¿Cuántas veces habéis oído o leído en los últimos 10 años que la palabra “crisis” en tal o cual idioma significa “oportunidad”? ¿100? ¿1.000? Bueno, pues supongo que una vez más no nos hará daño y es que la nueva serie de NETFLIX, “The Get Down” tiene en este falso mito su lema principal. Pero no os preocupéis, que Baz Luhrmann, su director, lo hace con tal cantidad de colorido y de brilli-brilli que la historia, por momentos, parece original.
“The Get Down” nos acerca al nacimiento del hip hop en la Nueva York de finales de los 70 a través de un grupo de adolescentes con más sueños que recursos económicos. Con la ciudad sumida en una crisis económica que la convertía en la poseedora de la mayor tasa de paro de todo Estados Unidos, nuestros protagonistas se debaten entre luchar por cumplir su sueño y salir del anonimato o continuar con sus estudios y su vida destinada a heredar el humilde negocio de sus padres. El boom de los graffitis y del breakdance hacen del Bronx un hervidero social y cultural, que tiene su cara menos positiva en el auge de las drogas, la lucha entre pandillas rivales, el racismo y la corrupción urbanística.
Pero no nos olvidemos de uno de los ejes argumentales de la serie: la historia de amor ¿imposible? al estilo Baz Luhrmann. Romeo y Julieta en la película homónima, Satine y Christian en “Moulin Rouge”, Lady Sarah y Drover en “Australia”. Cada proyecto de este director tiene una historia de amor entre dos personas diametralmente opuestas, de distintas clases sociales o con diferentes aspiraciones vitales pero destinadas a vivir su amor. Y “The Get Down” no iba a ser menos. Aquí, Zeke y Mylene pertenecen a la misma sociedad deprimida y humilde, pero las aspiraciones de una de convertirse en una superestrella de la música disco y del otro de triunfar en ese nuevo movimiento musical y social posteriormente conocido como hip hop, ponen en peligro la fortaleza de su amor adolescente.
Todo esto salpicado con escenas de archivo que además de servirle al director para documentarse sobre la época, adornan muchos de los planos dando una sensación de mayor realismo al resultado final, que además incluye sucesos reales como el estreno de “Star Wars” o el apagón del 77 que dejó sin luz a la ciudad de Nueva York.
El primer capítulo, de nada menos que de hora y media de duración es tan caótico que parece como si no existieran otros once episodios (sólo seis se han estrenado ahora, el resto más adelante) para continuar la historia. Excesivo, sí, mucho. Muchísimo. Pero si te gusta la filmografía de este director, compras desde el minuto uno. Y si no te gusta el director siempre puedes deleitarte con la maravillosa selección musical, marca de la casa. Suenan desde el mítico “Disco Inferno” hasta el menos conocido “Do the Bus Stop” de The Fatback Band. Pasando por el “Bad Girls” de Donna Summer, el “Turn the Beat Around” de Vicki Sue Robinson (gran momentazo, uno de mis favoritos de los seis episodios) o “El Carbonero” de La Lupe. Además de, por supuesto, una maravillosa banda sonora original (os aseguro que una vez que escuchéis el "Set me Free" que interpreta la protagonista, no os la podréis sacar de la cabeza). Todo encaja en la idiosincrasia de un barrio compuesto por gente proveniente de mil nacionalidades y culturas distintas.
Reconozco que yo me acerqué a estos seis episodios con bastantes reticencias. Y es que si bien “Romeo + Julieta” o “Moulin Rouge” me parecen obras maestras, sus últimos proyectos, “Australia” o principalmente “El Gran Gatsby” habían perdido esa magia tan propia del cineasta. Y aunque por momentos en “The Get Down” puede parecer que la forma se come un poco el contenido, con ese envoltorio tan peculiar, colorido y teatral, el hecho de contar con un metraje que multiplica por 10 al cinematográfico, ayuda a que esos personajes puedan brillan con la misma luz propia que lo hacen los decorados o las canciones. ¿Es perfecta? No, ni muchísimo menos. De hecho los detractores de Luhrmann se lo van a pasar pipa. Pero sí que podríamos decir que estamos ante uno de los must del 2016.
Y es que la serie ha costado más de 120 millones de euros. La más cara hasta ahora de la historia de NETFLIX. Y teniendo en cuenta que en el reparto sólo destacan por popularidad los nombres de Giancarlo Esposito (“Brealking Bad” u “Once Upon a Time”), Jimmy Smits (“Sons of Anarchy”) o Jaden Smith (hijo de Will Smith) podemos deducir que el presupuesto se ha ido a una producción y dirección artística realmente apabullantes.
“The Get Down” es por tanto un canto de amor a la música, a la nostalgia setentera y a la amistad. Aunque francamente, por muchas virtudes que le queramos buscar a “The Get Down” la principal siempre es y será que Baz Luhrmann ha conseguido que el hijo de Will Smith no parezca un ser pedante, repelente y hostiable. Luhrmann 1 - Shyamalan 0.
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