A partir de aquí, spoilers de lo emitido hasta ahora.
Todo se tuerce en las vidas de Carrie, Saul y Quinn cuando un grupo de hackers alemanes se hacen con gran cantidad de documentación que prueba el espionaje de Estados Unidos hacia las instituciones gubernamentales de otros países. Tras esta fuga de información, Saul y Quinn serán enviados a Berlín. El objetivo da Saul será encontrar un posible cabeza de turco a quien culpar de lo sucedido, y parece que lo encuentra en Allison, jefa de la CIA en dicho país. El de Quinn será un objetivo completamente diferente ya que tendrá que eliminar uno a uno a personas que ponen en peligro la seguridad de la organización en territorio alemán.
Paralelamente, Carrie viaja hasta el Líbano para encargarse de la seguridad de su jefe que quiere visitar un campo de refugiados. Pero su equipo es atacado y tras salir con vida del atentado decide investigar quién se encuentra detrás de dicho ataque. La sorpresa es máxima cuando descubre que, en realidad, el objetivo no era su jefe sino ella misma. No sólo eso sino que además, Quinn recibe el nombre de la siguiente persona de la que debe deshacerse que resulta ser ella misma.
Ya de vuelta en Alemania, y tras recluirse con su novio en una casa apartada para evitar ser localizada, Carrie decide dejar de tomar temporalmente su medicación, ya que esta le impide pensar con claridad y averiguar quién puede estar detrás de todo esto. Vemos entonces a una Carrie desequilibrada similar a la que vimos en temporadas anteriores y a un novio incapaz de lidiar con la situación. Tras el abandono de este, Quinn consigue dar con Mathison y al no ser capaz de ejecutar su misión (recordemos la tensión sexual no resuelta entre ellos) ambos deciden fingir la muerte de Carrie para evitar sospechas.
Mientras tanto en Berlín, a Saul no le están yendo las cosas como esperaba ya que no sólo su búsqueda de un culpable no está dando su resultado sino que además, la explosión en pleno vuelo del avión del General Youssef (firme candidato a la presidencia de Siria y afín a la CIA) le convierte a él en la principal individuo a cargar con la culpa de todo lo sucedido. No va a pasar mucho tiempo hasta que Carrie y Saul tengan que verse las caras de nuevo y recordemos que tras el final de la cuarta temporada su relación no había terminado precisamente de una manera amistosa. Pero ¿quién quiere realmente acabar con Carrie?, ¿quién está detrás de la delicada situación actual de Saul? ¿Cómo acabarán Carrie y Quinn? Todo esto es lo que esperamos ver en el resto de capítulos de la temporada.
Pasando ya a dar mi opinión acerca de lo visto hasta ahora, he de decir que personalmente, tengo muchas razones para pensar que estamos ante una de las mejores temporadas de “Homeland”. La primera de ellas y más importante para mí es el hecho de convertir a Carrie en objetivo en lugar de tenerla al mando de la investigación como en temporadas anteriores. No sólo eso sino que los guinistas parecen haber encontrado el equilibrio perfecto entre la Carrie desequilibrada y la Carrie más centrada. Además, han acertado de pleno al incluir en la trama un tema de tan rabiosa actualidad como el espionaje de Estados Unidos. Una decisión muy valiente a mi parecer. Todo ello me está haciendo disfrutar de la serie como hacía años que no hacía. Ojalá logren mantener hasta el final de temporada el nivel de lo vivido hasta ahora.
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