lunes, 27 de noviembre de 2017

"STRANGER THINGS 2": más y mejor

“Stranger Things” ha vuelto a nuestras vidas (hace ya unas cuantas semanas, tengo que reconocerlo), y como la serie protagonizada por Winona es una de las que más, si no la que más, comentarios genera en todo el mundo, también regreso yo al blog para comentar y opinar lo que han dado de sí estos nueve episodios que conforman la segunda temporada de la serie. Ni que decir tiene que este post contiene un buen puñado de spoilers que atacan más rápido que un demogorgon.


Para resumir la trama de estos nuevos episodios sin meternos en demasiado spoiler, podemos decir que nos encontramos a los personajes casi un año después de donde los habíamos dejado. El pequeño Will sufre aún las secuelas de su “secuestro”. Su madre ha iniciado una nueva relación sentimental. A Nancy le empieza a atormentar lo sucedido con su amiga Barb y los más jóvenes intentan seguir adelante centrándose en su nueva obsesión, “Los Cazafantasmas”. Toda esta aparente normalidad se rompe cuando las pesadillas de Will se vayan haciendo más y más intensas a la vez que en el pueblo empieza a sufrir extraños sucesos que fulminan las cosechas de calabazas que con tanta ansia esperaban para celebrar Halloween.


Los más escépticos se han apresurado a decir que la segunda temporada es más de lo mismo. Pero esto es algo que hemos de desarrollar por partes. Y es que sí, por un lado es cierto que estos nuevos episodios vienen cargados de aquello que tanto nos gustó de su primera temporada. Las referencias ochenteras se cuentan ahora por decenas y abarcan cine, música y literatura. Películas como “Alien”, “Los Gremlins”, “Encuentros en la tercera fase” o “Puedes Contar Conmigo” comparten espacio ahora con una estética muy afín a la literatura de Lovecraft o Stephen King todo ello bañado con una banda sonora en la que lo mismo aparece Dolly Parton que Duran Duran o The Clash.


Pero por otro lado también hay que reconocer que “Stranger Things” nos da exactamente lo que los espectadores estamos esperando de ella que no es más que todo lo que he comentado hasta ahora, buenas dinámicas, referencias a iconos ochenteros de nuestra infancia o juventud y una evasión/inmersión completamente satisfactoria. ¿Acaso más de lo mismo tiene que ser algo malo? “Stranger Things 2” demuestra que no.

A favor de los hermanos Duffer, hay que decir que no sólo viven de las rentas, sino que también hemos tenido un par de incorporaciones al reparto que, en mayor o menor medida, ha sabido integrarse al resto de personajes que ya conocíamos. Por un lado la joven Max, que se adapta a las mil maravillas a las dinámicas del grupo de jóvenes protagonistas. No sólo eso, sino que además su aparición se encarga de dar un poco más de relevancia a Lucas, que era el que menos destacaba de la pandilla. Su hermano, por el contrario no ha sido más que un espejismo de lo que podía ser y excepto por una escena muy concreta de la parte final de la serie en la que interactúa con Karen, la madre de Nancy y Mike (una escena fantástica, pero que no justifica su aparición en una temporada completa), resulta no ser más que un estereotipo plano y sin gracia.

Y si hablamos de nuevos personajes no podemos dejar de nombrar a Bob, el nuevo novio de Joyce, el personaje de Winona Ryder (una Winona Ryder que cada vez que le hacen un primer plano es imposible no pensar en esa infinidad de memes que salieron hace unos meses tras los premios del sindicato de actores) y que no va más allá de ser otro guiño ochentero ya que está interpretado por Sean Astin, uno de los miembros de la pandilla de “Los Goonies” (y el Sam de la saga de “El Señor de los Anillos” dicho sea de paso).


Pero de entre todos los personajes, los antiguos y los nuevos, el que se ha llevado el gato al agua ha sido el pequeño Dustin, que si en la primera temporada se convirtió en un auténtico robaescenas, en esta segunda ha sabido llevar el peso de una trama propia con mucha gracia y un buen puñado de dientes nuevos. A eso ha ayudado Steve, el novio/exnovio de Nancy y juntos han formado una de las parejas cómicas más divertidas que hemos visto en mucho tiempo. El momento de la laca de Farrah Fawcett ha sido maravilloso. Algo que equilibra estupendamente con otros momentos más emotivos, oscuros y siniestros.

Y no podemos hablar de esta segunda temporada sin hablar del tan comentado episodio 7. Sí, ese en el que Eleven, en busca de sus raíces se encuentra con un personaje relacionado con su pasado y que posee unos poderes tan impresionantes como los suyos. Si bien hay que agradecer que quizás haya sido lo único realmente y novedoso que nos hayan ofrecido estos nuevos episodios, parece que esta trama, que puede darnos pistas sobre la deriva que la serie puede tomar en las siguientes temporadas, no acaba de ser del gusto de todos (el episodio tiene en IMDB una nota de casi tres puntos menos que cualquier otro). Dichos personajes parecen demasiado típicos, demasiado estereotipados y parecen más propios de una serie de animación infantil que de la que estamos hablando (quizás de una manera intencionada).

AH! Y sí, por fin, en esta segunda temporada se hace justicia con el personaje de Barb, que tan ignorado fue (por los personajes más que por el público) en los primeros capítulos.

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