A finales de 2018, NETFLIX estrenó sin apenas promoción y casi de tapadillo la primera temporada de una comedia británica, originalmente producida y emitida en Channel 4 sobre un grupo de amigas adolescentes en la Irlanda del Norte de los años 90. La serie, que había sido un éxito en su emisión en tierras británicas a principios de año, se convirtió de repente en un soplo de aire fresco en un momento en que nuestros cuerpos hacían digestiones de 24 horas causadas por los excesos navideños, y el hecho de saber que iba a contar con una segunda temporada (que se acaba de estrenar) supuso nuestro mejor regalo de Reyes.
El argumento, tan simple como efectivo, es el siguiente: “un grupo de chicas intenta lidiar con los conflictos típicos de la adolescencia en un pueblo de Irlanda del Norte durante los tumultuosos años 90 mientras acuden a un instituto para chicas católicas”. Sí, a simple vista puede parecer que hemos oído este argumento decenas de veces, pero os aseguro que “Derry Girls” se aleja bastante de las series juveniles que se nos vienen en este momento a la mente. Pero si necesitáis razones para convenceros de darle una oportunidad a “Derry Girls”, ahí van unas cuantas.
SU GRUPO DE PROTAGONISTAS. Sus cinco personajes principales, cuatro chicas y un chico, son todo lo opuesto a lo que estáis pensando. Erin (Saoirse-Monica Jacskon), Orla (Louisa Harland), Clare (Nicola Coughlan), Michelle (Jamie-Lee O´Donnell) y James (Dylan Llevellyn) son unos patanes sociales, de los que nunca van a pertenecer al grupillo de los guays o los populares. Las tonterías propias de la adolescencia (es decir, novios, sexo, drogas y popularidad) se entremezclan con unos personajes secundarios, generalmente profesores o familiares, tan bien desarrollados que darían para varios spin-off. También hay que agradecer el hecho de contar con un reparto protagonista mayoritariamente femenino, algo con lo que la serie juega deliberadamente a través del personaje de James, el primer chico que estudia en ese instituto femenino que tendrá que lidiar continuamente no sólo con los comentarios acerca de su sexualidad sino también con el hecho de ser un británico en Irlanda del Norte, tarea nada fácil.
POR EL CONTEXTO POLÍTICO. No es común que las comedias tengan tan en cuenta la realidad socio-política como lo hace “Derry Girls”. Los informativos en televisión y los soldados que vigilan las calles de Derry nos muestran una sociedad profundamente marcada por el conflicto que sacudió Irlanda del Norte durante la segunda mitad del siglo XX pero que sin embargo intenta llevar una vida lo más normal posible. Pero lejos de mostrar el conflicto desde un punto de vista externo, su creadora Lisa McGee (originaria de Derry y que refleja aquí muchas de sus vivencias de aquella época) también se atreve a hacer de la rivalidad entre católicos y protestantes el eje central de uno de los episodios en los que las jóvenes acuden a un fin de semana de encuentro entre institutos de ambas religiones.
UNA BANDA SONORA SUBLIME. “Derry Girls” viene a reivindicar, y de qué manera, la música de los 90. El “Saturday Night” de Whigfield, el “Better the Devil you Know” de Kylie Minogue, un episodio dedicado casi al completo a Take That, además de Blur, The Corrs, Ace of Base, Madonna y TLC son sólo algunas de las canciones o artistas que acompañanarán a las protagonistas en su peculiar día a día. Y si hablamos de su día a día no pueden faltar The Cranberries. De hecho, dos de sus canciones más famosas, “Dreams” y “Zombie” ponen banda sonora a dos de los momentos más importantes de estas dos temporadas. Un buen puñado de canciones de esas que nos hacen preguntarnos si en Spotify hay alguna playlist para disfrutar entre capítulo y capítulo (la respuesta es sí, la hay, varias, de hecho). Ya sabéis, la nostalgia también llega a los 90.
SU HUMOR. Sí, algo tan simple como el humor en una comedia. Un tipo de humor muy local pero a la vez muy internacional que funciona en cualquier parte del mundo. Sí, seguro que algún chiste se nos escapa si no somos habitantes de Derry, pero si Paquita Salas ha conseguido hacer de su humor local su mayor bandera para probar suerte en el mercado hispano internacional, ¿por qué no iba a funcionar el de “Derry Girls”? Cuesta encontrar hoy en día series de esas que te hacen soltar carcajadas en todos y cada uno de sus capítulos y cada vez son más las que optan por un humor más intelectual o “de autor”. “Derry Girls” no es así, ni tampoco lo pretende. Y ahí radica su mayor virtud, en enarbolar la bandera de un humor en el que destacan las burradas que unos personajes se sueltan a otros a pesar de lo mucho que se puedan querer.
De verdad, no puedo dejar de recomendar “Derry Girls”. Sólo dos temporadas de seis episodios cada una. Plan perfecto para un fin de semana o un trayecto ahora que estamos apurando las vacaciones estivales. Me lo agradeceréis, os lo aseguro.
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