En el post que hice a principios de este mes de enero con los estrenos más esperados de este 2018 había una producción española que destacaba sobre el resto, en gran medida por lo ambicioso del proyecto pero también por la cantidad de información y promoción que habíamos ido recibiendo a lo largo de los últimos meses, especialmente tras su estreno en el pasado Festival de Cine de San Sebastián. Se trata de “La Peste”, el tercer proyecto original de Movistar+ y que desde este pasado 12 de enero podemos visualizar en su plataforma de VOD.
“La Peste” nos traslada a la Sevilla del siglo XVI, una ciudad muy distinta a la imagen que podríamos tener de ella, o al menos la que yo tenía. Sevilla era por aquel entonces el epicentro cultural, político y social de la vieja Europa gracias en gran medida a su enclave estratégico para el comercio con el Nuevo Mundo. Pero lo que nos muestra la serie dista mucho de esto ya que nos encontramos con una ciudad sucia, llena de mugre, plagada de enfermedades, en la que las altas temperaturas ha provocado que la peste campe a sus anchas y donde las diferencias sociales entre las clases más pudientes (generalmente con título nobiliario bajo el brazo) y las más humildes se va incrementando a medida que la enfermedad avanza por cada una de sus estrechos callejones.
Allí nos encontramos con el personaje protagonista de Mateo, un hombre condenado por la Santa Inquisición que vive prófugo de la justicia en Toledo pero que regresa a la ciudad para salvar la vida del hijo bastardo de un fallecido amigo suyo. Una vez allí, recibe el encargo de resolver la muerte violenta de varios miembros de la alta sociedad sevillana y cambio de encontrar al culpable, conseguirá el perdón y podrá volver a ser un hombre libre. Nos encontramos también con Zúñiga, uno de los pocos amigos de Mateo que a pesar de su origen humilde ha conseguido ascender socialmente gracias a saber sacar provecho de sus dotes de comerciante y sus escasos escrúpulos morales; y también con Teresa Pinelo, quizás el personaje más interesante del relato al tratarse de la representación de lo difícil que era ser una mujer de poder en aquella época.
Pero a pesar de estos tres a priori interesantes personajes, resulta inevitable que, según van avanzando los minutos y los episodios, el espectador tenga la sensación de que el protagonista no sea ninguno de ellos sino la propia ciudad de Sevilla y de que la trama está supeditada a la recreación y la reconstrucción de la época. Una reconstrucción magnífica, por otra parte, en los que se palpan cada uno de los 10 millones de euros de inversión con los que ha contado su creador Alberto Rodríguez (director de “La Isla Mínima”, “Grupo 7” o “EL Hombre de las Mil Caras”). Pero no puedo evitar sentir que la investigación que el personaje de Mateo lleva a cabo se queda coja o carente de interés con respecto al resto. Un envoltorio maravilloso para un contenido que podía haber dado mucho más de sí, francamente.
Además del citado magnífico diseño de producción, otro de los grandes aciertos de la serie es contar, salvo alguna excepción como Paco León, Manolo Solo, Paco Tous o Antonio Dechent, con caras poco conocidas para el gran público, algo que ayuda a la completa inmersión en la trama y en la propia Sevilla post medieval. Así, descubrimos grandes intérpretes como las de Pablo Molinero, interpretando al Mateo protagonista o Sergio Castellanos como su “pupilo” Valerio Huertas.
“La Peste” se une así a “La Zona” y “Vergüenza” en la lista de proyectos originales de Movistar+. Proyectos que por ahora les están reportando bastantes alegrías no sólo en nivel de audiencias sino también a nivel mediático ya que estas dos últimas recogían este pasado lunes los Premios Feroz a Mejor Serie de Drama y Mejor Serie de Comedia respectivamente, además de los dos principales premios interpretativos para Malena Alterio y Javier Gutiérrez, protagonistas de “Vergüenza”. Esto unido a la más que satisfactoria primera temporada del spin-off de “Velvet”, “Velvet Colección” hacen del canal la mejor apuesta por la ficción de calidad en nuestro país.
De momento ya tenemos confirmada la renovación para una segunda temporada, en gran parte debido a su éxito entre la crítica especializada pero también por sus datos de audiencia, que aunque Movistar+ se niega a facilitar, sí que ha confirmado que ha batido el récord de audiencia de la plataforma superando un 40% su anterior récord, que fue el estreno de la séptima temporada de “Juego de Tronos” este pasado verano. Además, también han proporcionado el dato de que uno de cada cinco espectadores que han iniciado su visionado, han visto los seis episodios completos en sus primeros cuatro días, síntoma de que cuenta con el favor del público. Un presupuesto que parece más que bien amortizado por el momento.
Y como últimamente parece que no hay serie de calidad que no lleve consigo su ración de polémica estúpida, “La Peste” ha tenido la suya propia que proviene de un puñado de espectadores que se quejan de lo complicado que resulta entender el acento andaluz en algunos de sus personajes. Un acento andaluz en una serie que, como dije antes, nos traslada a la Sevilla del siglo XVI. No, no se trata de un chiste. Ojalá fuese así.
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