jueves, 24 de marzo de 2016

Annalise Keating y su escuadrón sanguinario


Pocos éramos los que confiábamos en el buen desarrollo de la segunda temporada de “How to get away with murder”. Quizás porque dudábamos de si la fórmula iba a seguir dando resultado. Quizás porque el cierre de la primera temporada daba poco pie a una buena historia para la segunda. O quizás porque sus tics habituales como los cliffhanger o los giros locos de guión podrían resultar repetitivos o cansinos. Nada más lejos de la realidad. Esta segunda tanda de episodios ha sabido mantener el interés y el nivel de adicción de la primera con unas tramas igual de locas, pero aún más frenéticas, divertidas y entretenidas.

La investigación del asesinato del matrimonio Hapstall y sus múltiples posibles culpables ha constituido el eje argumental acerca del cual ha girado la trama a lo largo de estos 15 capítulos. Pero no ha sido la única, ya que la muerte de Lila y la posterior desaparición de Rebecca (que habían centrado las tramas en la primera temporada) ha seguido dando que hablar. Y por si fuese poco, en los capítulos emitidos tras el parón navideño, Wes, tras lo acontecido aquella fatídica noche en la que disparó a Annalise, decide investigar la verdad sobre el fallecimiento de su madre. Tres tramas aparentemente distintas que ya sabemos que con Annalise de por medio, están condenadas a un nexo común.


(A partir de aquí, spoilers del final de temporada de HTGAWM)

En la Season Finale, nuestra protagonista intenta recuperar el aliento en casa de su madre (difícil lo tiene teniendo en cuenta la papeleta que se encuentra a llegar con su padre recién reaparecido) hasta que gracias a la ayuda de sus ayudantes descubre que una orden de detención pesa sobre ella. Orden que ha sido ejecutada tras un chivatazo de Caleb, que no sólo no estaba desaparecido sino que además estaba colaborando con la policía para la detención de nuestra jefa Annalise. Esta decide entonces desvelar algo que desconocíamos y es que tiene en su haber un USB que le entregó Philip (al que hasta ahora todos considerábamos culpable) en aquella extraña pelea en casa de Wes. ¿Y qué contiene ese USB? Pues la monitorización de la pulsera deportiva de Caleb que lo sitúa en el lugar del asesinato de su tía. Y así es como descubrimos que este fue el asesino de esta y de sus padres y que su hermana Catherine decidió aceptar la culpa en su lugar al estar locamente enamorada (“dormíamos juntos pero nada de sexo. Sólo besos y otras cosas¿PERDONA?). Finalmente, al ver desvelada la verdad, Caleb decide acabar con su vida suicidándose en la bañera.

Por otro lado, Wes, decidido a llegar a la verdad de lo sucedido con su madre, descubre que esta se suicidó tras la presión de Annalise y su amiga/amante Eve (queremos a Famke Janssen como personaje fijo en la tercera temporada) para declarar a favor del hijo de Wallace Mahoney, acusado de asesinato y de cuya defensa se encarga nuestra protagonista. Algo que ella rechazaba rotundamente porque el propio Mahoney es el padre de Wes, fruto de una violación cometida un par de décadas atrás. No sólo eso, sino que además descubrimos que durante la celebración de dicho juicio, Frank traicionó a su jefa colocando un micrófono en su habitación a cambio de un par de polvos y un maletín lleno de billetes. Dicha traición provoca el falso accidente que acaba con la vida del bebé de Annalise y su marido Sam y este último, tras la confesión de Frank decide hacerle un favor evitando que su jefa se entere.

¿Y qué tiene que ver esto con la muerte de Lila? Pues que Sam decide cobrarse ese favor que le debe Frank tras haber ocultado lo ocurrido diez años atrás pidiéndole que se deshaga de Lila. Annalise, al conocer no sólo que Frank había matado a Lila por orden de su marido Sam, sino que la había traicionado durante la celebración de aquel juicio provocando la muerte de su bebé, decide que este debe abandonar el equipo. El equipo y al parecer también la ciudad, ya que cuando Laurel (hay que ver lo que ha dado de sí el personaje de Karla Souza esta temporada) se pasa por casa de su ex se la encuentra totalmente vacía.  Minutos después vemos como Wes se acerca por la calle a su padre para confesarle que es su hijo cuando de repente este sufre un disparo en la cabeza que lo deja automáticamente tendido sin vida en el suelo.


Mucho drama y mucho asesinato pero no nos olvidamos de las relaciones sentimentales (o simplemente sexuales) entre los personajes. Oliver decide hacerse pasar por Connor para rechazar la admisión de este en Stanford mientras Michaela y Asher inician una serie de encuentros sexuales esporádicos (juntar a Michaela con Asher es como emparejar a Gwyneth Paltrow con Torrente, pero bueno). Y la relación entre Annalise y Nate parece más reforzada que nunca tras la visita que él le hace a ella a casa de su madre durante su estancia allí. Por el contrario, habrá que esperar para saber si hay algún avance entre Wes y Laurel, especialmente ahora tras la desaparición del ex novio de esta, Frank. Aunque la pregunta que realmente estamos desando responder a partir del próximo mes de septiembre es:


¿Quién mató a Mahoney?

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