Hace unos meses, en el primer post del año en el que presentaba un buen puñado de estrenos que iban a dar mucho que hablar a lo largo de este 2018, mencionada “Rise” como uno de los estrenos más esperados del año por el regreso de Josh Radnor, el eterno Ted Mosby de “Cómo conocí a vuestra Madre” en un drama musical adolescente al más puro estilo “GLEE”. Por fin, la serie se estrenó la semana pasada y gracias a Movistar Series podremos ver los capítulos de esta primera temporada justo al día siguiente de su emisión en la NBC americana.
En “Rise” vemos como Josh Radnor ha pasado de ser un treintañero soltero en busca de la mujer de su vida en “Cómo conocí a vuestra Madre”, a un padre de familia cuarentón y aburrido atrapado en un trabajo anodino. Su personaje, Lou Mazzuchelli, ve como única salida a su anodina existencia meterse a director del club de teatro del instituto en el que lleva 17 años enseñando literatura inglesa (aunque para ello tenga que ser despedida su antecesora Tracey Wolfe (Rosie Perez). Decide entonces cancelar los ensayos de “Grease”, la obra que iba a representar el grupo de teatro y sustituirla por “Spring Awakening”, un musical menos popular pero muy relevante gracias a su tratamiento del despertar sexual y sentimental de un grupo de jóvenes reprimidos por una sociedad capitalista y religiosa en la Alemania del siglo XIX.
Entre el grupo de alumnos hay veteranos en el club de teatro del instituto como Simon (Ted Sutherland), un joven de familia religiosa acostumbrado a ser el protagonista de todas las producciones teatrales del instituto o Lilette (Auli´i Cravalho, la joven hawaina que dio voz a “Vaiana” en la película de Disney), una chica de ascendencia latina que tiene que combinar estudios y trabajo para ayudar a su madre a llegar a fin de mes. Pero también hay nuevas incorporaciones que Lou arrastra al club de un modo u otro como el quarterback estrella del equipo del instituto, Robbie Thorne (interpretado por Damon J. Gillespie). Todos ellos acogerán con los brazo abiertos la llegada de Lou, todo lo contrario que el resto de profesores y el director del instituto, temerosos de la repercusión que puede tener entre los padres de los alumnos la representación de un musical que habla abiertamente de sexo, homosexualidad y aborto, entre otros temas.
A lo largo del primer episodio no sólo veremos guiños a “Grease”, “Spring awakening” o “West Side Story”, las obras de teatro que representan los alumnos sino también a “Hamilton”, el musical que se ha convertido en uno de los mayores bombazos que se recuerdan en la historia de Broadway. También es justo reconocer que uno de los colaboradores principales con los que ha contado el showrunner de la serie, Jason Katims (que ya se encontraba detrás de “The Path”, “Parenthood” o “Friday Night Lights”), es Jeffrey Seller, uno de los productores teatrales que ha levantado “Hamilton”, por lo que la referencia era más que obvia en todos los sentidos, no sólo en el argumental.
La comparación fácil que han establecido todos y cada uno de los críticos americanos es “Friday Night Lights”, aquella serie protagonizada por Connie Britton y Kyle Chandler entre 2006 y 2011 sobre el equipo de fútbol americano de un instituto. Pero como yo nunca he visto la serie, no puedo establecer si la comparación es acertada o no. En una televisión cada vez más globalizada y más saturada, lo fácil es decir que “Rise” toma la idea que llevó al éxito a “GLEE” (un profesor apasionado por las artes se encarga de motivar mediante una disciplina artística a un grupo de adolescentes con pocas ganas de hacer nada ni con su presente ni con su futuro) pasada por el tamiz de “This is Us” (melodrama naturalista o porno emocional, como quieras llamarlo).
En cualquier caso, en este primer episodio no he podido evitar tener la sensación de que el protagonista queda supeditado por el grupo de alumnos que conforman el grupo de teatro. No me interesa nada ni el planteamiento ni la más que evidente evolución del personaje interpretado por Radnor, sino que lo que más me apetece ver de “Rise” en los siguientes episodios es la evolución de ese grupo de adolescentes cargados de mochilas emocionales saturadas con los típicos vaivenes emocionales propios de la adolescencia además de un buen puñado de dramas personales actuales y más que interesantes como la transexualidad, la homosexualidad, la integración de los emigrantes y la madurez precoz.
Quienes lleven tiempo pasándose por este blog sabes que una de mis debilidades seriéfilas (y también cinéfilas) son las series y películas de corte adolescente. El coming of age es mi género favorito y a pesar de que la serie aún no me haya contado que no haya visto, es esa más que posible interesante evolución de los personajes adolescentes la que hace que de momento me interese por los siguientes capítulos de “Rise”. De momento, compro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario