Un fin de semana. Eso es lo que me ha durado “Dark”, la última serie a la que me he enganchado. Nuevamente estamos hablando de un estreno de NETFLIX (parece que sólo veo serie de esta plataforma, pero no, os prometo que pronto hablaré de otras que no aparezcan en este servicio). Y es que con un mes de diciembre repleto de novedades y esperados regresos (este próximo fin de semana llega la esperadísima segunda temporada de “The Crown”), o aprovechas los fines de semana para maratonear o de otro modo se van acumulando los episodios hasta que al final pierdes el interés.
Y es que si algo tenemos que agradecerle a NETFLIX es el ir apostando por la producción nacional en aquellos territorios en los que se va instalando. Ya lo hizo en España con “Las Chicas del Cable”, una serie que no fue del agrado de toda la crítica pero que según palabras de los peces gordos de NETFLIX ha sido un éxito rotundo. Gracias a esta iniciativa de ir apoyando el talento local, hemos podido disfrutar de la serie brasileña “3%” (a ver si vuelve pronto con una segunda temporada), de la italiana “Suburra” y de un buen puñado de proyectos que de otro modo seguramente nunca habríamos tenido la oportunidad. Y la serie que ahora nos ocupa es el primer proyecto de la plataforma de streaming en tierras alemanas.
El argumento se centra en la vida aparentemente cotidiana de un pueblo del oeste de Alemania cuyos habitantes se ven sorprendidos por la misteriosa desaparición de dos jóvenes. De momento, de cara a la investigación, la única pista con la que contamos es otra desaparición similar que se produjo 33 años atrás y a partir de ahí iremos conociendo todos los aspectos que rodean a la desaparición de dichos jóvenes a la vez que descubriremos los rincones más oscuros de los habitantes de Winden. Todos ellos parecen tener en común el guardar secretos: infidelidades, delitos cometidos en la adolescencia y tensas rivalidades familiares entre otros muchos.
El pasado, el presente y el futuro serán claves en cada uno de los diez episodios que componen esta primera temporada. Y es que tal y como avanza el tráiler: “la clave no es el dónde, no es el quién, no es el cómo, sino el cuándo”. A partir de ahí es mejor que el resto lo vayáis descubriendo por vosotros mismos ya que cualquier dato más puede desvelar algún aspecto de la trama que es mejor descubrir con su visionado. Bueno, quizás puedo añadir que el accidente de Chernobyl en 1986 y el cambio que esto supuso en la visión que hasta entonces se tenía de las centrales nucleares también juega un aspecto clave en “Dark” (sí, el pueblo tiene una central nuclear).
Dicho esto, creo que ya sé lo que estáis pensando. Y es que a simple vista guarda bastante parecido con la serie más famosa de NETFLIX, “Stranger Things”, pero os prometo que el parecido se queda ahí, en la sinopsis. Sí, ambas arrancan con la desaparición de un niño, y sí, ambas tienen un toque sci-fi, pero los parecidos entre ambas se quedan ahí. Es más, son más los puntos diferenciales que aquellos que guardan ambas en común. “Dark” se aleja de la estética deliberadamente pop y nostálgica para adentrarse en un escenario más gris con personajes aún más grises y en mi opinión, guarda más parecido con la amplia producción escandinava que en los últimos años nos ha dejado joyitas como “The Bridge” o “Jordskott” que con la mencionada serie creada por los hermanos Duffer. Más nordic noir, menos “goonies”.
La fotografía, el montaje y un misterio que se va resolviendo poco a poco, con cuentagotas, son los mayores alicientes de una serie que cuenta además con un reparto más que solvente repleto de caras mayoritariamente desconocidas para el gran público español pero ampliamente populares en tierras germanas. Todo ello sin dejar de lado una magnífica selección musical que ya podéis encontrar en múltiples listas de reproducción de Spotify y sin olvidarnos de una música original que hace alimentar la sensación de desasosiego en el espectador a medida que avanza el metraje. Y otro de los alicientes que personalmente me ha resultado clave a la hora de maratonear, ha sido su ritmo pausado pero constante, sin altibajos que ha hecho el visionado mucho más adictivo. No es que tenga un ritmo trepidante, pero tampoco es lenta. Y lo que más se agradece es que no deja esa sensación de contar con varios episodios de relleno, algo que suele ser muy común en las series de este servicio de streaming.
Por último, si me aceptais un consejo, prestad mucha atención a los nombres de los personajes. Os será de mucha ayuda a la hora de ir armando el puzzle que compone una trama repleta de personajes desde distintas perspectivas. Y hasta aquí puedo leer. Ahora os toca a vosotros.
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