viernes, 21 de octubre de 2016

"DEEP WATER": crímenes gays en la Australia de los 80

El canal australiano SBS estrenó hace un par de semanas una de sus mayores apuestas para la nueva temporada seriéfila, la miniserie “Deep Water”, con el reclamo de contar con Yael Stone, una de las protagonistas de “Orange is the New Black”, como protagonista y con la intención de reflejar un aspecto de la crónica negra más reciente del país y que hasta ahora poco o nada se había visto reflejado en televisión.


Y es que el punto de partida de la serie es la investigación del asesinato de un joven en su domicilio en extrañas circunstancias y con el cuerpo parcialmente mutilado. Dicha investigación será llevada a cabo dos policías: Tori Lustigman (la ya mencionada Yael Stone), que acaba de regresar trabajar a la ciudad después de una temporada en un pueblo de Nueva Gales del Sur y Nick Manning (Noah Taylor, visto en series como “Juego de Tronos” o “Peaky Blinders”), un veterano detective. Pero lo que en un inicio parecía un crimen pasional aislado, poco a poco se va desarrollando como una trama mucho más compleja que acaba relacionando este crimen con una serie de asesinatos sin resolver que se produjeron en la zona de Bondi, al sur de la ciudad de Sidney, durante los años 80 y 90. 

Y es que durante estos años (y lo que viene ahora es totalmente cierto), varias bandas de jóvenes violentos “dieron caza” a cientos de homosexuales golpeándolos en algunos casos hasta la muerte. Y lo que es peor de todo, con el consentimiento de la policía ya que sabían que esta no iba a investigar puesto que se trataban de casos menores perpetrados contra “maricas”. Miles de agresiones y docenas de muertes que en algunos casos fueron calificadas erróneamente de suicidios y en muchos otros ni siquiera se molestaron en resolver. Tal era la dejadez de los estamentos oficiales que algunos cadáveres no llegaron siquiera a identificarse mientras que otros no merecieron ni su nombre correctamente escrito en los documentos oficiales.


Y ahí precisamente es donde radica la fuerza de “Deep Water”, en utilizar una investigación ficticia para mostrarnos el pasado más reciente de un país que a pesar de que acababa de despenalizar la homosexualidad apenas cinco años antes, aún tenía un largo camino por recorrer en materia de visibilidad LGTBI. No sólo eso sino que además, aunque de manera muy ligera, también nos recuerda que lo que en Australia afortunadamente ya es pasado, en países como Iraq este tipo de violencia contra el colectivo LGTBI sigue siendo el pan nuestro de cada día, tal y como afirma uno de los protagonistas del primer episodio, emigrante ilegal que huyó de los severos castigos que su país y su religión perpetran día a día contra los homosexuales.

Lo cierto es que la parte de la investigación del asesinato cometido en el presente es bastante sencilla, un caso policiaco de manual, pero la fuerza radica en su relato de lo sucedido décadas atrás. Eso es lo que diferencia “Deep Water” del resto de thriller policiacos. Con ello no quiero decir que la serie no esté bien. Está bien rodada, bien escrita y magníficamente interpretada (la pareja protagonista es maravillosa), sólo que si lo que buscas es un policiaco, puede que el resultado te resulte algo simple. En cambio, si además de eso, también estás dispuesto a  profundizar en uno de los puntos críticos (y a la vez más desconocidos) de la historia reciente de la comunidad LGTBI, el resultado es, cuanto menos, satisfactorio. 


En mi caso concreto llegué a “Deep Water” por casualidad ya que después de ver la participación de Yael Stone en el tercer episodio de “High Maintenance” de la HBO decidí echar un vistazo a su ficha en IMDb. Y ahí es donde apareció esta miniserie que se ha convertido en una de las sorpresas más gratas de la temporada (más que nada porque hace un mes no sabía ni de su existencia). Y más grato aún es saber que gracias a este proyecto múltiple, decenas de organizaciones de derechos humanos del país piden una nueva investigación pormenorizada de todos y cada uno de los casos que han quedado sin resolver o que han sido erróneamente clasificados. Al menos, que “Deep Water” sirva para que todos esos sucesos no caigan en el olvido. 

Y si después del visionado de los cuatro episodios que componen la miniserie aún te quedan ganas de indagar un poco más acerca de esos asesinatos reales, como me ha pasado a mí, el canal SBS ha emitido este pasado domingo, finalizada ya la emisión de la miniserie, un documental titulado “Deep Water: the Real Story” que profundiza mucho más en esos cientos de casos entrevistando no sólo a víctimas y familiares sino también a algunos policías de aquel entonces que hicieron la vista gorda, e incluso a alguno de esos jóvenes asesinos.

#LoveWins

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