Tengo que empezar el post de hoy reconociendo que no supe de la existencia de “Collateral” hasta que hace pocos días oí que hablaban de ella en un par de programas de radio y podcasts. Y también es justo reconocer que la mayoría de mis reparos a la hora de empezar a verla venían de la mano de su protagonista, Carey Mulligan, una de esas actrices que sin ninguna razón de peso, nunca ha sido santo de mi devoción. Pero dejé todas esas reticencias iniciales a un lado para darle la oportunidad a esta miniserie y confieso que el resultado me ha dejado bastante satisfecho.
La historia de “Collateral” se sitúa en un barrio del centro de Londres donde un repartidor de pizza es asesinado al recibir un par de disparos con una precisión absoluta. La víctima en cuestión es un joven inmigrante ilegal procedente de Siria al que no le tocaba hacer esa entrega específica y que deja atrás dos hermanas, una de ellas embarazada, llegadas a tierras británicas también en situación irregular. El caso es asignado a una joven detective de policía embarazada, Kip Glaspie (interpretada por la anteriormente mencionada Carey Mulligan, conocida por “An Education”, “El Gran Gatsby”, o “Sufragistas”) que años atrás dejó su prometedora carrera deportiva tras una lesión.
La investigación va a contar con dos nombres clave, por un lado la destinataria de la entrega, Karen Mars (interpretada por Billie Piper, a la que vimos en “Penny Dreadful” y “Doctor Who”) una alcohólica madre de dos niñas que mantiene una relación intermitente con David Mars (John Simm, visto también en “Doctor Who” o “Life on Mars”), un miembro del partido político de la oposición que se muestra poco partidario de las políticas migratorias actuales de su país. Por el otro, una testigo ocular de los disparos, Linh Xuan Huy (Kae Alexander, “Game of Thrones”, “Fleabag”), una inmigrante vietnamita cuyo permiso de residencia como estudiante en el país esconde varias irregularidades y que mantiene una relación sentimental con una sacerdotisa de la iglesia anglicana, Jane Oliver (Nicola Walker, a la que hemos visto en “River” o “Last Tango in Halifax”).
A partir de ahí se empieza a elaborar un relato de historias cruzadas en el que las decisiones que tomen unos u otros creará una especie de efecto mariposa en el que todos los personajes se verán implicados y que es mejor que vayáis descubriendo vosotros mismos ya que sin ser excesivamente sorprendente en su desarrollo, conviene que no tengamos demasiada información no sólo por evitar spoilers, sino por ir descubriendo por uno mismo los devenires de unos personajes que como digo, tendrán que tomar decisiones vitales para su futuro.
Aunque en algunos momentos puede parecer algo confusa, y en otros algo lenta (los capítulos de una hora de duración pueden hacerse largos con la cantidad de información por minuto que el espectador recibe), lo cierto es que el relato está construido con bastante solvencia. A ello contribuye por un lado su directora, S.J. Clarkson, una de las directoras con mejor pulso de la televisión actual, que ha dirigido episodios de “Orange is the new Black”, “Bates Motel”, “Banshee”, “Jessica Jones” o “Dexter”, y por otro su guionista, el afamado y prestigioso David Hare, que escribió los guiones de obras maestras como “Las Horas” o “El Lector” (con sendas nominaciones al Oscar por cada una de estas películas).
Hare ha sabido combinar los elementos más clásicos del estilo procedimental (el clásico ¿quién lo hizo?) con temas tan de rabiosa actualidad como la inmigración, la xenofobia, el racismo y sobre todo el Brexit, que aparece continuamente de manera directa e indirecta como si se tratase de un personaje más de “Collateral”. Y es que la salida del Reino Unido de la Unión Europea y las políticas migratorias que ello conlleva son una razón de peso en el devenir de unos personajes sobre los que cae la incertidumbre de qué va a pasar con sus vidas a partir de ahora.
Se nota la mano detrás de la BBC (que ha coproducido la miniserie junto a NETFLIX) a la hora de construir un relato tremendamente actual a base de buenos diálogos, buenas interpretaciones y una buena historia. La combinación perfecta que sin llegar a dar como resultado una obra maestra, sí que deja al espectador más que satisfecho con su visionado. Y es que algunos críticos se han apresurado a comparar “Collateral” con otra miniserie británica más o menos reciente con trasfondo político y protagonista femenina, “The Honourable Woman”, pero el parecido entre ambas se limita a estas dos características antes mencionadas y flaco favor le hace a la miniserie de Carey Mulligan la comparación con una de las mejores miniseries recientes que ha hecho la industria británica.
Entretenida, bien escrita, bien rodada y bien dirigida, pero poco memorable.
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