Ryan Murphy es uno de esos tipos que lleva produciendo con éxito series de televisión desde hace casi dos décadas, cuando se estrenó con la serie de corte adolescente “Popular” (emitida en España en TVE). A este le siguieron el drama mordaz sobre la industria de la cirugía estética “Nip/Tuck” y otro producto de corte adolescente como “Glee”, que resultó ser uno de los mayores bombazos de su carrera. También ha tenido algún tropezón como el slasher “Scream Queens” o la comedia “The New Normal” que no pasó de su primera temporada. Pero si a algo debe su éxito y prestigio es a “American Horror Story”, que puso de moda eso de las series antología y también a “American Crime Story” que llenó de premios sus estanterías hace un par de años con la recreación del caso O.J. Simpson.
¿Y qué le quedaba por hacer a Ryan Murphy y a su ya inseparable compañero de fatigas Brad Falchuk? Pues algo tan simple y común (pero a la vez tan efectivo en cuanto a audiencias) en la televisión americana como una serie procedimental. Sí, una de esas series en las que en cada episodio te cuentan una trama autoconclusiva e independiente del resto, es decir, lo que comúnmente se conoce como “el caso de la semana”. De esas que Cuatro emite prácticamente todos los días y a todas horas, tipo "Castle". Y ahí es donde entra “9-1-1” su nueva y flamante serie de la que ya hablamos en el post de los estrenos más esperados del año hace unas pocas semanas.