La plataforma online NETFLIX sigue con el empeño de que sus abonados dejen de tener vida social y en lo que llevamos de mes ya nos ha traído tres estrenos, la primera temporada de “Luke Cage” su tercer intento en el mundo MARVEL, el estreno de la tercera temporada de “Black Mirror” y la que os voy a hablar a continuación y que parece ser la que más desapercibida ha pasado, “Haters Back Off”.
A pesar de que en España es una auténtica desconocida, Colleen Ballinger se ha convertido en toda una celebrity desde que en 2008 empezase a subir vídeos a YouTube convertida en su alter ego Miranda Sings, una joven con un ego desmedido y muchas ganas de ser famosa a toda costa, pero con pocas habilidades y nulo talento delante de la cámara. Poco a poco sus vídeos se fueron haciendo virales y su personaje fue adquiriendo tal popularidad que la gente llegó a creerse que se trataba de una persona real y no de un personaje interpretado por la actriz que por aquel momento aún se encontraba en la universidad. Ocho años después, Miranda es una de las YouTubers más famosas de su país y gracias a esta fama ha llegado incluso a participar como colaboradora en programas de televisión entrevistando a artistas como Ariana Grande o Fifth Harmony.
Es por ello que NETFLIX no ha podido dejar pasar la oportunidad de abarcar una franja de público que hasta ahora tenía algo abandonada, la de los millenials, y ha fichado a Ballinger para que nos cuente lo que hay detrás de tan peculiar anti-estrella. Por eso, a lo largo de los 8 episodios de los que consta esta primera temporada iremos viendo los sucesivos intentos de Miranda por convertirse en la mayor estrella de la era internet. Para ello cuenta con el apoyo de su tío, que vive día y noche pendiente de que su caprichosa sobrina consiga su propósito, y de su madre, aunque esta parece estar más pendiente de encontrar de nuevo el amor mientras lucha contra su hipocondría. La única cuerda de la familia parece ser la hermana de Miranda, Emily, que tiene que hacer frente a tal peculiar familia mientras saca adelante sus estudios y la casa en la que los cuatro viven. Y no podemos olvidarnos de Patrick, el mejor amigo de Miranda y que secretamente (o quizás no tanto), está enamorado de esta peculiar protagonista a pesar de que poco a poco iremos viendo que lleva las de perder.
El problema de Miranda radica principalmente en que no sabe lo que es la autocrítica, ella afirma que ha nacido siendo ya famosa pero que la gente aún no lo ha descubierto. Si la criticas, es porque en el fondo la envidias, y no porque ella haga nada mal. Ni siquiera esa manía tan suya de aplicarse el pintalabios de tal modo que acabe en sus dientes. Por eso, se toma cualquier crítica como un ataque ya que ciertamente, ella no admite que nadie le diga que no es perfecta. De ahí lo de haters, back off del título. Y eso es algo que ha provocado oleadas de odio hacia este personaje sin que el público se dé cuenta de que simplemente se trata de eso, de un personaje.
Si bien “Haters Back Off” es una serie cómica, y con un humor facilón y simple, lo cierto es que directa o indirectamente nos deja un buen puñado de reflexiones sobre la cultura y la fama en pleno 2016. La primera y más evidente es el bajo precio de la fama. Hoy en día cualquiera puede hacerse famoso, sin ningún tipo de talento ni facilidad ni para cantar, ni para bailar ni para comunicar. Sólo es necesaria una cámara y una conexión a internet para que todo el mundo pueda conocer tu “talento”. Y eso es precisamente lo que le ocurre a esta protagonistas, que ve distorsionada la realidad hasta el punto de ver en ella misma un talento que realmente no existe. No sólo eso, sino que también invita a la reflexión sobre eso que venden tan bien los americanos de luchar por los sueños con todas tus fuerzas (da igual que tengas talento o no, si luchas, lo consigues). Para bien o para mal.
Hay que dejar claro ante todo que “Haters Back Off” no es una serie para todos los públicos. Su protagonista es tan egoísta y tan ególatra que lo fácil es odiarla. Y algo parecido pasa con el resto de su familia quienes, a excepción de la joven Emily, resultan francamente antipáticos, lo que provoca un rechazo de antemano que en ocasiones es difícil de salvar. Es por eso que el resultado final es una serie bastante excéntrica y por qué no decirlo, rara. Muy rara. Eso no evita que su factura sea impecable a pesar de que en ciertos momentos se nota la dificultad en conseguir el ritmo apropiado al tratar de adaptar el formato YouTube a episodios de una duración más o menos fija de 30 minutos.
No soporto a esta tipa, esta loca!!
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