lunes, 9 de mayo de 2016

"GAYCATION", la realidad homosexual en 2016

La actriz Ellen Page, conocida mayormente por su papel de “Juno”, se ha convertido en una de las mayores defensoras públicas de los derechos de los homosexuales desde su salida pública del armario hace un par de años en una conferencia sobre los derechos del colectivo LGTBQ en Las Vegas. Y no sólo aprovecha su última película “Freeheld” en la que interpreta a la pareja de Julianne Moore para tal cometido, sino que además hace unas cuantas semanas estrenó una serie de documentales en el nuevo canal norteamericano VICELAND en los que recorre diferentes países para ver cómo es la realidad del colectivo homosexual. En esta primera temporada ha visitado, junto con su amigo Ian Daniel, también gay, cuatro países: Japón, Brasil, Jamaica y Estados Unidos.


Lo que más destaca en el primer país que visitan, Japón, es el contraste entre la extrema frialdad y timidez del pueblo nipón, tan poco dado a las muestras públicas de afecto (de cualquier identidad sexual), con la colorida calidez del barrio gay de Ni Chome en Tokio en el que puedes encontrar desde locales en los que hombres heterosexuales disfrutan vistiendo ropa femenina hasta karaokes en los que chicas jóvenes escuchan porno gay masculino. Lo curioso de un país como Japón es que, al contrario de lo que suele suceder, la religión no es lo que obstaculiza la visibilidad gay sino que parecen ser otros los factores los causantes de que el colectivo LGTBQ sea aún un tabú. Tras Japón visitan Brasil, que si bien puede presumir de ser el primer país de Sudamérica en aprobar no sólo el matrimonio gay sino también la adopción por parte de parejas monoparentales, también tiene el dudoso honor de tener la mayor tasa de asesinatos de LGTB del mundo. Y es que hay una diferencia abismal entre la visibilidad en eventos como el carnaval de Rio de Janeiro y la realidad del día a día. Quizás Brasil me recuerda a la España de principios de los 90 en los que a la gente le resultaba divertido, incluso exótico, ver gays en TV (hola Boris Izaguirre) siempre y cuando estos no fuesen sus vecinos en la vida real. 

Mucho peor es el caso de Jamaica, el que es considerado el país más homófobo del mundo (así lo hizo la revista TIME en 2006), que no sólo no contempla en matrimonio gay sino que además carece de cualquier tipo de legislación que proteja al colectivo frente al altísimo nivel de agresiones, especialmente en el caso de los transexuales. No sólo eso sino que además aún sigue vigente la “Ley de Sodomía” que penaliza y criminaliza determinadas prácticas, entre ellas el mantener relaciones sexuales con alguien de tu mismo sexo. Y resulta cuanto menos curioso que el movimiento rastafari, que tanto predica la paz tenga una posición tan violenta hacia lo LGTBQ. En un país con una profundo y arraigado culto religioso, Ellen e Ian acuden al que será el primer Gay Pride que se celebra en la historia del país. Por último, y coincidiendo con la aprobación con la aprobación el en Senado de la ley de matrimonio igualitario, visitan Estados Unidos y tienen la oportunidad de charlar con Ted Cruz, uno de los últimos en retirarse de la carrera por la presidencia de los Estados Unidos. Cruz perteneciente al Tea Party, el ala más conservadora del partido republicano, es uno de los mayores detractores de la aprobación de dicha ley, llegando incluso a invitar a los jueces a negarse a entregar actas de matrimonio a parejas homosexuales. Aunque si algo demuestran Page y Daniel es el enorme contraste entre ciudades como Nueva York o San Francisco y zonas del interior del país mucho más restrictivas y homófobas.


Si algo destaca en el trabajo de ambos protagonistas es la sencillez y la inocencia con la que se acercan a cada una de las situaciones que viven. Hacen las mismas preguntas que cualquier espectador se podría estar haciendo en su casa y prefieren plasmar la realidad que teorizar o sermonear. Y es que en todos y cada uno de los países que visitan dan a conocer historias realmente duras, pero también otras que invitan a tener esperanza en que nuestro alrededor esté empezando a cambiar. Lo que sí dejan claro Ellen e Ian es que aún queda mucho por recorrer y mucho por luchar. Comunas para jóvenes transexuales expulsados de sus hogares, empresas que ofertan actores por horas para hacerse pasar por familiares y amigos, evangélicos que predican el amor únicamente heterosexual, curas con amplios (y sospechosos) conocimientos de prácticas sexuales, transexuales líderes del movimiento de Stonewall que dio origen al día del Orgullo Gay y ancianos que fueron la primera generación en salir del armario. Todo eso y mucho más en los cuatro episodios emitidos hasta ahora. Un quinto, en India, está en pleno rodaje.

¿Para cuando este tipo de documentales en los colegios e institutos?


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