El día ha llegado. Después de muchos meses de espera por fin ha llegado a NETFLIX uno de los estrenos más esperados de la temporada, la primera temporada de “Élite”, la segunda serie producción española de la plataforma de streaming después de “Las Chicas del Cable” y que viene precedida de una gran expectación (sobre todos para aquellos amantes de la ficción adolescente como es mi caso). Así que señoras y señores, abróchense los cinturones porque vienen curvas. Sean bienvenidos al instituto Las Encinas.
Las tramas de “Élite” arrancan con la llegada de tres alumnos de origen humilde a un instituto de esos de clase alta que se dedican a formar los líderes del futuro. Samuel (Itzan Escamilla), un joven tímido y apocado, Christian (el ganador del Goya Miguel Herrán), un ligón de esos de botellón y rave y Nadia (Mina el Hammani), musulmana hija de inmigrantes palestinos, son los afortunados que gracias a una beca de dudosa procedencia van a poder disfrutar de uno de los sistemas educativos más exquisitos del país. Pero claro, no todo va a ser un camino de rosas, ya que en su nueva etapa se van a topar de bruces con un grupo de alumnos que no ven de buen agrado la llegada de los nuevos a su “ecosistema” de Gucci y Rolex.
Guzmán (Miguel Bernardeau) y Lu (Danna Paola), una pareja de follamigos amantes encabezarán una cruzada con el único objetivo de hacer la vida imposible a los novatos y claro, a partir de ahí se originan una serie de conflictos que van in crescendo hasta que desembocan en un asesinato (aquí no se andan con chiquitas). Un cadáver cuya identidad iremos descubriendo a medida que avanzan los episodios a la vez que vamos también descubriendo las razones que puede tener cada uno de los protagonistas para acabar con la vida de la víctima.
La serie tiene todo para triunfar no sólo dentro de nuestras fronteras, sino también para convertirse en un éxito internacional. No sólo cuenta con tres de las estrellas de “La Casa de Papel” María Pedraza, Miguel Herrán y Jaime Lorente (que recordemos que es la ficción extranjera más exitosa de la historia de NETFLIX), sino que además tiene una factura técnica y una producción que le dan un acabado más propio de serie americana que de española. La serie está creada por Darío Madrona y Carlos Montero, que vienen de hacer “Física o Química” o “Los Protegidos”. En la dirección cuenta con Ramón Salazar (director de “Piedras” o más recientemente “La Enfermedad del Domingo”) y Dani de la Orden (“Barcelona, nit d'estiu” y “Barcelona, nit d´hivern”) y en la música original con Lucas Vidal, uno de los españoles más internacionales del mundo de las bandas sonoras. Un plantel exquisito propio de la mayor superproducción cinematográfica.
Sí que es cierto que a “Élite” se le pueden echar en cara muchas cosas. La principal es que navega por muchos lugares comunes, sobre todo relativas al mundo adolescente y que hemos visto en este tipo de ficciones en multitud de ocasiones. Pero, ¿qué tipo de temas quiere que trate una serie de este género? ¿Corrupción policial? ¿La desaceleración económica de los países de la zona euro? No, estamos ante una ficción juvenil, y aquellos que partan con su mente cargada de prejuicios y juicios de valor, que se abstengan por favor. Porque “Élite” funciona a las mil maravillas en todos y cada uno de los aspectos que se propone. Es tremendamente adictiva (no conozco a nadie que haya visto el primer episodio y se haya echado atrás), tiene unos personajes que harán las delicias de los jóvenes, cuenta con amores imposibles, lucha de clases y un sinfín de historias de amor-desamor que harán las delicias de los espectadores.
Pero es que además de todo eso, “Élite” también nos lleva por otros terrenos menos transitados y por qué no decirlo, algunos que aunque hayan sido transitados, necesitan verse reflejados de nuevo en ficciones de este tipo para que la gente joven no se olvide de determinados colectivos o segmentos de la población. Las relaciones abiertas, la libertad de identidad, el racismo y su integración en la clase alta, la corrupción en la burbuja inmobiliaria, la homosexualidad y la religión son sólo algunos de ellos, pero quizá el que más destaque sea la presencia de un protagonista que padece VIH. Y es que el hecho de que uno de los personajes centrales sea seropositivo ayuda a la visibilización de una enfermedad que nada entiende de clases sociales o solvencia económica.
Y todo ello sin dejar de lado el crimen que marca el curso de estos primeros episodios y que hace de “Élite” la combinación perfecta entre “Gossip Girl” y “How to get away with Murder”. De la primera toma como referencia esa lucha que se produce tras la llegada de alguien de origen humilde a un instituto elitista y todos los conflictos que eso conlleva; y de la segunda, no sólo toma el hecho de contar un asesinato como eje central de la temporada, sino también una narración en dos tiempos, un presente en plena investigación policial y un pasado que narra todo lo transcurrido hasta llegar a esa situación.
Por cierto, ¿se ha estrenado ya la segunda temporada de “Élite”? ¿Y ahora? ¿Y ahora?
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