Parece que fue ayer cuando repasábamos el inicio de la segunda temporada de "UnREAL", pero no, ya han pasado las diez semanas y anoche Lifetime emitió el último capítulo de este año de su serie estrella. Un episodio a la altura de lo que nos tiene acostumbrados la serie, intenso y lleno de momentos estelares. El desenlace de “Everlasting” ha llegado y es hora de conocer a quién ha elegido nuestro codiciado soltero.
A partir de aquí spoilers de la segunda temporada de “UnREAL”.
El capítulo no ha tenido ni un solo momento para coger aire. Empezó con Rachel y Quinn entrando por la fuerza en la oficina de Coleman confiscando toda la documentación que este había recopilado acerca de los trapos sucios del show. Pero este no está dispuesto a dejarse vencer y a pesar de que hace pocos episodios sacó a Rachel de la institución mental en la que se encontraba recluida, amenaza ahora con ir a la prensa y contar todo lo que hasta ahora habían tratado de ocultar, incluido el “suicidio” de una de las participantes en la temporada anterior del show. Mientras Quinn manipula a las dos finalistas, Chantal y Tiffany, haciéndolas creer que cada una de ellas va a contraer matrimonio con Darius en el final de “Everlasting”, Coleman acude a Yael, la tercera finalista eliminada (después de, literalmente, cagarse encima delante de todo el país) para hacer caer el show. Entre los dos (esta última resultó ser una reportera infiltrada) y con la vuelta del desaparecido Jeremy, planean hacer pública a la prensa la verdad sobre el show justo cuando éste emita su final.
Darius toma la decisión de no casarse con ninguna de las dos, obviamente, pero cambia de opinión cuando ve aparecer de nuevo a Ruby (recordemos, la negra activista y el único personaje con un poco de humanidad e integridad en toda la serie) que si bien rechaza su propuesta de matrimonio, acepta intentar tener una relación de verdad cuando finalice el programa. La enésima temporada de “Everlasting” ha terminado pero los problemas para Rachel y Quinn parecen no tener fin ¿o quizás sí? Y es que a pesar de que Jeremy finalmente se redimió de sus pecados acudiendo a Rachel para confesarle las verdaderas intenciones de Coleman y Yael, nuestra protagonista no logra pararles los pies. Y a pesar de haber avisado de spoilers, dejaré que descubráis por vosotros mismos ese último y torpe giro final de los acontecimientos.
Si hay algo que se le da bien a “UnREAL” son los finales de temporada. Y este segundo, a pesar de no haber conseguido el bombazo de hace un año, ha dado un cierre más que digno a una temporada que por otro lado ha tenido más errores que aciertos. Si bien en ningún momento ha dejado de ser el show adictivo que nos enamoró en su primera temporada, ha habido un buen puñado de decisiones erróneas que el show tomó y de las que ha sabido resarcirse con más pena que gloria. Por un lado está lo que podemos denominar, y perdonadme la expresión, el duelo de pollas rancias. Esos primeros capítulos con peleas continuas entre Rachel, Quinn, Chet y el recién llegado Coleman por ser el jefe del cotarro fueron realmente molestos y carentes de interés. Por otro, el escaso interés que ha despertado la historia de amor de “Everlasting” en esta segunda tanda de episodios. Empezando por un soltero carente de interés alguno (no como el maravilloso Adam que nos enamoró a todos en la primera temporada y que volvió brevemente esta segunda para levantar el show).
Tampoco podemos olvidarnos de la manía que tienen los guionistas por enfrentar a los personajes de Rachel y Quinn cuando todos sabemos que juntas funcionan infinitamente mejor juntas que por separado. De hecho, el mejor episodio de esta temporada, el primero, estaba cimentado precisamente en esa unión (MONEY. DICK. POWER, recordemos). Y si Quinn funciona mejor con Rachel, lo que no ha logrado ni remotamente el propósito deseado es la historia de amor de la primera con John Booth, el jefe de la cadena. Aparece, se enamoran, él quiere tener hijos, ella no puede, rompen y él desaparece. Todo muy natural en un personaje como Quinn, ¿verdad? ¡NO!
Pero a pesar de todo ello, “UnREAL” no ha dejado de ser en ningún momento entretenida ni adictiva. Cada capítulo terminaba dejándonos con ganas de más y eso es de agradecer. Aunque para ser sinceros, los puntos fuertes de esta temporada son directamente derivados de la primera. Todos y cada uno de los higlights funcionan a base de repetición: si en la primera temporada teníamos un suicidio, aquí tenemos un negro disparado por la policía. Y así podríamos nombrar varios ejemplos más de cómo lo mejor de la segunda temporada ha sido también lo mejor de la primera, sin aportar algo nuevo o distintivo. Y por cierto ¿cuando van a aprovechar el personaje del presentador del show, que puede dar muchísimo de sí?
Por último, os dejo una reflexión. “UnREAL” presume de ser uno de los shows más feministas de la televisión actual, pero ¿realmente podemos considerar feminista una serie que tiene dos (literalmente) personajes femeninos potentes y una veintena de papeles femeninos de mujer florero, estúpida y fácilmente manipulable e influenciable? Yo empiezo a tener mis dudas.
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