Si hace unas semanas os comentaba cómo no me explicaba por qué había pasado tanto tiempo sin echarle un ojo a la segunda temporada de “The Good Place”, algo similar me ha ocurrido con los nuevos episodios de “Top of the Lake” que se estrenaron hace ya meses y que hasta hace pocos días tenía en la lista de “pendientes”. Bajo el subtítulo de “China Girl”, estos seis nuevos episodios nos han ofrecido un punto de vista complementario, y muy necesario, a lo que habíamos visto en la ya de por sí destacable primera temporada.
En los primeros episodios conocíamos algunas pinceladas del traumático bagaje emocional de la detective Robin Griffin interpretada maravillosamente por Elisabeth Moss (que haga lo que haga siempre está más que solvente), y ahora, en esta segunda temporada, nos ha ayudado a conocer más detalles sobre su pasado. Griffin regresa a su Sydney natal para investigar la aparición del cadáver de una chica de origen asiático dentro de una maleta en la playa de Bondi Beach (sí, la misma playa que tanto protagonismo tuvo en la miniserie “Deep Water”, que comenté aquí en el blog hace tiempo). Pese a no ser bien recibida ni por sus jefes ni por sus nuevos compañeros, Robin no tardará en volcarse profesional y emocionalmente en el caso.