinando maravillosamente el entretenimiento con información histórica contrastada que hará las delicias de los amantes de los thrillers policiacos pero también de aquellos que se acerquen a la historia para conocerla más en profundidad (o recordarla, según se mire). Y hay que reconocerle a “Fariña” el mérito de hacer que el ritmo no decaiga a pesar de los sempiternos 70 minutos de duración de las series de prime time en España.
De este modo, Bambú, la productora encabezada por Ramón Campos y Teresa Fernández-Valdés, demuestra que está más que capacitada para narrar historias más allá del romance dramático, que por otro lado tan bien les ha salido en “Velvet”, “Gran Hotel” o “Las Chicas del Cable”. También es inevitable acordarse de “Narcos” a la hora de hablar de “Fariña”. Es probable que nunca hubiésemos visto esta última si la primera no se hubiese convertido en uno de los fenómenos seriéfilos de los últimos años. O quizás sí. Eso nunca lo sabremos, pero lo cierto es que “Fariña” demuestra que nuestro país también tiene su propia historia de narcotráfico a gran escala y no viene mal recordarla siempre que se haga de la manera que parece que “Fariña” lo hace, con una calidad más que estimable.
Lo que está claro es que “Fariña” se ha convertido en uno de los mejores productos de Bambú Producciones y en uno de los mejores primeros episodios que hemos visto en abierto en la televisión española. Y digo “primeros episodios” porque aún es demasiado pronto para calificar la serie de “la mejor de la historia de nuestro país” como algunos kamikazes se atreven a aventurar. Lo siento pero con un sólo episodio emitido no es suficiente para hacer una evaluación justa y merecida. Y parece que para confirmar nuestras sospechas parece ser que tendremos que esperar ya que Antena 3 no tiene previsto emitir el resto de episodios hasta bien entrada la primavera. Es lo que tiene haber aprovechado el tirón mediático, pero a la vez no querer desperdiciar uno de tus productos estrella en una temporada de bajo consumo televisivo.
ACTUALIZACIÓN: A falta de confirmación oficial, parece ser que Antena 3 va a continuar adelante con la emisión de la serie a tenor de las audiencias conseguidas.
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