Las series de adolescentes vuelven a estar de moda. Algo que a mí me hace enormemente feliz. Y lo hace además con proyectos que resultan rematadamente interesantes por motivos muy variados. Si hace un par de meses todo el mundo, incluido yo, celebraba la llegada de “Riverdale”, la adaptación de los clásicos cómics de “Archie” a la televisión de la mano de The CW, ahora NETFLIX nos trae un proyecto realmente interesante y que seguro marcará un antes y un después en el retrato de esta generación que solemos ver en la pequeña pantalla.
Se trata de “13 Reasons Why”, “Por 13 Razones” es castellano, y es la adaptación del libro superventas del mismo título escrito por Jay Asher en 2011. “Por 13 Razones” parte del suicidio de Hannah Baker, un suceso que marca para siempre a su familia y a toda la comunidad escolar. ¿Pero qué llevó a Hannah a cometer este acto? Pues la respuesta viene en forma de un paquete que contiene unas grabaciones en casette que Hannah se ha encargado de hacer llegar a cada una de las personas que han empujado a la joven al suicidio. En ellas, la protagonista narra el infierno que vivió en el instituto al que acababa de llegar: desde su primer desengaño amoroso a las falsas amistades.
Cada una de las caras de una cinta se centra en una persona distinta y los espectadores irán descubriendo los hechos a la vez que el propio oyente. En este caso, el que acaba de recibir tan misterioso paquete es Clay, un joven introvertido que estaba enamorado de Hannah y que además de compañero de instituto, también trabajó con ella en el cine del barrio. Clay irá descubriendo de manera paulatina no sólo la implicación de algunas personas de su entorno, sino también la suya propia así que dejará de ser un mero espectador para implicarse de una manera mucho más personal y emocional.
Parafraseando su propio título, la serie tiene un montón de razones por las que darle una oportunidad: por un reparto juvenil realmente funcional, por su narración llena de saltos temporales, por el regreso de esa actriz que tanto nos gusta que es Kate Walsh, por la adicción y las ganas de más que provoca en nosotros el hecho de ir conociendo los culpables de que Hannah haya tomado la decisión de quitarse la vida, y muchas más. Pero si por algo merece la pena acercarse a “Por 13 Razones” es por haberse atrevido a retratar de una manera valiente y honesta todos esos males inherentes a la adolescencia que con el auge de las redes sociales se han visto más y más acentuados. El acoso escolar, el bullying, el retrato de la mujer objeto, las falsas apariencias, la cultura de la violación y el abuso. Un sinfín de temas que están a la orden del día y con los que la serie juega en la narración de cada uno de sus capítulos pero siempre desde el respeto y sin frivolizar.
Con estos temas tan comprometidos, la serie consigue enganchar desde el minuto uno tomando para ello como base los típicos personajes de cualquier serie adolescente, como por ejemplo el capitán del equipo de baloncesto, la jefa de las animadoras, o el chico introvertido con pocos amigos y dándole una vuelta al conjunto para darle un toque más adulto, más maduro y mucho más interesante. La voz de Hannah que sale de las casettes nos acompaña en una narración que navega entre el thriller y el drama adolescente. Todo de una manera muy entretenida y altamente adictiva. Es imposible no querer saber quién más tiene parte de culpa en la decisión que Hannah acaba de tomar. Pero además, la serie también relata el aspecto más oscuro de la propia protagonista, a la que algunos de sus compañeros no dudan en tachar de mentirosa y manipuladora. ¿Lo hacen por despecho al verse señalados de manera directa, o simplemente es que Hannah también tenía su lado turbio? Eso lo iremos descubriendo a lo largo de los trece episodios.
Además de la ya mencionada Kate Walsh, que hace aquí de la madre de Hannah, la serie cuenta con pocas caras conocidas. La novata Katherine Langford interpreta a la protagonista mientras que Dylan Minette (al que hemos visto pasándolas canutas en “No Respires”, y en episodios de “Agents of SHIELD” o “Scandal”) hace lo propio con el personaje de Clay. Detrás de las cámaras nos encontramos a Selena Gomez como productora ejecutiva (quien en un inicio iba a ejercer también como actriz interpretando a la propia Hannah) y en la dirección de los primeros episodios está Tom McCarthy, el director de la oscarizada “Spotlight”. Además, el propio autor de la novela, Jay Asher, participa en el guión de los trece episodios, lo que garantiza al menos que veremos todo lo que él nos quiso contar en el libro.
Aunque la serie, al igual que el libro, tiene un final cerrado, lo cierto es que ya hay rumores de que NETFLIX está negociando una más que posible segunda temporada con una narración completamente nueva. ¿Es necesario? Creo que ya sabemos todos la respuesta...
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