Después de que el pasado domingo Rami Malek consiguiese el EMMY al mejor actor por su interpretación en la serie, “Mr Robot” emitió este miércoles el final de sus segunda temporada. Y aquí en el blog ha llegado el momento de analizar los mejores y peores momentos de una temporada que, al igual que ya hiciera hace un año, no ha dejado indiferente a nadie.
A partir de aquí spoilers del final de temporada de “Mr Robot”.
Ya habíamos visto al final del décimo capítulo en aquel tiroteo en la cafetería que el futuro de Darlene pendía de un hilo. Finalmente salió ilesa de las balas, pero de lo que no pudo librarse fue de Dom. Esta está dispuesta a lo que sea con tal de hallar los responsables del ataque cibernético con el que acabó la primera temporada y para ello decide implicarse hasta el fondo en el interrogatorio a Darlene. Ambas nos proporcionan los mejores momentos de este episodio (y podríamos decir también que de la temporada junto con Angela) en ese cara a cara en el que además descubrimos nuevas facetas que hasta ahora solo intuíamos en el personaje de Dom. El cara a cara termina con una sorprendente confesión por parte de la detective. Y es que esta es conocedora de todo. Absolutamente todo. Muestra a Darlene una pizarra en la que podemos ver a todos los integrantes de FSociety y muestra a Tyrell como cabecilla de la organización clandestina. Por tanto, llevaba tiempo ya pisándoles los talones a pesar de que parecía que su búsqueda era bastante infructuosa.
Pero si el cara a cara entre Darlene y Dom nos resultó perturbador, esto no fue nada comparado con el matrimonio formado por Joanna y el propio Tyrell. Por un lado ella descubre la verdadera persona que se encuentra detrás de todas las llamadas y regalos que estaba recibiendo (y que pensaba que era su propio marido que hasta ahora estaba desaparecido). Y ese no era otro que Scott Knowles, quien dolido aún por la pérdida de su mujer embarazada a manos de Tyrell decide castigar a su esposa intentando que ésta sienta el mismo dolor que él estaba sintiendo. Pero Joanna se burla de su dolor, algo que a Scott no le sienta nada bien y que desemboca en una paliza de la que ella se recuperará a duras penas.
Y mientras tanto Tyrell, ajeno a todo lo que está ocurriendo con su esposa, está planeando con Elliot la tan temida fase dos de su ataque cibernético. Este último parece no estar dispuesto a ejecutar el plan ya que este consiste en hacer desaparecer los documentos que recogen toda la información informatizada que se había perdido durante el ataque, pero para ello lleva consigo acabar con las vidas de personas inocentes, algo a lo que Elliot parece negarse. Tyrell está dispuesto a lo que sea con tal de ejecutar el plan y si ello conlleva deshacerse de Elliot, así lo hará. Y una bala certera acaba en el estómago de nuestro protagonista haciendo que su vida penda de un hilo hasta al menos la próxima temporada. Pero, ¿es ese Tyrell real? ¿O es fruto de nuevo de la imaginación de Elliot? A estas alturas ya no podemos confiar en nada de lo que veamos. Y más teniendo en cuenta que en otro loco giro de los acontecimientos vemos a Angela recibir la llamada de Tyrell diciendo que ya se había encargado de Elliot como habían acordado.
Sin duda, bajo mi punto de vista, lo mejor de esta temporada ha sido la incorporación de Grace Gummer para interpretar a la agente del FBI Dom DiPierro. Un personaje con muchísimas aristas que ha combinado perfectamente la faceta laboral dura e impenetrable con un aspecto personal mucho más frágil. Y la actriz, aparte de encajar perfectamente en ese tipo de personaje femenino tan característico de la serie, ha sabido ganarse al espectador haciendo que ese desee que no le pase nada malo a pesar de que su labor es la de atrapar a Elliot y compañía.
Además, la serie se ha mostrado muy continuista con ese juego de espejos con el que ya nos alucinó en la primera temporada. Algo que a algunos espectadores fascinó pero que a otros resultó demasiado farragoso. Y es cierto que quizás esta segunda temporada ha abusado de esas pistas falsas, de ese “Mr Robot” en la cabeza de Elliot que hace que no podamos confiar en nada de lo que veamos, haciendo que el espectador crea durante momentos, incluso episodios enteros algo que luego resulta ser distinto a la realidad (ese momento en el que descubrimos que Elliot no estaba con su madre “curándose” sino en la cárcel fue todo un golpe de efecto, pero pensándolo bien ¿hemos estado viendo durante episodios algo que no es más que la imaginación de Elliot para nada?). Pero ese es un juego al que el espectador tiene que estar dispuesto a jugar si quiere seguir disfrutando de Elliot y compañía. A unos les compensará. A otros no. Pero no podemos negar que “Mr Robot” y su creador Sam Esmail son fieles a su estilo y al concepto de serie que tenían en mente desde un principio.
Por cierto, que maravillosa sigue siendo la selección musical ¿no? En este capítulo, dos temazos como “The Moth and the Flame” en la versión de Les Deux Love Orchestra y sobre todo “The Hall of Mirrors” de Kraftwerk acompañan los dos mejores momentos de todo el episodio de una manera magistral.
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